En la salida a SkyBlue Port.

Mi llegada nuevamente a SkyBlue Port, fue oculta de mis padres, una sorpresa. La cual ciertamente les había sido de increíble alegría, ya que estos al verme de nuevo me hicieron una muy preciada bienvenida, mi madre cocino mi comida favorita, aunque yo también le ayude en aquello puesto no quería que se esforzara demasiado, ya los años no venían solos decía mi abuela en Kanto. Luego de la comida, mi padre me mostro sus plantas, flores, etc... Todas habían crecido fuerte y sanas desde mi partida, mostraban su fulgor acompañado de una belleza en gran medida, las bayas que este cultivaba eran más ricas y coloridas de lo que fueron alguna vez en mi juventud. Je... Juventud, pensaba en aquello como si en la actualidad no fuera joven, aunque creo que oí decir a mi madre que yo había crecido mucho para mi edad, en la comida, les conté a ambos la idea de convertirme en una entrenadora pokemon, a mi madre le fue muy bien la idea y aunque a mi padre no le agrado tanto la idea de partir de casa tan rápido a pesar de mi llegada reciente, este me dio su aprobación también sin la menor oposición. Recibiendo mi agradecimiento, estos sonrieron.
Pasado una semana en mi hogar, decidí que ya era hora de comenzar mi viaje. Me levante contenta de la cama, la arregle y fui hacia el baño descalza, me peine para comenzar mi día y luego de vestirme termine por bajar las escaleras saludando a mi madre como siempre lo había echo todas las mañanas al levantarme. Ambos sabían que este día yo saldría de casa, tal vez mucho más tiempo que antes, por lo que volvimos a comer muchas cosas ricas, lo más delicioso fue la rebanada de pastel con crema y trozos de baya Aranja. Comida la cual quedo perfectamente completa al ser acompañada por un vaso de vino con un poco de extracto de alguna baya que tenía mi padre en el jardín. Estos me llamaron mientras chequeaba que llevara todo y jugaba un poquito con Domine, ese era el nombre que le había dado al pequeño Scatterbug cual me estaba acosando mordiendo con suavidad mi pierna, provocándome cosquillas el juguetón. Ellos me dieron una mochila, una bolsa para ser más precisa, la cual me encanto, también tome un huevo pokemon el cual me había dado el profesor que me visito para asesorarme sobre algunas cosas y otorgo una pokedex. Despidiéndome de mis padres salí de mi hogar, así hasta terminar en el agradable y bello Muelle, apoyándome en la baranda mientras apreciaba las calmadas aguas, había pocas personas en esta parte del muelle, no lo entendía muy bien al ¿Por qué?, pero tal vez era porque era uno de  los más viejos y no  destacaba mucho como los otros.

Dado pokemon.

Sin un alma en aquel lugar tan solitario, pero al mismo tiempo tan hermoso y tranquilo. Podía relajarme sin pensar en el menor de los problemas que podían suceder, pues eran muy pocos, así que me senté y tomando a Domine entre mis brazos comencé a aventarlo al aire y cuando este caía yo lo atrapaba, el pokemon contento y feliz por las acciones se retorcía de forma agradable y risueña contento por volar por los aires y luego caer para ser atrapado suavemente. Era un pokemon muy tierno y adorable, aunque mi interés lo rodeaba los pokemons del tipo agua, supuse que podría llegar a cambiar un poco mi opinión y observar otros tipos de pokemon también para variar, después de todo el mundo era grande y también lo eran los pokemons que existían en el planeta. De pronto, entre las risitas del pequeño pokemon, pude oír unos pasos acercándose y mirando a todos lados, no pude ver a nadie, sin embargo, al lado de un barril se encontraba una especie de pompón pequeño y celestino, por lo que mirando a este me levante y señale aquel barril.
¡Sal de una buena vez de allí!
Fueron las palabras que pronuncie al barril, aquel pompón no era común, por lo que solo me quedaba pensar que se trataba de algo vivo y así fue. Al poco tiempo de haber pronunciado mis palabras, salió de detrás del barril un Simipour el cual parecía ser ciertamente salvaje, era muy lindo y al mismo tiempo se veía fuerte, motivo por el que hubiera preferido ignorarlo, sin embargo el pokemon vino hacia mi corriendo sin dar señales de parar.

