Robo al hospital (Misión)

Recuerdo del primer mensaje :

Team:

Sentado en su mesa miró los papeles que le indicaban cada acción y reporte que hacían sus hombres. Apoyó su mentón sobre su mano derecha mientras la izquierda tenía un montón de papeles, realmente estaba algo aburrido y tenía unas inmensas ganas de hacer que su ayudante revisara todo por él, sin embargo no quería parecer un vago, algo tenía que hacer.
Escuchó como el dichoso muchacho entraba, ya con más seguridad, con el tiempo se le había quitado algo del miedo hacia Yato, después de todo este último no mordía o no parecía hacerlo.

—Señor — habló el hombre acomodándose sus lentes — Nos ha llegado una información que podría gustarle… pensamos enviar a un soldado

—¿De qué se trata? — siguió leyendo sin interés alguno

—Otro huevo pokémon, éste es muy codiciado debido a su naturaleza, se encuentra en Luster… — leyó el informe — no sabemos de qué es, ni nada en específico

—¿Su naturaleza?— preguntó, mientras dejaba una de las hojas con el resto de las leídas — Explícate

—No se sabe muy bien, los informantes se tuvieron que retirar, se dice que Almia ronda por allí — le extendió el papel, mientras Yato lo leía algo más interesado, realmente debía ser especial, después de todo la última vez había visto un Manaphy

—Arregla mis cosas, Kazuma — le ordenó mientras se levantaba con algo de pereza sobre su cuerpo — Partiré enseguida

Caminó hacia en donde sus cosas estaban guardadas, sacando a unos cuantos pokémon, realmente necesitaba un buen equipo por si las cosas se ponían mucho más peligrosas, más si Almia se encontraba en el medio.
En la salida un auto lo esperaba listo para llevarlo hacia Luster, realmente sería un largo camino. No supo cuanto se tardó, después de todo casi de inmediato cayó dormido, una parte de él tenía un montón de sueño, como si el hecho de que Hiyori no estuviese con él le aburriera demasiado.

Ya en la ciudad, sintió como lo despertaban, entregándole un montón de objetos dignos de una película de espionaje ¿No podía ser tan difícil, no?  Salió del auto, encontrándose frente aquel gran edificio que tenía a su pequeño objetivo. Se adentró en él como si fuese cualquier muchacho, sin levantar sospecha alguna, después de todo su apariencia no era tan inusual.

Caminó con las manos metidas dentro de sus bolsillos de una forma despreocupada, adentrándose cada vez más, sin saber a donde ir ¡Qué problema! Frunció el ceño para luego escuchar de aquel auricular que tenía una voz que le hablaba.

—Jefe — escuchó alertándolo —  debe seguir derecho, para luego doblar a la derecha

Siguió las indicaciones al pie de la letra, llegando a una escalera ¿Por qué no podía ir por el ascensor?
—Kazuma… — habló casi en un cuestionamiento de dónde lo estaba llevando, sería que se estaba en medio de su venganza — ¿Qué pretendes?

—Nada, es sólo que el piso que buscas no está para el público en general, deberás subir hasta el piso ocho, así evitamos a los guardias — la voz explicó desde el otro lado — Esta escalera es la menos transitada

Soltó un suspiro, para comenzar a subir en un trote, no es que le cansara, pero no quería hacerlo, sentía como era gastar energías en vano. Cuando al fin llegó intentó regularizar su respiración que estaba algo agitada, no debía verse sospechoso.
Abrió la puerta con cuidado encontrándose un pasillo blanco, lo suficiente como para hacerle sentir enfermo con tanta blancura. Se adentró por el pasillo, siguiendo las indicaciones de su guía, hasta que se encontró con tres enormes hombres con más músculo que cerebro.

—¿Qué haces aquí, renacuajo? — habló uno en un tono amenazante

—Pues... me perdí — levantó los hombros mientras respondía como si fuese lo más normal

Escuchó que su ayudante le indicaba que detrás de la puerta estaba lo que tanto buscaban.

—No puedes pasar, a menos que quieras que te hagamos pedazos — amenazó otro bruto mientras sacaba su pokéball, para lanzarla

Un Machamp apareció frente a él, mostrando sus músculos, sin embargo Yato no se movió ni un centímetro, simplemente soltó una sonrisa para luego llamar a su pokémon estrella, la pelea había comenzado.

Veía dudoso a Daikoku en un comienzo, sobretodo por el poco espacio que tenía para moverse, sin embargo debía seguir las órdenes de Yato, a pesar que hasta ahora se había limitado a recibir ataques algo pareció cambiar dentro de él, quizás fue una mirada del muchacho de ojos color cielo o quizás otra cosa. Las acciones del Dragón se mostraron mucho más agresivas de un momento a otro.

—Qué ha pasado — habló uno de los hombres al ver como el perro recibía un fiero ataque

—Daikoku, sólo un poco más y habrás terminado con él — le habló sonriente al ver como ambos pokémon luchaban con todo lo que tenían

El miembro 'Yato' ha efectuado la acción siguiente: Dados

#1 'Batalla' :


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#2 'Batalla' :

Sólo un poco más y el pokémon normal no sería nada más que historia, realmente aquel segundo pokémon le había causado bastantes problemas o quizás su pokémon no estaban en las mejores condiciones para pelear, después de todo pelear en un hospital no era lo más cómodo del mundo.

