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Personajes y conceptos de Pokémon no son propiedad del foro. Pokémon es perteneciente a Satoshi Tajiri y Nintendo.
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El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Recuerdo del primer mensaje :
Un largo viaje habían emprendido desde que durmieron juntos en aquella ciudad, luego de ser víctimas de aquella pesadilla en el interior de esa mansión abandonada. Luego de salir de la oscuridad que gobernaba en aquel lugar, se juró a si mismo que nunca más regresaría a la misma, salvo que tenga una buena razón para hacerlo. Para la suerte de ambos, aquel centro pokemon les brindó todo lo que necesitaban en ese momento. Una cama para poder descansar, ropa para poder secar la propia y el alimento que sus estómagos pedían a gritos. Cuando los rayos del sol hicieron presencia en el horizonte, ambos partieron de aquella ciudad juntos, como se habían prometido. Tomados de la mano, como los dos enamorados que eran. Uno al lado del otro, sin saber hacía donde ir o que ruta tomar. No era algo que al castaño le importara mientras estuviera al lado de ella. Además, cualquier lugar sería mejor que la ciudad en donde acababan de estar, de eso no había duda alguna. Y luego de que ambos dieran aquel paso y sus labios se unieran, el muchacho deseaba llegar a un lugar en donde los dos pudieran pasar un momento especial.
Cual puede ser el lugar ideal para que dos personas enamoradas estén juntas. Un bosque, una ciudad con todos los lujos, una playa… O un muelle. Todas las opciones parecían tener cosas positivas y negativas en la mente del castaño y al final, el resultado perfecto fue el lugar a donde llegaron luego de caminar varios días, tomando descansos cada cierto tiempo, comiendo la comida que le habían regalado en aquel centro pokemon y durmiendo uno al lado del otro en cualquier parte cómoda que encontraban. Una ciudad completamente rodeada por el agua cristalina, cuyo azul marino se veía reflejado por el hermoso color del firmamento. Un aire cálido, el murmullo típico de las ciudades y el aroma a agua salada que se percibía en el ambiente. Comparada con la ciudad en la que habían estado antes, aquel lugar era el mismísimo cielo. Y qué mejor que un muelle para estar a solas con aquella muchacha. Aunque claro, hasta entonces era una sorpresa.
Preparativos, compras, ideas que se dibujaban en la mente del muchacho a cada instante. Pero para cada una de ellas necesitaba alejarse un par de horas de Sapphire, no quería que la sorpresa fuera arruinada por estar junto a ella ni que sospechara absolutamente nada. La idea había sido buscar nuevamente un centro pokemon en donde poder quedarse, pero el castaño no deseaba esto. Prefería alojarse en un hotel aquella noche, cuya comida sea digna de un rey para ella. Y además, mientras más cerca este el mismo del centro de aquella ciudad, más tiempo tendría él para preparar todo. Después de todo, había una gran variedad de recreación que se podía admirar en aquel lugar. Seguramente existían pokemon que hasta ahora ninguno de los dos había visto. Solo esperaba que los mismos no aparecieran en el momento en que él estuviera realizando los preparativos. Para estos últimos no solo necesitaría tiempo, si no también algunas manos extras.
Una gran edificación fue el hotel que el castaño encontró para poder pasar la noche. No importaba que el mismo fuera costoso, tenía el dinero suficiente para pagarlo. Aunque no lo estuviera en efectivo, las tarjetas de sus padres, la herencia de su abuelo… Todo le ayudaba a cubrir los gastos que deseara cubrir. La altura de la edificación era admirable, se asemejaba a esos rascacielos que se encuentran en las grandes ciudades y que no parecen tener un fin alguno. En su interior, la principal fuente de decoración era el agua. Fuentes, cascadas que no se sabía en donde iniciaban, si eran naturales o artificiales. Se podían apreciar algunos pokemon de este tipo, jugando entre las distintas fuentes que había, cada una con una imagen diferente como también un tamaño distinto. Luego de que le entregaran la habitación, ubicada quizás en el mejor lugar de aquel hotel, con una vista perfecta hacía el mar, el muchacho dejó sus cosas y se despidió, con un cálido beso en los labios, de su amada. Le dejaría la tarde libre para ella, podría comprar lo que deseara y él, ya tenía su tarde ocupada en lo que deseaba preparar.
Nunca pensó que preparar algo lindo para una mujer pudiera tomar tanto tiempo, aunque debía darle las gracias a los numerosos impedimentos que había tenido. El obsequió no quedó como lo tenía en mente. Decorar todo el muelle para ella sola había sido una idea un tanto exagerada y no podría lograrlo en un simple día. Pero el regalo no estaba arruinado del todo, le había comprado lo que deseaba comprarle y ahora solo restaba volver al hotel y llevarla hasta aquel lugar. La noche estaba por caer, la tarde se había pasado sumamente rápido pero de igual manera le había extrañado. Estar separado de ella no era algo fácil de sobrellevar, cuando ya se había acostumbrado a la calidez de su cuerpo y la seguridad que le transmitía. Llegó al hotel cuando los últimos rayos del sol comenzaban a despedirse del firmamento. Subió en el ascensor hasta llegar al piso en donde estaba la habitación e ingresó en la misma, volviendo a ver con sus ojos la belleza de su compañera. – Ven… tengo algo que enseñarte. – Comentó antes de caminar hacía ella y rodear su cintura con sus brazos. Brindó un suave y corto beso a sus labios y se quedó en silencio unos segundos. - ¿Confías en mi? – Preguntó, puesto que para que el regalo fuera una sorpresa, deseaba llevarla con sus ojos vendados hasta el muelle. Con impaciencia esperó su respuesta.
