¿Yo? ¿Temblar? Q-q-quéeeee v-v-v-aaaaa {Captura-Evo}

Recuerdo del primer mensaje :

–La hostia puta, menudo frío. ¡Ponyta! Acércate un poco más, porfaplís.

La pokémon accedió de buena gana, situándose al lado de Crate. Raichu, sin un pelo de tonta, se subió sobre su lomo y se acomodó entre las llameantes crines. Era bien sabido que cuando un Ponyta no tiene miedo o agresividad hacia alguien (en ése caso, Crate, Raichu y Empoleon), sus crines no queman, pero sí que eran calentitas en un ambiente tan frío como aquél.

Empoleon iba abriendo paso gracias a su gran tamaño y su aparente inmunidad ante el frío (estar medio hecho de metal debía ser una ayuda), dejándoles así a Crate y Ponyta, que iban detrás, un camino libre de nieve. Era algo cansado, pero Empoleon lo lograba gracias a su enorme resistencia.

Finalmente, ante ellos se alzó la construcción que iban buscando: el Castillo de Hielo. Crate pegó un bote al verlo, y sus pokémon no evitaron grititos de alegría. Ignorando la ventisca que se cernía sobre ellos, Ponyta se adelantó y comenzó a lanzar un Ascuas, que de repente se unificó y se transformó en una columna de fuego que salía de su boca.
–¡Ponyta, eso es un Lanzallamas! –exclamó Crate, corriendo a abrazar a su pokémon. Ésta se animó y por fin logró terminar de crear el camino de nieve fundida hasta el castillo.

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'Diamond City' :

{ Huir }

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'Huida' :

{ Glaceon }

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'Diamond City' :

{ Huir }

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'Huida' :

{ GLACEON ¬¬ }

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'Diamond City' :

{ Are you fucking kidding me? D: Huir }

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'Huida' :

             –VS– 
{45/50} - {50/50}
+5PV por efectividad de Rapidash

Librados de la amenaza de los Cryogonal suicidas, Crate y sus pokémon comenzaron a avanzar por el castillo. Crate se preguntaba cosas tales como ¿había vivido alguien allí en algún momento? ¿Cómo lo habría logrado? ¿Tendría pokémon de tipo fuego? Incluso con la presencia de Rapidash, si Crate o Raichu se alejaban un poco de su lado se comenzaban a enfriar, lo que debería daros una idea de cómo la pasaban cuando la pokémon se adelantaba a luchar. Empoleon, no obstante, caminaba tan pancho acercándose a lo que quería ver, y por un momento Crate lo envidió por ser un pokémon resistente a las bajas y altas temperaturas, aunque en las segundas lo pasase peor que en las primeras.

Llegaron a una sala que perfectamente podía ser un salón. Es más, había una especie de mesa congelada en medio de éste. Raichu se acercó imprudentemente a inspeccionarla, cuando de repente ésta se tambaleó y abrió lo que parecían ser los ojos. Crate retrocedió, sorprendida.
–N-no puede ser... ¡¿un pokémon?!
–Avalugg, el pokémon iceberg y forma evolucionada de Bergmite. Su cuerpo, cubierto de hielo, es tan duro como el propio acero. Su abultada figura le permite arramblar con todo lo que se encuentra a su paso –fueron las respuestas de la pokédex.

Raichu había caído al fondo de la sala, pero Avalugg parecía centrarse en Rapidash, quien también lo miraba con un desafío mudo en los ojos. Al verlos, Crate sonrió y le ordenó a su pokémon:
–¡Distráelo con Llamarada para que Raichu pueda volver con nosotros!

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'Batalla' :

            –VS–
{45/50} - {30/50}
+5PV por efectividad de Rapidash

La táctica funcionó a la perfección, Rapidash incluso llegó a dañar al Avalugg salvaje cuando el fin únicamente era distraerlo lo suficiente como para que no se percatase de la presencia a su lado de Raichu, quien se deslizaba por el hielo casi como si patinase para llegar a los brazos de su entrenadora y tiritar junto a ella por la falta de calor que les proporcionaba Rapidash. Pronto fueron protegidas por las calentitas aletas de Empoleon, viéndose ligeramente reconfortadas y menos heladas.

