Last night {Priv.}

La habían botado de su casa. Quizás no con esas palabras, ni una discusión de por medio, pero luego de que te enviaran a vivir con tu abuela y esta pasase al otro lado -el mejor lado, ya saben a lo que me refiero-, si te decían 'Hey, ten un Zorua y comienza tu aventura' Era prácticamente como decirle 'Quédate donde sea que estés, te mandamos este pokémon por correo ¡Hagas lo que hagas no vuelvas a casa!' Fue el mensaje que Itami pudo procesar, porque sus padres ni siquiera se tomaron la molestia de venir al entierro, el cual tuvo que pasar sola con sus tíos y primos lejanos. Y ahora, mediodía luego de terminar prácticamente sin nada, paseaba por Darkdust City con Nox, el Zorua que ,le habían mandado por correo -Realmente me alegra que te quedes conmigo, Nox-kun- Murmuró por lo bajo mientras le dedicaba una mirada cariñosa, y una sonrisa. El Zorua le devolvió la mirada, frotándose contra sus piernas, acto que hizo a la chica sonrojarse ligeramente, no estando acostumbrada a las muestras de afecto.

Y tras ese tierno momento, la realidad golpeó a la muchacha como un cubo de agua fría, como una ráfaga de viento helado que le hizo temblar, literalmente. Se dio cuenta que realmente no tenía lugar al que ir, y la noche se le venía encima más pronto de lo que esperaba, entrando al primer edificio que encontró abierto. Dio un paso primero, mirando a todos lados en caso de que hubiese alguien, y en la oscuridad no pudo ver absolutamente nada, así que comenzó a caminar confiada, acompañada por Nox -Sabes, pequeña bola de pelos, vivir así es peor de lo que imaginé cuando tenía 10 y quería escapar de casa- Se quejó mientras subía las escaleras hasta el último piso, donde pensó que sería bueno dormir, pero un ruido le hizo ponerse alerta. Tomó lo primero que encontró -un fierro algo oxidado- y caminó en dirección del sonido, hasta toparse con un chico. Recargó el fierro en el piso, sin soltarlo, y lo observó desafiante, aunque este le ganaba por varios centímetros y no podía vislumbrar completamente su rostro-¿Voy a tener que golpearte para que me dejes estar aquí o realmente no te importa que pase la noche?- Preguntó en voz baja, aunque sonó más a una amenaza que a una pregunta, y apenas la formuló el pequeño Zorua estaba a su lado, gruñendo.

La helada noche de estación hacía a cualquiera temblar de frío, no era un ambiente agradable para cualquiera, pero al menos para el pelinegro, era suficiente que a pasar un día muy caluroso. No tenía suficiente dinero, pero al menos pudo comprar un poco de jugo y una cajeta de cigarrillos, para pasar la helada noche, que no paraba de soplar y sin compasión, elevaba un poco el polvo de la ciudad. ¿Qué debería hacer esta noche? Su Umbreon caminaba a su lado, comenzando a regresar al edificio en donde se mantenía hospedado hasta encontrar un lugar mejor, apoyando sus brazos en el fierro del pequeño balcón del modesto departamento. De su bolsillo, saco un encendedor, al parecer, ya no tenía mucho para poder encender todos los cigarrillos, debía bastar para dos.- Mierda... -Pensó el pelinegro y encendió con algo de lastima el cigarrillo, aspirando un poco el humo y dejándolo dentro de su garganta para luego expulsarlo en una fina nube.