Un largo viaje habían emprendido desde que durmieron juntos en aquella ciudad, luego de ser víctimas de aquella pesadilla en el interior de esa mansión abandonada. Luego de salir de la oscuridad que gobernaba en aquel lugar, se juró a si mismo que nunca más regresaría a la misma, salvo que tenga una buena razón para hacerlo. Para la suerte de ambos, aquel centro pokemon les brindó todo lo que necesitaban en ese momento. Una cama para poder descansar, ropa para poder secar la propia y el alimento que sus estómagos pedían a gritos. Cuando los rayos del sol hicieron presencia en el horizonte, ambos partieron de aquella ciudad juntos, como se habían prometido. Tomados de la mano, como los dos enamorados que eran. Uno al lado del otro, sin saber hacía donde ir o que ruta tomar. No era algo que al castaño le importara mientras estuviera al lado de ella. Además, cualquier lugar sería mejor que la ciudad en donde acababan de estar, de eso no había duda alguna. Y luego de que ambos dieran aquel paso y sus labios se unieran, el muchacho deseaba llegar a un lugar en donde los dos pudieran pasar un momento especial.
Cual puede ser el lugar ideal para que dos personas enamoradas estén juntas. Un bosque, una ciudad con todos los lujos, una playa… O un muelle. Todas las opciones parecían tener cosas positivas y negativas en la mente del castaño y al final, el resultado perfecto fue el lugar a donde llegaron luego de caminar varios días, tomando descansos cada cierto tiempo, comiendo la comida que le habían regalado en aquel centro pokemon y durmiendo uno al lado del otro en cualquier parte cómoda que encontraban. Una ciudad completamente rodeada por el agua cristalina, cuyo azul marino se veía reflejado por el hermoso color del firmamento. Un aire cálido, el murmullo típico de las ciudades y el aroma a agua salada que se percibía en el ambiente. Comparada con la ciudad en la que habían estado antes, aquel lugar era el mismísimo cielo. Y qué mejor que un muelle para estar a solas con aquella muchacha. Aunque claro, hasta entonces era una sorpresa.
Preparativos, compras, ideas que se dibujaban en la mente del muchacho a cada instante. Pero para cada una de ellas necesitaba alejarse un par de horas de Sapphire, no quería que la sorpresa fuera arruinada por estar junto a ella ni que sospechara absolutamente nada. La idea había sido buscar nuevamente un centro pokemon en donde poder quedarse, pero el castaño no deseaba esto. Prefería alojarse en un hotel aquella noche, cuya comida sea digna de un rey para ella. Y además, mientras más cerca este el mismo del centro de aquella ciudad, más tiempo tendría él para preparar todo. Después de todo, había una gran variedad de recreación que se podía admirar en aquel lugar. Seguramente existían pokemon que hasta ahora ninguno de los dos había visto. Solo esperaba que los mismos no aparecieran en el momento en que él estuviera realizando los preparativos. Para estos últimos no solo necesitaría tiempo, si no también algunas manos extras.
Una gran edificación fue el hotel que el castaño encontró para poder pasar la noche. No importaba que el mismo fuera costoso, tenía el dinero suficiente para pagarlo. Aunque no lo estuviera en efectivo, las tarjetas de sus padres, la herencia de su abuelo… Todo le ayudaba a cubrir los gastos que deseara cubrir. La altura de la edificación era admirable, se asemejaba a esos rascacielos que se encuentran en las grandes ciudades y que no parecen tener un fin alguno. En su interior, la principal fuente de decoración era el agua. Fuentes, cascadas que no se sabía en donde iniciaban, si eran naturales o artificiales. Se podían apreciar algunos pokemon de este tipo, jugando entre las distintas fuentes que había, cada una con una imagen diferente como también un tamaño distinto. Luego de que le entregaran la habitación, ubicada quizás en el mejor lugar de aquel hotel, con una vista perfecta hacía el mar, el muchacho dejó sus cosas y se despidió, con un cálido beso en los labios, de su amada. Le dejaría la tarde libre para ella, podría comprar lo que deseara y él, ya tenía su tarde ocupada en lo que deseaba preparar.
Nunca pensó que preparar algo lindo para una mujer pudiera tomar tanto tiempo, aunque debía darle las gracias a los numerosos impedimentos que había tenido. El obsequió no quedó como lo tenía en mente. Decorar todo el muelle para ella sola había sido una idea un tanto exagerada y no podría lograrlo en un simple día. Pero el regalo no estaba arruinado del todo, le había comprado lo que deseaba comprarle y ahora solo restaba volver al hotel y llevarla hasta aquel lugar. La noche estaba por caer, la tarde se había pasado sumamente rápido pero de igual manera le había extrañado. Estar separado de ella no era algo fácil de sobrellevar, cuando ya se había acostumbrado a la calidez de su cuerpo y la seguridad que le transmitía. Llegó al hotel cuando los últimos rayos del sol comenzaban a despedirse del firmamento. Subió en el ascensor hasta llegar al piso en donde estaba la habitación e ingresó en la misma, volviendo a ver con sus ojos la belleza de su compañera. – Ven… tengo algo que enseñarte. – Comentó antes de caminar hacía ella y rodear su cintura con sus brazos. Brindó un suave y corto beso a sus labios y se quedó en silencio unos segundos. - ¿Confías en mi? – Preguntó, puesto que para que el regalo fuera una sorpresa, deseaba llevarla con sus ojos vendados hasta el muelle. Con impaciencia esperó su respuesta.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Pese a que de cierta forma el pequeño Mudkip se encontraba debilitado, no creía que sería capaz de realizar un ataque más potente que el realizado por mi compañero, quien sorprendido al ser capaz de interceptar su golpe como su ultimo movimiento, recibió tanto este como su contrincante un gran daño por ambos lados haciendo que retrocedieran por el impacto causado por el mismo, debilitando a los dos Pokemons en el proceso. Sin embargo el que se llevó la peor parte fue el Mudkip del contrario, quien al recibir los ataques de mi compañero con anterioridad, no fue capaz de seguir luchando contra Pancham. Quien a su vez comenzaba a levantarse con dificultad al estar más debilitado, mas sacudiendo su cabeza logro incorporarse completamente para concentrarse en su siguiente oponente.
