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El inicio de todo. Año 2057. Planeta: Tierra. La ciencia ha hecho sus últimos avances, no obstante, los exploradores espaciales persisten en su único objetivo, encontrar vida más allá de su planeta. Han aumentado las capacidades de su maquinaria, llegando más lejos que décadas atrás. Pero ningún lugar muestra indicios de vida. Todo cambió el 24 de septiembre de este mismo año, el investigador Dr. Kozlov, ruso, descubre un complejo método de crear aberturas dimensionales a lugares paralelos que representan una realidad muy similar a la que vivimos, donde, sin embargo, se ve alterado un acontecimiento, elemento o punto en el tiempo que cambia completamente el lugar. En otras palabras, podría tratarse del planeta Tierra hace miles de años atrás, o un planeta donde no hubo Segunda Guerra Mundial o, el menos probable, un planeta donde hubiese un elemento químico más, incluso si suena físicamente imposible.

Se tardaron siete años en poner en práctica el proyecto, pues aún teniendo la teoría necesitaban fabricar el invento y probar que fuese seguro. Este se hallaba en Moscú, base subterránea secreta. Su activación fue inesperada y sin permiso, mientras las autoridades discutían si era correcto o no seguir con aquello, poniendo en peligro a todo el planeta –según ellos la cosa iba a terminar con aliens atacando la Tierra-, la humanidad contra el mayor descubrimiento de la historia. El Dr Kozlov, lo activó por su cuenta, ya que dirigía toda la operación conocía de sobra el funcionamiento de la máquina.

A un lado del planeta, en la misma línea que sigue con su movimiento de translación, apareció una gran brecha que se abría poco a poco, al principio todos pensaron era un enorme espejo, la esfera azul del otro lado era demasiado similar a la Tierra. Sin embargo, pronto se hicieron visibles las diferencias geográficas. Earth se encontró con Thrae, aunque por la época, se le llamaba Aeldrien.

Año 2083

Tras varios viajes “al otro lado” se obtuvo información del tan parecido y opuesto planeta, afortunadamente su lenguaje era casi idéntico a excepción de varias denominaciones a cosas que no existían en la Tierra. En vez de cinco continentes contaban con tres, sin nombre alguno pues, lo importante, eran los seis y únicos países: Osthrealt, la punta sur del continente mayor; Atalaras, el único país compuesto por varias islas; Naisstia, justo arriba de Osthrealt; Verce, el país más grande, cuenta con las más altas montañas que cubren casi todo el terreno pero no hay mucha población debido al frío, no obstante, también posee islas flotantes climatizadas; Máratyaro, famoso por los desiertos, al oeste del tercer continente y por último Heitaif, al lado de Máratyaro. Aunque las plantas, animales y humanos fuesen iguales tenían una ciencia más avanzada y ecológica, incluso su administración del planeta, sorprendentemente efectiva. Solo dos personas dirigen cada uno y juntos se reúnen a menudo, pues, ya habían inventado plataformas de teletransporte. Se decidían democráticamente cada cinco años, aunque pronto se convirtió en algo hereditario pues los progenitores aprendían desde pequeños sus deberes, eso sí, el día que un “rey” fuese rechazado por su pueblo se pondrían en marcha elecciones inmediatas.


La Tierra y Aeldrien hicieron un pacto, Earth y Thrae pasaron a ser sus nombres oficiales, en cualquier idioma, pues uno era el espejo del otro pensaron eran denominaciones adecuadas. Intercambiaron inventos, ideas, consejos y pronto se convirtió en una enorme y pacífica sociedad donde cualquiera podía ir de un sitio a otro, teletransportándose con las instalaciones públicas que poseían las más importantes ciudades.

Todos pensaron que el factor alterado era “el tiempo”, en ese otro planeta, pero unos meses después del pacto, durante reuniones internacionales se descubrió que ambos tenían la misma fecha, siguiendo también un mismo método temporal. ¿Cuál era la diferencia? Los habitantes de Aeldrien nunca habían mencionado, porque pensaban era normal, las inexplicables capacidades que poseían, llamada comúnmente magia. Cada lugar poseía control sobre un elemento e invocación de seres sobrenaturales, pertenecientes a dicho elemento. Osthrealt, oscuridad; Atalaras, agua; Naisstia: tierra; Verce, viento; Máratyaro, fuego y Heitaif, luz. Los “reyes” de cada país eran, además, quienes mejor dominaban estos poderes y poseían los dragones reales, por otra parte vivían lo mismo que un humano promedio y sus capacidades físicas o mentales eran parecidas. El detalle causó, al principio, espanto, y a punto estuvieron de iniciar una guerra, gracias al presidente de Atalaras, muy hábil con la palabra, hicieron que entrasen en razón, nadie quería luchar. Llevó su tiempo que Earth se acostumbrase, y aunque hubo intento de adaptar esas habilidades a ellos mismos fue un esfuerzo en vano y, tuvieron que reconocer que convivían con personas no muy humanas. Magia, era el elemento extra Thrae.

Año 3017

La ciencia ha seguido evolucionando, ya es normal ver en cada planeta ex-habitantes del otro viviendo, una nueva generación de reyes ha llegado al poder, muy jóvenes por cierto, Earth, sin embargo, ha seguido con sus sistema de poder y costumbres. Pero en las sombras una organización secreta ha aparecido, Raeh-ka, países de Earth que desean apoderarse de Thrae y su control de la magia, han creado humanos modificados, un ejército, y más de una vez se han presenciado ataques de alguno de estos individuos. La que podría ser una Guerra entre Mundos, acecha.