Desde donde estaba, tenía la vista de gran parte de la ciudad, debía admitirlo, alquilar el ultimo piso no estaba para nada mal, tenía tranquilidad, paz, y soledad, todo lo que necesitaba por ahora; o al menos...hasta ese instante en donde ambos se encontraron.- ¿Uhm...? -No supo como o porque, pero su rostro se giró a ver a una pequeña figura acercarse, con un fierro entre manos que lo hacía pasar como un arma, mostrando un rostro entre tierno y amenazador, típico de los niños. Con su supuesta amenaza, miró al pokémon que tenía allí, era un Zorua, tipo siniestro, por lo que supuso que esa chica debía ser de las suyas, al menos eso quería pensar. Tranquilamente, le quitó sin mucho esfuerzo el fierro que llevaba, tomándolo con sus dos manos y bajándolo con fuerza mientras elevaba su rodilla en dirección a este, partiendo con facilidad el arma amenazadora en dos y lanzándolas al balcón, escuchándose el sonido de estas impactar contra el suelo.- Veamos... ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Y dónde están tus padres? -El pelinegro se tuvo que agachar para ver mejor el rostro infantil, debía admitir que estaba algo sorprendido por ver sus ojos de un color parecido a los suyos, ladeando un poco su rostro, por poco la podía confundir como si fuera un familiar cercano a él.- ¿Y bien? -Replico Shia algo indiferente, mientras que Umbreon se acercó a su entrenador, solo para ver con su mirada fría al Zorua que estaba gruñendo. Pensó un poco con detenimiento, de seguir con este frío, el podría morir congelado, y tampoco quería fumar dentro de su departamento a menos que este se quedara con mal olor. Molesto, de un suspiro, soltó su cigarrillo al suelo y piso con su bota la mecha de este para apagarlo, abriendo la puerta del departamento algo desordenado.- Pasa. -Habló a la menor con frialdad, esperando que obedezca de inmediato.

La chica simplemente se alzó de hombros cuando vio el arma destrozada en el piso y no despegó la vista del sujeto, siguiendo cada uno de sus movimientos con cautela, bufando cuando se agachó a su altura. Odiaba que la gente hiciera eso. La hacía sentir aún más pequeña de lo que era, del modo 'Oh, eres tan pequeña que tengo que agacharme para notarte' y la hacía sentir inferior, y era algo que sencillamente no le agradaba. Se quedó en silencio en medio de todo el cuestionario, no era de aquellas que se iban a colgar a su hombro y decirle todo enseguida, así que si no ganaba nada simplemente permanecería allí hasta que la dejara en paz o la sacara a patadas, no había otra opción. Él estaba siendo duro, lo que le hizo pensar ''Yo también puedo jugar a ser una chica mala'' Cosa que le hizo rodar los ojos para sí misma y reírse internamente por el comentario, que le había parecido más tonto que gracioso o cool. No supo en que momento se desconectó de la conversación, pero cuando escuchó el 'pasa' no pudo resistirse, aunque avanzó algo insegura -Si intentas algo, hay cosas que puedo romper sin la necesidad de un arma- Advirtió haciéndole una señal al Zorua para que se acercara a ella y caminase a su lado, el pokémon enseguida dejó de gruñir, aunque aún se mantenía celoso.

La chica entró apresurada al lugar, disfrutando del calor, y se arrancó la gomilla celeste que sujetaba su azabache cabello, para que este cayera libre hasta sus caderas. Estaba desordenado, por lo que arrugó la nariz en primeras instancias, se sentía cómoda en lugares caóticos, y el arrugar la nariz demostraba que algo le gustaba -Lindo sitio- Comentó mientras avanzaba al sillón más cercano y se desplomaba en él, seguida por Nox que prácticamente se le lanzó encima, escondiéndose entre su ropa para estar más abrigado. Incorporada, siguió al muchacho con la mirada por un rato, para después suspirar; Si la había dejado entrar a su casa ella podría responder esas preguntas,o debía hacerlo -Soy Itami, quería un lugar para pasar la noche y mis padres ¿Quién sabe?- Con lo último se encogió de hombros y desvió la mirada, fastidiada, porque definitivamente no quería ni tocar el tema de sus padres ni tensar el ambiente luego de haber recién conocido al chico -Oh, también podría estar buscando algo de comida- Dijo eso a modo de broma, pero entonces su estómago sonó con algo de fuerza, lo que le hizo sonrojar y maldecir entre dientes. No se había dado cuenta de lo hambrienta que estaba hasta ese momento.

Shia pasó a la casa sintiendo algo de frió, y percatándose de que la niña entró con rapidez, soltándose el cabello y acomodándose como si se tratara de su casa, no supo porque la dejo entrar, pero por unos instantes sentía la necesidad de volverla a sacar de aquí. Escucho su comentario, y con esa mueca le hacía pensar que lo decía de broma, pero no le importaba, era su desorden y él se sentía a gusto con este. Con su pie, “barrió” algunas de sus prendas de vestir tiradas al suelo para hacerse un camino, dirigiéndose a la cocina a beber algo de agua que ya había mandado a hervir, sirviéndose en un vaso para regresar y ver a la enana estar en su sillón, frunciendo un poco sus labios para volver a andar a la cocina y revisar sus pokébolas con sus pokémon aun dentro, limpiándolas un momento mientras que por su espalda sentía la mirada incomoda de la extraña. Giró un poco para observar a la pequeña responder a sus preguntas de antes, quizás ella entró más en confianza como para comenzar a hablar. No había duda de que ella había escapado, podía notarlo en su mirada, pero ya que, no era asunto de él, decidiendo ignorar ello y girando a su posición original para continuar limpiando sus pokébolas.