Parecía cansado, eso no me cabía la menor duda al ver como jadeaba lentamente más intentaba disimularlo al mover de un lado a otro la hoja que traía en su boca. Pensando que no sería capaz de poder aguantar un segundo combate por su condición y a su vez no arriesgar su salud para traer consecuencias severas, tome de su Pokeball para poder retirarlo al mismo tiempo que Ruby regresaba a su Pokemon caído. Sin embargo este rápidamente al saber de mis intenciones, se giró hacia mi dando un leve chirrido mientras negaba con la cabeza como para hacerme entender a lo que se refería.- ¿Quieres continuar?- Algo dudosa por mis propias palabras le mire con inquietud al ver que se negaba a regresar a aquel aparato y que por lo visto aún tenía la energía suficiente, al menos psicológica, para poder continuar con el combate, pese a que en el campo había un nuevo oponente para este. Suspirando resignada, afirme a su petición guardando nuevamente de su Pokeball entre mis ropas mientras observaba con detención los posibles movimientos de mi contrario. Había liberado uno de sus dos Pokemons eléctricos que traía en su equipo, por lo tanto probablemente su Pikachu sería su última opción, si es que quería realizar un duelo tres contra tres y por lo cual dejaría posiblemente al último a Blaziken para que terminase con este si es que el siguiente no fuese capaz de poderse enfrentar con los dos restantes del joven. Por suerte aun traíamos un tanto la ventaja, lo que hacía que cierta confianza aún se mantuviera presente y más al ver que después de todos los problemas pasados durante el día, al final Pancham pudo reconocerme como su entrenadora aun con la rebeldía que presentaba en un principio negándose incluso a querer recibir mi ayuda. Negué con la cabeza intentando concentrarme en el combate, aún quedaba mucho por que seguir al permanecer este aun con Pokemons disponibles y si es que quería vencerle.
-Ren, utiliza Gancho alto.- Como la vez anterior, Pancham comenzó a correr en dirección hacia el Pachirisu generando gran parte de su energía alrededor de su puño derecho para poder acercarse a su contrincante para asestar su golpe.
Pv 15/40
Parecía cansado, eso no me cabía la menor duda al ver como jadeaba lentamente más intentaba disimularlo al mover de un lado a otro la hoja que traía en su boca. Pensando que no sería capaz de poder aguantar un segundo combate por su condición y a su vez no arriesgar su salud para traer consecuencias severas, tome de su Pokeball para poder retirarlo al mismo tiempo que Ruby regresaba a su Pokemon caído. Sin embargo este rápidamente al saber de mis intenciones, se giró hacia mi dando un leve chirrido mientras negaba con la cabeza como para hacerme entender a lo que se refería.- ¿Quieres continuar?- Algo dudosa por mis propias palabras le mire con inquietud al ver que se negaba a regresar a aquel aparato y que por lo visto aún tenía la energía suficiente, al menos psicológica, para poder continuar con el combate, pese a que en el campo había un nuevo oponente para este. Suspirando resignada, afirme a su petición guardando nuevamente de su Pokeball entre mis ropas mientras observaba con detención los posibles movimientos de mi contrario. Había liberado uno de sus dos Pokemons eléctricos que traía en su equipo, por lo tanto probablemente su Pikachu sería su última opción, si es que quería realizar un duelo tres contra tres y por lo cual dejaría posiblemente al último a Blaziken para que terminase con este si es que el siguiente no fuese capaz de poderse enfrentar con los dos restantes del joven. Por suerte aun traíamos un tanto la ventaja, lo que hacía que cierta confianza aún se mantuviera presente y más al ver que después de todos los problemas pasados durante el día, al final Pancham pudo reconocerme como su entrenadora aun con la rebeldía que presentaba en un principio negándose incluso a querer recibir mi ayuda. Negué con la cabeza intentando concentrarme en el combate, aún quedaba mucho por que seguir al permanecer este aun con Pokemons disponibles y si es que quería vencerle.
-Ren, utiliza Gancho alto.- Como la vez anterior, Pancham comenzó a correr en dirección hacia el Pachirisu generando gran parte de su energía alrededor de su puño derecho para poder acercarse a su contrincante para asestar su golpe.
Pv 15/40
Sapphire- Entrenador
- Mensajes : 432
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Edad : 27
Localización : Umm ... Here ! -Apunta un lugar aleatorio en el mapa- (?)
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Mimi. Hasta ahora había sido una de sus mejores compañeras, demostrando tener un poder increíble desde el momento en que eclosionó de aquel huevo. Sus ataques generalmente ocasionaban heridas graves en su oponente y muchas veces, terminaba paralizando a los mismos. Pero ahora estaba en gran desventaja por lo que el joven no podía arriesgarse a cometer error alguno. Sin embargo, con ella en el campo de batalla se sentía mucho más seguro que antes. Sabía la fuerza que poseía y confiaba plenamente en sus habilidades. Tanto, que la frustración que antes se había apoderado de su rostro cambió por una frialdad y seriedad un tanto molesta. Seguramente su enamorada se daría cuenta de ello, de que estaba concentrado y de que no le haría las cosas sencillas en este combate. Si deseaba ponerla a prueba para saber el potencial que tenía, debía dar absolutamente todo de él y plasmar todo lo que había aprendido en las órdenes que le daba a sus compañeros. – Muy bien Mimi… no te confíes, espera que él ataque – Sentenció mientras llevaba una de sus manos a su bolsillo, demostrando la seguridad que sentía en si mismo.
Aquel pokemon volvió a abalanzarse contra su contrincante. La seguridad que poseía en su fuerza era sin duda admirable o tal vez, estaba ganando esa confianza al ver que los ataques del anterior pokemon del muchacho eran sumamente débiles. Quizás la arrogancia que había ganado al sentirse superior le estaba jugando en contra en sus acciones. Mimi no era un rival sencillo de derrotar, aunque su apariencia tierna y dulce podía confundir a cualquiera y estos podían verla como alguien débil, un pokemon que solamente podía ser llevado para concursos o como mascota. Ella era distinta, tenía potencial en belleza, en carisma y también en fuerza. La pequeña obedeció al píe de la letra las órdenes de su entrenador, mientras con una mirada dulce y tierna observaba como aquel pokemon corría en dirección a ella, divirtiéndose por la forma en que este se desplazaba, como si el hecho de que le atacara le resultara algo sumamente divertido y reconfortante. Antes no se acostumbraba a las batallas y tenía miedo de estas, ahora… La electricidad de su cuerpo era un verdadero peligro.