Previendo que aquella habitación tan pequeña podía ayudarles devolviéndole con doble intensidad los ataques de Rapidash, Crate incitó a sus pokémon a retroceder para salir de nuevo a los pasillos del enorme castillo, tras lo que gritaba:
–¡Infierno!

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'Batalla' :

            –VS–
{35/50} - {10/50}
+5PV por efectividad de Rapidash

Las sospechas de Crate se vieron confirmadas cuando, tras hacer arder con una inusual fuerza las crines y la cola y lanzar una llamarada hacia el Avalugg salvaje que se sumó al fuego de éstas, la habitación refulgió con un brillo rojizo que se vio desde fuera e incluso despidió una onda de calor lo suficientemente reconfortante como para que las manos de Crate volviesen a una temperatura sana. Pero eso no parecía haber derrotado al pokémon salvaje, e incluso éste logró acertar a la pokémon con un ataque a distancia. Crate se reprendió a sí misma, debía haber advertido que con semejante caparazón el pokémon podría resistir fácilmente los ataques más enrevesados. Y aun así, algo le decía que no le faltaba mucho para desplomarse.
–¡Envite Ígneo! –gritó, desde el exterior de la habitación.

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'Batalla' :

            –VS–
{25/50} - {00/50}
+5PV por efectividad de Rapidash

Rapidash se alzó sobre sus patas traseras y comenzó a correr contra el pokémon de tipo hielo, en un desesperado intento por reducirlo por fin. El pokémon aguantaba estoicamente todo lo que se le venía encima, pero Rapidash no era precisamente alguien que se rindiese a la primera, y siguió atacando. Una, dos, tres, siete veces o todas las que hicieran falta, aunque al llegar a ése número exactamente el Avalugg se tambaleó y cayó hacia atrás con una mueca de dolor en el rostro. Rapidash resopló con satisfacción y volvió al trote junto a Crate, Empoleon y Raichu. No había nada más que ver en ésa habitación.

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'Diamond City' :

{ Huir }

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'Huida' :

      –VS– 
{45/50} - {40/40}
+5PV por efectividad de Rapidash

Para pasar a la siguiente  zona de la mansión –habitaciones de ocio, etc–, debían pasar por donde los Cryogonal se les habían puesto rebeldes, aunque eso en un principio no preocupó a Crate sobremanera. Ella iba pensando cosas del tipo de que si alguien hubiera habitado aquél lugar habría muebles o algo, y que seguramente nunca nadie habría vivido allí. Pero entonces, ¿para qué querían ése castillo?

Se le ocurrió que a lo mejor lo habían construido los propios pokémon hielo y eso tenía cierto sentido, viendo el celo con el que lo guardaban. Ya se lo iba a comentar a sus pokémon cuando un Cryogonal salvaje apareció, y no sabría decir si era de los que habían derrotado antes. Por precaución mandó a RApidash adelantarse, a ella era a quien le tocaba ahora encargarse de los pokémon de allí.
–¡Llamarada!

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'Batalla' :

     –VS–
{30/50} - {25/40}
+5PV por efectividad de Rapidash

La pokémon movió la cabeza de un lado a otro, como sopesando sus posibilidades, antes de crear rápidamente el movimiento que le había pedido Crate y lanzarlo contra su oponente. Frente a la rapidez de Rapidash el Cryogonal no tenía ninguna posibilidad, así que resistió lo mejor que pudo aquél potente ataque, retrocediendo.

Rapidash comenzó a moverse para evitar un próximo ataque por parte del Cryogonal, pero éste lanzó un Ventisca que lo sumió todo en la nieve y el frío. Crate y Raichu se apretaron contra Empoleon, que cerró un poco más las alas alrededor de ellas, con temor a que se pudieran congelar.

No obstante, la pokémon fuego aguantó impasiblemente el fuerte ataque como si nada. Con un hilillo de voz, Crate le ordenó con la esperanza de que aquello les quitase algo de frío:
–I-i-i-i-..... inf-f-f-fier-r-r-no....

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'Batalla' :