Tras pasar algunos minutos, la escucho hablar sobre comida, tema que no era el adecuado para el ahora, ¿Quién se creía ella para estar hablando de comida en casa ajena? Es más, ¿Estaba diciendo que quería que le sirvieran comida? Prefirió continuar ignorando ello, continuando con la limpieza hasta escuchar un fuerte gruñido, girando de a pocos con su mirada gélida dirigida a la menor, suspirando y levantándose de su asiento.- Escucha, te deje entrar solo por compasión, ¿De acuerdo? No te pongas cómoda, cuando pase esta tormenta, te sacare a patadas de aquí. –Dijo mientras se sacó el polo y lo lanzo al otro lado de la sala, acercándose a uno de los montículos de ropa para ver una nueva camiseta, oliendo esta para ver si se encontraba limpia o no, cambiando por otra para volver a ponerse la que había lanzado.- Esto no es un hotel. –Retomó la conversación solo para deja en claro ello, sacando el jugo que había comprado antes y lo lanzó a las manos de ella, solo para que tome y pueda calmar esos sonidos de su estómago, si escuchaba otro, juraría que la sacaría de su sala.- Y si fuera uno...no tendrías dinero para pagarlo. –Se sentó de nuevo y saco una navaja, comenzando a clavar está en la mesa aburrido, ya había hecho de todo y debía buscar algo con que entretenerse ahora.

Tomó el jugo entre sus manos y enseguida comenzó a beberlo, mirando al muchacho mientras hablaba -Entonces, si tuviese dinero ¿Podría quedarme?- Preguntó alzando una ceja, captando nada más que la última parte de la conversación. Pero claramente no tenía dinero, ni un trabajo, ni edad para tener un trabajo, aún así no estaba dispuesta a pasar sus días vagando en las calles cuando sus padres estaban en casa, seguramente frente a la estufa de greda. Itami nunca fue una niña tonta, si no obtenía las cosas por un lado pensaría en otro, y cuando posó su mirada en los redondos objetos que descansaban en la cocina, tuvo una idea; arriesgada, pero una idea al fin y al cabo. Terminó el jugo, y al no notar ningún basurero cerca, se levantó del sillón y caminó hasta la cocina, dando miradas furtivas a los redondos objetos de vez en cuando, dejando la caja de jugo en el lavaplatos. Nox la miraba atento, mientras la pelinegra le hacía señas indescifrables por detrás de la espalda. En un rápido movimiento, tomó tres de las pokéballs que tenía más cerca, y de un salto llegó a la puerta del apartamento, abriéndola -No tengo dinero, pero ahora tengo esto- Agitó los tres redondos artefactos frente al muchacho y sonrió, decidida a hacer lo que estaba apunto de hacer -Si me alcanzas, te los devuelvo, si logro correr una cuadra completa, me dejas quedarme- No tenía intención alguna de quedarse con los pokémon del chico, solo buscaba un sitio donde dormir, y confiaba plenamente en su velocidad.

Antes de que pudiese escuchar alguna palabra, grito o insulto del dueño del apartamento, la niña ya estaba corriendo escaleras abajo, saltando por las barandillas y llegando al primer piso en menos de lo que él hubiese tardado en parpadear. Abrió la puerta de calle, seguida por su Zorua, y el gélido viento de la noche la golpeó con fuerzas; Mucho frío para su gusto, aún así no tardó más de medio segundo en acostumbrarse y seguir corriendo calle abajo. Estaba haciendo algo realmente estúpido, y lo sabía, si él no la asesinaba seguramente otro psicópata lo haría, en especial en aquella ciudad. Y si no, moriría de hambre o frío los días que pasara a la intemperie. No había de otra, y su meta estaba realmente cerca, pero justo antes de llegar al fin de la calle dos pokémon salvaje aparecieron de la nada, gruñendo. Nox saltó enseguida frente a la muchacha, listo para luchar.