-Rodea su cuerpo con tu cola y esquívalo – Sentenció el muchacho. En el instante en que aquel pokemon quiso dar el golpe al cuerpo de la pequeña, la misma se desplazó con gran destreza hacia uno de los costados. Su cola esponjosa sirvió como una bufanda en el cuello de aquel pokemon y gracias a esta rodeándole del mismo se ubicó detrás de él sin muchos problemas. - ¡Chispazo! – Gritó. Aquel ataque le había salvado en innumerables ocasiones, demostrando tener un dominio y control perfecto en el poder del mismo. La electricidad acumulada en sus mejillas fue liberada de un momento a otro en forma de una gran descarga eléctrica la cual comenzó a dividirse en numerosos rayos de electricidad que afectaban el área en donde se encontraban, impactando constantemente contra el suelo. El joven esperaba que con este ataque, aquel pokemon quedara fuera de combate.
40/40 Pv.
Aquel pokemon volvió a abalanzarse contra su contrincante. La seguridad que poseía en su fuerza era sin duda admirable o tal vez, estaba ganando esa confianza al ver que los ataques del anterior pokemon del muchacho eran sumamente débiles. Quizás la arrogancia que había ganado al sentirse superior le estaba jugando en contra en sus acciones. Mimi no era un rival sencillo de derrotar, aunque su apariencia tierna y dulce podía confundir a cualquiera y estos podían verla como alguien débil, un pokemon que solamente podía ser llevado para concursos o como mascota. Ella era distinta, tenía potencial en belleza, en carisma y también en fuerza. La pequeña obedeció al píe de la letra las órdenes de su entrenador, mientras con una mirada dulce y tierna observaba como aquel pokemon corría en dirección a ella, divirtiéndose por la forma en que este se desplazaba, como si el hecho de que le atacara le resultara algo sumamente divertido y reconfortante. Antes no se acostumbraba a las batallas y tenía miedo de estas, ahora… La electricidad de su cuerpo era un verdadero peligro.
-Rodea su cuerpo con tu cola y esquívalo – Sentenció el muchacho. En el instante en que aquel pokemon quiso dar el golpe al cuerpo de la pequeña, la misma se desplazó con gran destreza hacia uno de los costados. Su cola esponjosa sirvió como una bufanda en el cuello de aquel pokemon y gracias a esta rodeándole del mismo se ubicó detrás de él sin muchos problemas. - ¡Chispazo! – Gritó. Aquel ataque le había salvado en innumerables ocasiones, demostrando tener un dominio y control perfecto en el poder del mismo. La electricidad acumulada en sus mejillas fue liberada de un momento a otro en forma de una gran descarga eléctrica la cual comenzó a dividirse en numerosos rayos de electricidad que afectaban el área en donde se encontraban, impactando constantemente contra el suelo. El joven esperaba que con este ataque, aquel pokemon quedara fuera de combate.
40/40 Pv.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El miembro 'Ruby Shirayuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Sabía que con el cansancio que presentaba, se le haría mucho más difícil el poder ejecutar sus ataques con mayor acierto que las veces pasadas y que a su vez el exceso de confianza que podía llegar a poseer podría jugarle en contra. Sin embargo ya eso a estas alturas no importaba al ver cómo pese a dirigirse hacia donde se encontraba el Pokemon contrario, esta vez se podía ver cierta lentitud en sus movimientos poco notorios, pero al estar acostumbrada a observarle en sus entrenamientos comprendí que algo en él no estaba del todo bien tan solo al verle su desplazamiento hacia su contrincante. Tal y como me lo temía, este fallo miserablemente en la ejecución de su ataque siendo esquivado por el Pachirisu quien no dudo a su vez a realizar rápidamente un contraataque sobre mi compañero, cosa que genero mayor daño al aun permanecer con su pelaje húmedo, atrayendo con más potencia de aquellos rayos invocados por el mismo, derrotando en aquel turno a Pancham, quien esta vez no pudo lograr incorporarse pese a querer seguir luchando, por lo que tomando nuevamente de su Pokeball de entre mis ropas, regrese a mi compañero caído evitando así cualquier posibilidad de que siguiese dañándose.-Esta bien Ren, estuviste excelente.- Sonreí cálidamente a la vez que miraba el aparato que se encontraba en mis manos para felicitarle ante ambos combates que había dado, pese a que en el último no le hizo daño ni si quiera logro tocar a su contrincante.
Suspire pesado mientras fijaba mi mirada hacia donde traía entre mis pertenencias, las Pokeballs de mis distintos Pokemons los cuales formaban parte de mi equipo. Por tipo, no podía sacar a Croconaw, por ello este quedo inmediatamente descartado, aunque sabía que aquel reptil gigante podría dar quizás una buena batalla si es que no tuviese problemas por el tipo que posee. Blaziken era mi última opción a pedir y no quería sacarla antes como medida desesperada, por ello tome la única Pokeball la cual me quedaba y la que le pertenecía a uno de los primeros miembros que comenzaron su aventura junto conmigo y a mi compañera.- ¡Ve Rono!- Anuncie soltando de este de aquel aparato el cual empuñaba con mi mano y que le mantenía capturado, dejándolo salir de este tras un haz de luz blanquecino que poco a poco dio a dar a conocer su forma. Este curioso y a la vez animoso de poder salir después de pasar todo el día encerrado, comenzó a correr los alrededores mordiendo el borde del pilar del muelle al ver que este poseía algo de hierro como soporte del mismo.- ¡Rono no!- Corrí en dirección a este tomándolo de su abdomen al ver que mordía con tal energía de este, mas dejando un pequeño hueco al retirar aquel pedazo con su boca. Al verle solo pude dar una risa nerviosa al aire, regresando con este del brazo a la posición que inicialmente tenia al comenzar el combate y dejando finalmente este en el suelo para esperar el ataque del contrario.