Aquel simipour salvaje que vino hacia nosotros, dio un salto y yo tratando de hacerme hacia atrás cause la perdida de equilibrio de mi pokemon el cual fue golpeado con un fuerte ataque de arañazo. Consiguiendo que el pokemon salvaje no me golpeara, scatterbug cayó al suelo y mirando los dos mal al otro pokemon el cual se encontraba riendo de lo que nos había echo, yo y Domino nos enojamos mucho, él no tenía por qué haber hecho eso ya que nosotros hubiéramos podido irnos sin el menor problema, en vez de pelear como al parecer este lo quería, sin embargo nosotros le daríamos la satisfacción de dar paso atrás, íbamos a mostrarle que también podíamos combatir, por lo que en este mismo momento me puse a pensar cual sería la mejor de nuestras opciones para combatir contra un pokemon así, puesto ninguno tenía ventaja de nada, una buena pelea para comenzar. Señale al simipour, y mirando a Domino, le di las ordenes.
¡Placaje Domino!
En mismo instante al escucharme, el simipour se vio obligado a cortar su burla al recibir el golpe de placaje dado por mi pokemon. Retrocediendo un poco por el peso del ataque, pero al mismo tiempo poniéndose en guardia para el combate.

Scatterbug: 25/40
Simipour: 40/50

Aprovechando el retroceso del pokemon salvaje, Domino fue directamente hacia él, sin embargo, el simipour el cual estaba con la guardia en alto no se quedaría atrás, ni mucho menos, dio un gran salto y ataco con escaldar a mi pequeño pokemon para así poder dañarlo, sin embargo, Domino esquivo el ataque y dando un salto en la barandilla del muelle dio otro más grande para así poder alcanzar al pokemon salvaje y conseguir golpearlo con fuerza, haciendo uso nuevamente del ataque de placaje. Que debido a que el pokemon contrario se cubrió, no causo tanto daño, sin embargo, un poco de daño nos era suficiente, puesto para nuestro primer combate tampoco estaba tan mal. Ante mi suspiro de preocupación, ambos pokemons volvieron a poner pie en tierra y al instante saltaron nuevamente, pero esta vez hacia atrás, estos dos al parecer no querían ceder el terreno a ninguno, motivo por el que se veían tan serios en aquel combate, y yo sonriendo me alegre porque ambos lo estuvieran disfrutando.
¡Domino! Usa Placaje nuevamente!

En el instante en que le dije al pequeño pokemon que atacara nuevamente, Simipour se cubrió. Tal cual parecía, el no tenía ni la menor intención de esquivar los ataques de aquel Scatterbug, tal vez por alguna cuestión de honor moral, pero simplemente recibió el fuerte placaje de mi Domino, y luego de resistirlo con todo lo que podía, dio un golpe, aunque con una pérdida de equilibrio no surgió mucho efecto en mi pokemon, se notó como este trato de noquearlo con aquel, Scatterbug cayó al suelo, girando y alejándose del pokemon, cual volvió a recuperar su compostura y mientras Domino se puso de pie, miro a aquel pokemon. Yo también lo hice, era fuerte, sin embargo, yo confiaba en mi pokemon, era lo único que podía hacer, puesto que sin importar mis deseos, yo sabía que él no me defraudaría. Ambos pokemon parecían ya estar un poco debilitados, sin embargo el combate estaba lejos de acabar y aunque preocupada decidí apoyar a mi lado con mis mejores energías.
¡Tú puedes! ¡Usa picadura!