¿Yo? ¿Temblar? Q-q-quéeeee v-v-v-aaaaa {Captura-Evo}

Recuerdo del primer mensaje :

–La hostia puta, menudo frío. ¡Ponyta! Acércate un poco más, porfaplís.

La pokémon accedió de buena gana, situándose al lado de Crate. Raichu, sin un pelo de tonta, se subió sobre su lomo y se acomodó entre las llameantes crines. Era bien sabido que cuando un Ponyta no tiene miedo o agresividad hacia alguien (en ése caso, Crate, Raichu y Empoleon), sus crines no queman, pero sí que eran calentitas en un ambiente tan frío como aquél.

Empoleon iba abriendo paso gracias a su gran tamaño y su aparente inmunidad ante el frío (estar medio hecho de metal debía ser una ayuda), dejándoles así a Crate y Ponyta, que iban detrás, un camino libre de nieve. Era algo cansado, pero Empoleon lo lograba gracias a su enorme resistencia.

Finalmente, ante ellos se alzó la construcción que iban buscando: el Castillo de Hielo. Crate pegó un bote al verlo, y sus pokémon no evitaron grititos de alegría. Ignorando la ventisca que se cernía sobre ellos, Ponyta se adelantó y comenzó a lanzar un Ascuas, que de repente se unificó y se transformó en una columna de fuego que salía de su boca.
–¡Ponyta, eso es un Lanzallamas! –exclamó Crate, corriendo a abrazar a su pokémon. Ésta se animó y por fin logró terminar de crear el camino de nieve fundida hasta el castillo.

–VS–      
{10/40} - {05/40}

El ataque de Eevee chocó contra el que el Swinub le estaba propinando, otro también físico. Ambos pokémon forcejearon entre choque y choque, anulándose ambos mutuamente. No se lograban sacar ni ventaja ni desventaja, aunque Eevee seguía teniendo algo más de vitalidad que el Swinub. Crate admiraba el enfrentamiento en el sitio, pocos de ellos eran tan encarnizados como el que estaba viendo. Se le ocurrió pensar que igual Eevee le estaba intentando impresionar, pero lo descartó, por lo que sabía la pokémon era arrogante y orgullosa y no buscaría su aprobación. A no ser...
Sus pensamientos se vieron interrumpidos al caer la pokémon a su lado y mantenerse en pie a duras penas, el enemigo casi caído. Así que Crate le animó a realizar un último ataque.
–¡PLACAJE!

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'Batalla' :

–VS–      
{05/40} - {00/40}

Eevee corrió como pudo contra el pokémon enemigo, y al hacerlo saltó sobre una roca nevada que parecía estar únicamente estorbando. Al momento Eevee comenzó a brillar, y Crate observó pasmada cómo su forma cambiaba a una más grande y de colores fríos, un pokémon que Crate había visto contadas veces y que se decía que pocos podían tener por sólo evolucionar en determinados sitios...
Glaceon recibió un nimio golpe que contrarrestó con la fuerza renovada de su Placaje, venciendo al Swinub. Entonces, volvió junto a Crate y sus pokémon, ganándose sus alabranzas y gritos de alegría. Crate también se lanzó a abrazarla, era increíble que con lo mal que se había portado al principio hubieran acabado apreciándose.

Entonces, Glaceon se acercó a la mochila y rebuscó entre las cosas hasta que sacó con la boca una poké ball, la cual entregó a Crate. La entrenadora la miró con asombro, pero no rechistó al ver que la pokémon asentía lentamente con la cabeza y una sonrisa. Rozó suavemente su frente, y observó con cuidado cómo ésta entreba en la poké ball sin ofrecer resistencia. Sonrió, y lanzó su grito al cielo:
–¡TENGO UNA GLACEON!
Y los de sus pokémon se sumaron al suyo, una proclamación de victoria.

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'Evolución' :