Pv 00/40
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Suspire pesado mientras fijaba mi mirada hacia donde traía entre mis pertenencias, las Pokeballs de mis distintos Pokemons los cuales formaban parte de mi equipo. Por tipo, no podía sacar a Croconaw, por ello este quedo inmediatamente descartado, aunque sabía que aquel reptil gigante podría dar quizás una buena batalla si es que no tuviese problemas por el tipo que posee. Blaziken era mi última opción a pedir y no quería sacarla antes como medida desesperada, por ello tome la única Pokeball la cual me quedaba y la que le pertenecía a uno de los primeros miembros que comenzaron su aventura junto conmigo y a mi compañera.- ¡Ve Rono!- Anuncie soltando de este de aquel aparato el cual empuñaba con mi mano y que le mantenía capturado, dejándolo salir de este tras un haz de luz blanquecino que poco a poco dio a dar a conocer su forma. Este curioso y a la vez animoso de poder salir después de pasar todo el día encerrado, comenzó a correr los alrededores mordiendo el borde del pilar del muelle al ver que este poseía algo de hierro como soporte del mismo.- ¡Rono no!- Corrí en dirección a este tomándolo de su abdomen al ver que mordía con tal energía de este, mas dejando un pequeño hueco al retirar aquel pedazo con su boca. Al verle solo pude dar una risa nerviosa al aire, regresando con este del brazo a la posición que inicialmente tenia al comenzar el combate y dejando finalmente este en el suelo para esperar el ataque del contrario.
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Cambio Pancham por Aron
Pv 40/40
Sapphire- Entrenador
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Edad : 27
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El simple contacto de aquella descarga eléctrica contra el cuerpo de aquel pokemon dio fin a la batalla. El pelaje de aquel pequeño pokemon aún se encontraba mojado por los ataques que anteriormente habían afectado su cuerpo. La confianza que había tenido aquel pequeño ante los mismos había sido tal, que ni siquiera se había molestado en esquivarles y esto, solamente logró potenciar el ataque de su nuevo contrincante, que en esta ocasión tenía mucha más experiencia en las batallas que el anterior. Después de todo, Mimi había sido uno de los primeros pokemon que había estado al lado del joven en el inicio de su aventura junto a Pichu, quien ahora se había transformado en un fuerte Raichu dejando atrás su faceta conocida por la muchacha de Pikachu. Esta era una de las razones por las cuales lo estaba dejando para el final del combate, ya que después de que Lucario decidiera abandonar al joven para continuar su propio camino, Raichu era uno de sus pokemon más fuertes y con quien tenía un lazo especial a diferencia de todos los demás. Sin embargo, el combate aún continuaba y el nuevo pokemon de su enamorada era aquel pequeño Aron que el joven no había tenido la posibilidad de ver en batalla.
Se sorprendió en el instante en que observó como el pokemon liberado por la muchacha se abalanzaba inmediatamente contra los muros de acero que cubrían el mirador del muelle. Dio un gran mordisco al mismo y extrajo de este un trozo de acero, como si cortar el mismo fuera la tarea más sencilla del mundo. El muchacho tomó esta acción como algo extraño, divertido, pero también preocupante. Si poseía ese poder con sus dientes, una mordida en el cuerpo de su compañera podría llegar a ser fatal. – Ten cuidado con él… no dejes que se acerque – Ordeno el muchacho, sin embargo no contaba con que la velocidad de aquel pequeño fuera tal que dejara a su compañera sin la posibilidad de reaccionar. El ataque que realizó golpeó directamente el cuerpo de su pequeña Mimi la cual ante el impacto del mismo se vio obligada a retroceder hacia atrás y no solamente eso, su cuerpo impactó varias veces contra el suelo, lo que generó heridas graves en su cuerpo. – Tsk… - Se quejó por lo bajo. Su compañera se puso en píe con dificultad y se posicionó nuevamente para continuar con la batalla. – Utiliza Chispazo… no dejes que se acerque más – Sentenció, esperando que el mismo ataque fuera efectivo. Su compañera pegó un pequeño salto y liberó de su cuerpo una gran cantidad de energía, que a diferencia de antes no se esparcía por el área, si no que iba directamente hacia aquel pequeño
20/40 Pv.
Se sorprendió en el instante en que observó como el pokemon liberado por la muchacha se abalanzaba inmediatamente contra los muros de acero que cubrían el mirador del muelle. Dio un gran mordisco al mismo y extrajo de este un trozo de acero, como si cortar el mismo fuera la tarea más sencilla del mundo. El muchacho tomó esta acción como algo extraño, divertido, pero también preocupante. Si poseía ese poder con sus dientes, una mordida en el cuerpo de su compañera podría llegar a ser fatal. – Ten cuidado con él… no dejes que se acerque – Ordeno el muchacho, sin embargo no contaba con que la velocidad de aquel pequeño fuera tal que dejara a su compañera sin la posibilidad de reaccionar. El ataque que realizó golpeó directamente el cuerpo de su pequeña Mimi la cual ante el impacto del mismo se vio obligada a retroceder hacia atrás y no solamente eso, su cuerpo impactó varias veces contra el suelo, lo que generó heridas graves en su cuerpo. – Tsk… - Se quejó por lo bajo. Su compañera se puso en píe con dificultad y se posicionó nuevamente para continuar con la batalla. – Utiliza Chispazo… no dejes que se acerque más – Sentenció, esperando que el mismo ataque fuera efectivo. Su compañera pegó un pequeño salto y liberó de su cuerpo una gran cantidad de energía, que a diferencia de antes no se esparcía por el área, si no que iba directamente hacia aquel pequeño
20/40 Pv.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El miembro 'Ruby Shirayuki' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Aron se veía más animado de lo usual, como si al permanecer dentro de la Pokeball tan solo un día a medias fuese lo suficiente como para desatar tal hiperactividad en el mismo, pese a que a este le había ya dado algo de comer en la mañana el cual había encontrado en el mismo hotel tras ir a buscar a su vez el desayuno para mí misma antes de partir hacia la playa en donde me quede casi toda la tarde. Supongo que con tantos lujos en aquel lugar no iban a extrañar la falta de alguna de sus esculturas que formaban parte de la decoración del mismo en la parte trasera. Sin embargo este siempre se había caracterizado por aquella personalidad energética, mas no pensaba que sería capaz de morder parte de lo que componía y sostenía el muelle, esperando que aquel pedazo restante no fuese parte importante del mismo que mantenía este aun en pie.