El miembro 'Itami' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Darkdust City' :

Lo primero que hizo la chica fue dar un paso atrás para no interponerse entre el Zorua y el Litwick, frunciendo el ceño -Tsk, esto retrasará mis planes- Murmuró con los dientes apretados, mientras Nox gruñía sin reparo en el otro pokémon, el Bisharp que no lucía realmente dispuesto a quedarse cruzado de brazos tampoco. Pero Itami sabía que no tendría oportunidad con este si era su primera batalla, y la del Zorua también, así que escogió ir a por el más pequeño primero, y sacarlo de su camino. Dio otro paso atrás, y miró a Nox por unos momentos, para soltar un largo suspiro y deshacerse de los nervios de primeriza -¡Usa finta!- Balbuceó algo insegura, puesto que era la primera vez que le decía a un pokémon como combatir.

El miembro 'Itami' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

El primer ataque resultó bastante bien, el Zorua no dudó en ningún momento y fue un impacto directo, aunque algo débil. Dejó aturdido al Litwick, y este no logró recomponerse para atacar de vuelta, así que antes de que se diera cuenta de lo que acababa de pasar Nox se alejó con agilidad, volviendo a su punto anterior, seguro de su rango de ataque. La pelinegra sonrió sorprendida, era la primera vez que pelaba y no resultó nada mal, pero solo era el primer ataque y no debía confiarse, regla básica, supuso. Tampoco podría dejar la pelea hasta ahí, así que se mordió el labio inferior pensando en otro ataque -Ahora, golpes furia- Cruzó los dedos esperando que aquello terminase rápido, porque tenía que llegar a la esquina antes de que la alcanzara.

El miembro 'Itami' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Nuevamente, el Zorua había acertado con el ataque, pero esta vez logró ser alcanzado por las llamas del giro fuego del Litwick, resultando herido, aunque casi no fue nada que pudiera notar. Volvieron a sus antiguos lugares, desafiándose con la mirada, mientras la pelinegra se debatía entre mirar a sus espaldas y volver la vista al frente, esperando no ser alcanzada por el pelinegro, que aseguraba debía de estar muy enfadado. Para extender sus posibilidades de vida, decidió que era mejor terminar rápido con la batalla y seguir corriendo -¡Rápido, acaba con él!- Gritó mientras movía una pierna algo nerviosa.

El miembro 'Itami' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Finalmente, la batalla había terminado, dictando al Zorua como ganador, y el Litwick terminando en el piso. Como aún no la alcanzaba, pensó que lo mejor era correr directamente a la calle y ganar su puesto en el apartamento, pero ver al pequeño pokémon tipo fantasma en la calle le decía que debía llevarlo con ella, al menos. Entonces recordó que, junto con Nox, sus padres le habían pasado aquellas pokéballs vacías para que pudiese 'entretenerse' capturando pokémon salvajes. Al comienzo no le vio el chiste, pero finalmente decidió lanzar la pokéball y esperar a ver que pasaba, y después huir del Bisharp para que este se enfrentara al muchacho y así retrasarlo -¡Vamos Nox! Tenemos que llegar al final- Le dijo con una sonrisa mientras lanzaba la pokeball.

El miembro 'Itami' ha efectuado la acción siguiente: Dados

#1 'Captura' :


--------------------------------

#2 'Evolución' :

Antes de que pudiera darse cuenta, ella ya había corrido con las pokébolas de su Mandibuzz, Pawniard y de su Hydreigon, debía reconocer algo, la mocosa tenía talento para despistarlo y llevarse los objetos sin mostrar ningún problema, pero no era momento para poder admirar sus habilidades.- ...¡Maldita mocosa! -Con su reacción tardía, salió con su Umbreon y abrió la puerta de una patada, mirando que ella ya se encontraba fuera del edificio, fue muy rápida como para escaparse en tan corto tiempo. Sin más opción, retrocedió unos pasos y luego avanzó con todo el impulso que tenia al frente, dando un gran salto para pasar sobre la baranda del balcón y comenzando a caer hacia el suelo, de no ser por la forma en como comenzó a mover sus piernas, iba a lesionarse de seguro. Al caer, solo se hizo dañó al amortiguar su caída con los pies, no tenía tiempo para maldecir, debía alcanzar a la mocosa cuanto antes.