—El último ataque, Daikoku — le ordenó mientras el dragón asentía lanzándose hacia el perro, el cual jadeaba un montón con su lengua afuera

El último de los hombres que poseía un pokémon tragó saliva sonoramente, preparándose para la pelea, realmente sabía que su turno llegaría pronto, más por la presencia de Yukine el cual ahora era un muchacho que miraba todo con suma atención.

El miembro 'Yato' ha efectuado la acción siguiente: Dados

#1 'Batalla' :


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#2 'Batalla' :

El perro finalmente cayó al suelo agotado por el cansancio, mientras Daikoku parecía permanecer de pie disfrutando su latente victoria, sin embargo aun quedaba un último enemigo, esperaba que no durara mucho la pelea, no tenía tiempo que perder.

—Vamos Arcanine — llamó el tercer hombre al enorme e imponente perro de fuego

—Regresa, Daikoku — le ordenó al pokémon, sorprendiendo a todos los presentes, para luego lanzar a de el cocodrilo Rojo — Ve Krookodrile

Todos los presentes se sorprendieron por encontrarse tal pokémon en manos del muchacho, en un comienzo quizás lo habían subestimado y ahora estaban pagando por aquello, sin embargo Yato estaba disfrutándolo en grande.

El miembro 'Yato' ha efectuado la acción siguiente: Dados

#1 'Batalla' :


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#2 'Batalla' :

El perro estaba en una clara desventaja al ser tipo fuego, realmente que el cocodrilo fuese tierra parecía ser una bendición, mucho más aun por el fuerte ataque que había lanzado tan sólo al comenzar. Podía notar el cansancio en el perro enemigo, mientras los hombres temían por sí mismos ¿Qué pasaría si perdían?

—Vamos tu puedes — sonrió complacido por su pokémon — acabalo pronto

Los hombres no sabían cómo habían llegado a tal situación, ellos simplemente tenían que cuidar lo que se escondía tras la puerta ¡Nisiquiera sabían qué era! Ahora un chiquillo le estaba dando la lección de sus vidas ¿Podría ser un día peor para ellos?

El miembro 'Yato' ha efectuado la acción siguiente: Dados

#1 'Batalla' :


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#2 'Batalla' :

El cocodrilo tenía bastante más ventaja que el perro de fuego, si  no contaba el hecho que parecía resguardar a su dueño, porque el enorme ser rojo hacía ademanes de atacar hasta a los humanos, sin importarle quien fuese.
Podía ver el miedo de los hombres ante lo que ocurría, el perro no duraría mucho ¿Y luego qué? Quedarían a mercerd del muchacho que estaba frente a ellos, que no parecía sentir miedo alguno a nada (o eso creían) además de poseer una mirada despiadada ¿Quién sería?

—Es el último golpe — le habló con energía mientras Kazuma parecía reaccionar ante el comentario, indicándole como abrir la puerta — eso lo veremos después, hombre

El miembro 'Yato' ha efectuado la acción siguiente: Dados

#1 'Batalla' :


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#2 'Batalla' :

Todo se había terminado, los pokémon parecían haber perdido uno por uno ante los suyos, los miró con esa sonrisa ladina que poseía, pensando que podría hacer con ellos, seguramente si los dejaba escapar estos buscarían ayuda dificultándole su huida.
Guardó a todos sus pokémon, quedando los hombres y él… nadie más.

—¿Qué nos harás? — preguntó uno temeroso del muchacho

—Pues no lo sé… — se llevó una mano al mentón, para luego hacer un gesto que se le había ocurrido una idea — Hikki…

Llamó a aquel pokémon fantasma que solía ocupar para hacer estos trabajos más… sucios.

—Yato… — habló la chica, tomando la bella y delicada forma humana — ¿En qué te puedo complacer?

—Necesito que… los pongas a dormir — Habló mientras la chica asentía y soltaba una risita  — Pero no los mates, necesito tiempo, nada más

La chiquilla frunció su boca en una mueca de disgusto, para luego soltar una enorme briza que congeló todo frente a él, los hombres quedaron bajo una enorme capa de hielo muy duro, sin embargo eso no era todo.

—Escóndelos — le ordenó serio, notando las intenciones de la fantasma — Ahora

—¿Por qué? — preguntó inocente mientras se acercaba hacia él, tomándole el brazo suavemente — ¿Es que acaso no quieres que él vea lo que haces?

—No te lo he preguntado — sentenció, mientras ella se ofrendía y soltaba bastante nieve, tapando los cuerpos congelados — Regresa…

—Yato ¿Estás bien? — preguntó Kazuma por el auricular — Algo ocurrió allí dentro, pronto se darán cuenta, de prisa, la contraseña es…

—No la necesito… — habló mientras sacaba la pokéball de Yukine llamándolo— Rompe la puerta, no tenemos tiempo

La espada en un limpio corte logró abrir la puerta, dejándolo entrar, ya dentro miró los miles de artefactos que rodeaban un huevo pokémon. Abrió todo sacándole los cables que rodeaban a el óvalo, para luego metérselo en su jersey.

Sintió como Yukine parecía algo inquieto por la nieve del lugar, seguramente algo sabía, sin embargo el no le daría detalles, era la hora de regresar de la misión.