-Bien pequeño, espero estés listo para luchar.- Comente cerca de este al aun tenerlo entre mis brazos mientras levemente lo dejaba sobre la superficie de madera al ver que por la ingesta de aquel ultimo aperitivo se sentía algo más pesado de lo normal. A la vez que este asentía animosamente ante la propuesta de poder luchar nuevamente al no haberse enfrentado contra ningún Pokemon desde la salida de aquella mansión. Confiaba plenamente en mi compañero, por ello cuando empezó a correr en dirección hacia el Pachirisu, pese a ser un tanto más lento que Pancham, deje que atacase sin darle alguna orden aparente al saber que prefería embestir más que atacar a distancia. Mas solo logro sorprenderme al ver que este a medida que avanzaba comenzaba a agarrar mayor velocidad en sus pequeñas patitas, mientras enfocaba gran parte de su ataque alrededor de su acorazada cabeza, embistiendo al mismo tiempo al pequeño Pokemon que tenía enfrente directamente. Ciertamente la velocidad no era algo que le causara tanto problema, al tener lo que le faltaba de esta tanto en su defensa como en fuerza física. Su contrincante dio varias golpes en contra el suelo al ser técnicamente empujado por mi compañero más en cosa de segundos, rápidamente consiguió incorporarse para lanzar a la vez un rayo de energía en dirección a Aron quien no había tomado aún distancia de este último yendo directamente hacia este. Sin embargo este gracias a su mismo cuerpo, aquel ataque no logro dañarle demasiado, dando una leve sacudida a su cuerpo al sentir aquella corriente eléctrica aun en su cuerpo.
-Aprovecha la distancia y utiliza placaje.- Dando un leve grito al estar algo más lejos, este aprovechando la distancia que permanecía entre ambos Pokemons, no dudo en utilizar de su cuerpo para poder golpearle directamente como lo había hecho en el turno anterior.
Pv 30/40
-Bien pequeño, espero estés listo para luchar.- Comente cerca de este al aun tenerlo entre mis brazos mientras levemente lo dejaba sobre la superficie de madera al ver que por la ingesta de aquel ultimo aperitivo se sentía algo más pesado de lo normal. A la vez que este asentía animosamente ante la propuesta de poder luchar nuevamente al no haberse enfrentado contra ningún Pokemon desde la salida de aquella mansión. Confiaba plenamente en mi compañero, por ello cuando empezó a correr en dirección hacia el Pachirisu, pese a ser un tanto más lento que Pancham, deje que atacase sin darle alguna orden aparente al saber que prefería embestir más que atacar a distancia. Mas solo logro sorprenderme al ver que este a medida que avanzaba comenzaba a agarrar mayor velocidad en sus pequeñas patitas, mientras enfocaba gran parte de su ataque alrededor de su acorazada cabeza, embistiendo al mismo tiempo al pequeño Pokemon que tenía enfrente directamente. Ciertamente la velocidad no era algo que le causara tanto problema, al tener lo que le faltaba de esta tanto en su defensa como en fuerza física. Su contrincante dio varias golpes en contra el suelo al ser técnicamente empujado por mi compañero más en cosa de segundos, rápidamente consiguió incorporarse para lanzar a la vez un rayo de energía en dirección a Aron quien no había tomado aún distancia de este último yendo directamente hacia este. Sin embargo este gracias a su mismo cuerpo, aquel ataque no logro dañarle demasiado, dando una leve sacudida a su cuerpo al sentir aquella corriente eléctrica aun en su cuerpo.
-Aprovecha la distancia y utiliza placaje.- Dando un leve grito al estar algo más lejos, este aprovechando la distancia que permanecía entre ambos Pokemons, no dudo en utilizar de su cuerpo para poder golpearle directamente como lo había hecho en el turno anterior.
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El ataque de la pequeña Mimi impactó directamente en el cuerpo de aquel pokemon. Por un instante el muchacho se sintió conforme con esto, pensando que había causado el daño suficiente como para tomar el ritmo en el combate, pero se dio cuenta que estaba equivocado pocos segundos después, cuando notó que aquel pokemon continuaba de píe en el mismo lugar, completamente inmóvil y sin mostrar dolor alguno o brindar algún indicio de que el ataque había sido efectivo. Fue entonces cuando pensó que el cuerpo de aquel pokemon había sido la causa por la cual el ataque de su compañera no surtió mucho efecto. Después de todo el mismo estaba constituido por una coraza de acero. Dañar la misma era algo que su compañera no podría hacer con sus ataques de tipo eléctrico y el muchacho, no tenía ningún tipo fuego entre sus compañeros. Toda esta información la estaba sacando de la pokedek, intentando encontrar una forma de derrotar al pequeño pokemon de su amada, pero se dio cuenta de que el combate contra el mismo sería mucho más tedioso que el anterior. – Recibió un impacto directo… La electricidad aún debe estar haciendo efecto en el mismo – Pensó el muchacho.
No, no le había paralizado. Podía darse cuenta de ello al no notar absolutamente nada en el cuerpo del pequeño. Y además, la muchacha no mostraba preocupación alguna por su compañero, por lo que estaba completamente seguro de que el mismo se encontraba bien. Sus sospechas fueron confirmadas en el instante en que aquel pequeño pokemon comenzó a moverse nuevamente en dirección a Mimi, intentando atacar una vez más con su resistente cuerpo. Si la pequeña recibía otro impacto directo como el anterior, podía estar completamente seguro de que sería el fin del combate para ella. – Utiliza bola voltio – Sentenció el joven. Si la electricidad aún se encontraba en el cuerpo de aquel pequeño, el ataque de su compañera haría mucho más daño al mismo y quizás, consiga debilitar la coraza de acero que lo recubría. Mimi obedeció inmediatamente las órdenes del muchacho y comenzó a concentrar energía en la punta de su esponjosa cola. Segundos después, libero la esfera en dirección al pequeño, quien continuaba corriendo en dirección a ella. La esfera impactó contra el cuerpo de aquel pequeño y provocó una considerable explosión en el muelle. El joven sonrió satisfecho pero luego su sonrisa fue eliminada al notar que aquel pequeño continuaba corriendo. Su cuerpo impactó directamente contra Mimi y esta, luego de impactar contra el suelo, se vio imposibilitada de continuar. Ahora solo le restaba un pokemon y estaba, una vez más, en desventaja. – Regresa… Hiciste un excelente trabajo. – Susurró luego de devolver a la pequeña al interior de su Pokeball.