Corriendo bastante lastimado, persiguió a la chica entre toda la calle, al parecer ella habia entrado a un combate, genial, esto haría que se retrasara y pudiera recuperar las pokébolas robadas. Le tomó un tiempo, pero logró recuperar una de las tres pokébolas robadas a duras penas, pues ella logró escaparse de nuevo cuando venció a aquel Litwick, ahora interponiéndose un Bisharp en su camino, no teniendo de otra que combatir.- Yozora... ¡Juego Sucio! -Mandó a que su pokémon se lanzara de inmediato a atacar.

El miembro 'Shia Akatsuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Umbreon se acercó a Bisharp a atacar con Juego Sucio, debía aprovechar el alto ataque del pokémon si quería vencerlo, y por ello, decidió ir a atacar con ese movimiento, nuevo para su Umbreon. Bisharp recibió el golpe, pero de alguna forma contuvo el daño, y al tener cerca al pokémon de Shia, usó Corte Umbrío para dañarlo con mejor efectividad de lo que el había hecho.- Mierda... -Umbreon retrocedió levemente algo lastimado, observando al contrario fijamente.- ¡Pulso Umbrío! -Mandó de nuevo a que su pokémon ataque, esperando a que tuviera éxito.

El miembro 'Shia Akatsuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Bisharp se acercó con rapidez a repetir Tajo Umbrío, al tener este éxito en el primer uso. Sin embargo, a pesar de lograr hacer un pequeño daño, Bishar trató de atacar por segunda vez, pero fue obligado a retroceder por el Pulso Umbrío, doblegándose al daño y mirando desde la lejanía al pokémon que aun se mostraba listo para continuar.- Yozora, acércate a Bishar. -Mandó su entrenador a que hiciera ello, y mientras Umbreon lo hacía, Bisharp se preparaba para poder atacar con Cabeza Hierro, su ataque al ser muy alto, debía bastar para parar el ataque de su oponente.

El miembro 'Shia Akatsuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Bisharp se acercó con su cabeza listo para asestar su golpe contra el pokémon siniestro, golpeando con fuerza a este, y mientras lo arrastraba, Shia observó justo el momento perfecto para atacar.- ¡Vendetta! -Umbreon asintió y dio un gran giro quedando atrás de Bisharp para atacar con todo su cuerpo, embistiéndolo con fuerza y haciendo que caiga, pero aun estaba malherido. Bisharp se levantó y ambos se miraron, estaban casi a la par, igual de lastimados y casi por caer, al menos tres ataques bastarían para dejar a los pokémon fuera de combate.- ¡Ve Yozora! -Umbreon asintió a lo que dijo su entrenador y comenzó a correr para acercarse al pokémon contrario.

El miembro 'Shia Akatsuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Bisharp corrió en dirección a Umbreon para atacar con Puño Bajo, golpeando primero al pokémon siniestro sin darle chance a responder, quien a duras penas reaccionó y pudo golpearlo con Vendetta, de nuevo, quedando ambos en un estado casi moribundo, pero Umbreon se veía peor, pues un paso más y podía caer en cualquier momento.- Descuida Yozora, lo hiciste bien. –Dijo Shia regresando a su pokémon a su respectiva pokébola y tomando otra con su Pawinard recién recuperado, mirando a su oponente y liberándolo para combatir.- ¡Pawniard! –El pokémon acero y siniestro salió con sus navajas listas para atacar, notando que Bisharp se acercó ya para querer retomar el combate.

El miembro 'Shia Akatsuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Shia pudo notar las intenciones del pokémon salvaje en tomar la ofensiva primero, y lo logro, fue un ataque de Tajo Umbrío muy fuerte, dañando al pokémon como correspondía, pero el tenía un as bajo la manga. Bisharp, al estar muy cerca de Pawnaird, no tenía escapatoria para poder librarse del ataque que venía preparándose.- ¡Repite como él! ¡Corte! –Pawniard asintió y con sus dos navajas, comenzó a atacar al pokémon adversario con una serie de cortes que fueron lastimándolo continuamente, dejándolo al fin fuera de combate.- Veamos si entras... –Shia tomo una pokébola libre que tenía guardad y la lanzó contra el pokémon