-Al parecer me ganarás… - Le menciono el muchacho a su enamorada un tanto apenado en su tono de voz. Nunca antes había perdido un combate y el sentimiento que invadía su pecho en esos momentos, en donde se encontraba en desventaja, comenzaba a desagradable. Seguramente era el sentimiento que todos sentían en el momento en que fracasaban y él… Pocas veces aceptaba una derrota. Generalmente cuando fracasaba en algo, le era difícil volver a reponerse. Orgullo. Sí, era un poco orgulloso. Retiró lentamente la pokeball de su compañero, de aquel pokemon que había estado con él muchos años. Sería su única esperanza para poder ganar el combate. – Ve, Sparky – Mencionó. En su rostro se notaba la frustración y su compañero pudo sentir la misma apenas ingresó al campo de batalla pero con gran confianza, despejó momentáneamente la misma del rostro del muchacho.
0/40 Pv.
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No, no le había paralizado. Podía darse cuenta de ello al no notar absolutamente nada en el cuerpo del pequeño. Y además, la muchacha no mostraba preocupación alguna por su compañero, por lo que estaba completamente seguro de que el mismo se encontraba bien. Sus sospechas fueron confirmadas en el instante en que aquel pequeño pokemon comenzó a moverse nuevamente en dirección a Mimi, intentando atacar una vez más con su resistente cuerpo. Si la pequeña recibía otro impacto directo como el anterior, podía estar completamente seguro de que sería el fin del combate para ella. – Utiliza bola voltio – Sentenció el joven. Si la electricidad aún se encontraba en el cuerpo de aquel pequeño, el ataque de su compañera haría mucho más daño al mismo y quizás, consiga debilitar la coraza de acero que lo recubría. Mimi obedeció inmediatamente las órdenes del muchacho y comenzó a concentrar energía en la punta de su esponjosa cola. Segundos después, libero la esfera en dirección al pequeño, quien continuaba corriendo en dirección a ella. La esfera impactó contra el cuerpo de aquel pequeño y provocó una considerable explosión en el muelle. El joven sonrió satisfecho pero luego su sonrisa fue eliminada al notar que aquel pequeño continuaba corriendo. Su cuerpo impactó directamente contra Mimi y esta, luego de impactar contra el suelo, se vio imposibilitada de continuar. Ahora solo le restaba un pokemon y estaba, una vez más, en desventaja. – Regresa… Hiciste un excelente trabajo. – Susurró luego de devolver a la pequeña al interior de su Pokeball.
-Al parecer me ganarás… - Le menciono el muchacho a su enamorada un tanto apenado en su tono de voz. Nunca antes había perdido un combate y el sentimiento que invadía su pecho en esos momentos, en donde se encontraba en desventaja, comenzaba a desagradable. Seguramente era el sentimiento que todos sentían en el momento en que fracasaban y él… Pocas veces aceptaba una derrota. Generalmente cuando fracasaba en algo, le era difícil volver a reponerse. Orgullo. Sí, era un poco orgulloso. Retiró lentamente la pokeball de su compañero, de aquel pokemon que había estado con él muchos años. Sería su única esperanza para poder ganar el combate. – Ve, Sparky – Mencionó. En su rostro se notaba la frustración y su compañero pudo sentir la misma apenas ingresó al campo de batalla pero con gran confianza, despejó momentáneamente la misma del rostro del muchacho.
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Nuevamente Aron se disponía a quebrar la distancia entre ambos, dirigiéndose con la mayor rapidez que le proporcionaban sus cortas patas hacia Pachirisu para poder embestirle como la vez anterior tras escuchar mis órdenes a la distancia. Sin embargo antes que si quiera pudiese tocarle una gran bola eléctrica soltada por el mismo oponente se dirigió directamente hacia donde se encontraba mi compañero, envolviéndolo por breves segundos en una explosión ocasionada por la misma colisión del ataque sobre este. Aquella a su vez dejo que por unos segundos una fuerte luz iluminara los alrededores, cubriendo mis ojos por la intensidad de la misma, mas sin dejar de intentar ver el estado de mi compañero al recibir lo que parecía ser un potente ataque. Preocupación que fue rápidamente desvanecida al ver como este salía de entre aquella luz abalanzándose sobre el Pokemon contrario al tomarlo por sorpresa al mostrarse casi ileso al movimiento, golpeando esta vez con el dorso de su cuerpo causando el mismo potente daño pero que este vez logro dejar inconsciente a su oponente, dándole la victoria en este turno.
Le sonreí satisfactoriamente a mi compañero al ver que al menos habíamos logrado vencer ya dos de sus tres Pokemons, percatándome a su vez que Ruby parecía mostrarse algo más serio a como la actitud de un principio, haciéndose más notorio en sus últimas palabras que traían cierto tono amargo en su voz. Una pequeña punzada se sintió en mi pecho, más aun así, no me iba a dejar vencer, pese a ser alguien importante para mí no podría permitírmelo, pese a ser un simple juego en un principio, no era de las personas que le gustaba perder. Suspire concentrándome nuevamente en el combate sorprendiéndome al ver que de su ultimo Pokemon no era Pikachu, si no que este había evolucionado quizás producto de aquella salida en la tarde que tuvo con su dueño. Tras obsérvale breves segundos, redirigí mi mirada a Aron, quien de vez en cuando parecía que todo le temblaba soltando leves chispas alrededor de su cuerpo, probablemente producto de los mismos ataques eléctricos del Pachirisu, más rápidamente sacudiéndose se ponía en su misma posición de pelea como queriendo aun continuar luchando. –Rono esta vez mantén tu distancia y utiliza bofetón lodo.- Ordene a lo que mi compañero simplemente asintió mientras separaba de sus patas delanteras mientras intentaba sacar la mayor cantidad de barro del suelo para acumularlo y poder lanzarlo a distancia hacia el Raichu.
Pv 20/40
Le sonreí satisfactoriamente a mi compañero al ver que al menos habíamos logrado vencer ya dos de sus tres Pokemons, percatándome a su vez que Ruby parecía mostrarse algo más serio a como la actitud de un principio, haciéndose más notorio en sus últimas palabras que traían cierto tono amargo en su voz. Una pequeña punzada se sintió en mi pecho, más aun así, no me iba a dejar vencer, pese a ser alguien importante para mí no podría permitírmelo, pese a ser un simple juego en un principio, no era de las personas que le gustaba perder. Suspire concentrándome nuevamente en el combate sorprendiéndome al ver que de su ultimo Pokemon no era Pikachu, si no que este había evolucionado quizás producto de aquella salida en la tarde que tuvo con su dueño. Tras obsérvale breves segundos, redirigí mi mirada a Aron, quien de vez en cuando parecía que todo le temblaba soltando leves chispas alrededor de su cuerpo, probablemente producto de los mismos ataques eléctricos del Pachirisu, más rápidamente sacudiéndose se ponía en su misma posición de pelea como queriendo aun continuar luchando. –Rono esta vez mantén tu distancia y utiliza bofetón lodo.- Ordene a lo que mi compañero simplemente asintió mientras separaba de sus patas delanteras mientras intentaba sacar la mayor cantidad de barro del suelo para acumularlo y poder lanzarlo a distancia hacia el Raichu.
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
La frustración que sentía el muchacho contagió los sentimientos de su compañero, quien comenzaba a comportarse de una forma alterada, como si sus sentimientos hacia los pokemon de aquella muchacha fueran más rencorosos que de amistad. El joven no se percató de esta actitud por parte de su pokemon, estaba concentrado intentando idear una forma imposible de ganar este combate. La ventaja que aquella muchacha le había sacado era demasiada y estaba seguro, que él no se encontraba a la altura de la misma en el potencial de combate. Lo bueno de todo esto, aunque se sienta mal por estar perdiendo era que su enamorada había progresado mucho en las batallas y seguramente, haría un buen papel en los combates contra los líderes de gimnasio, aunque para eso aún faltaba mucho tiempo, como también para que el joven ingresara a uno de sus tan deseados concursos. Cerró sus ojos y agachó la mirada resignado. No quería que la muchacha se sintiera mal por su estúpido orgullo, que aunque deseaba ocultar, estaba latente en él y era algo imposible de borrar en su interior. Después de todo, de pequeño había tenido todo lo que deseo por la riqueza de sus padres y de su abuelo, nunca había fracasado en nada de lo que se proponía. Y nunca había aprendido la lección de que algunas veces se gana y otras se pierde.
Mientras el joven estaba perdido en sus tribulaciones que atormentaban sus pensamientos, su compañero estaba siendo víctima de un nuevo ataque por parte de aquel pokemon. Ella estaba peleando en serio a diferencia de él que no podía reaccionar ante los ataques de su contrincante y que además, ya estaba resignado. Al sentir estas sensaciones negativas por parte de su entrenador, Sparky comenzó a actuar por sus propios medios y luego de recibir un impacto directo por lo que parecían ser esferas de lodo que causo graves heridas en su cuerpo, arremetió de inmediato contra aquel pequeño. Su velocidad era superior y su tamaño también, había dejado de ser un simple Pikachu y había incrementado enormemente su poder. Su cola, ahora servía como un arma para inmovilizar a sus enemigos y de esta forma, sostuvo la cabeza de su oponente y la aprisionó contra el suelo, clavando su cola en el mismo como si fuera algo de acero. Comenzó a concentrar una gran cantidad de energía en su boca, estaba a punto de cometer una fatalidad. Aquel ataque podía resultar letal si impactaba directamente en el cuerpo de un pokemon. – Sparky, ¡Detente! – Exclamó el muchacho a gran voz, tan alto que seguramente la muchacha escucharía la orden del mismo y el alertaría que alejara a su pokemon de inmediato. Sparky reaccionó a tiempo y observó un tanto enfadado a su entrenador por la incertidumbre que sentía. – Usa Impactrueno – Ordenó este último, aunque anteriormente todos los ataques eléctricos habían sido inútiles. Su compañero dio un salto hacia atrás y liberó una gran cantidad de energía en forma de un rayo eléctrico contra su contrincante.
40/60 Pv.
Mientras el joven estaba perdido en sus tribulaciones que atormentaban sus pensamientos, su compañero estaba siendo víctima de un nuevo ataque por parte de aquel pokemon. Ella estaba peleando en serio a diferencia de él que no podía reaccionar ante los ataques de su contrincante y que además, ya estaba resignado. Al sentir estas sensaciones negativas por parte de su entrenador, Sparky comenzó a actuar por sus propios medios y luego de recibir un impacto directo por lo que parecían ser esferas de lodo que causo graves heridas en su cuerpo, arremetió de inmediato contra aquel pequeño. Su velocidad era superior y su tamaño también, había dejado de ser un simple Pikachu y había incrementado enormemente su poder. Su cola, ahora servía como un arma para inmovilizar a sus enemigos y de esta forma, sostuvo la cabeza de su oponente y la aprisionó contra el suelo, clavando su cola en el mismo como si fuera algo de acero. Comenzó a concentrar una gran cantidad de energía en su boca, estaba a punto de cometer una fatalidad. Aquel ataque podía resultar letal si impactaba directamente en el cuerpo de un pokemon. – Sparky, ¡Detente! – Exclamó el muchacho a gran voz, tan alto que seguramente la muchacha escucharía la orden del mismo y el alertaría que alejara a su pokemon de inmediato. Sparky reaccionó a tiempo y observó un tanto enfadado a su entrenador por la incertidumbre que sentía. – Usa Impactrueno – Ordenó este último, aunque anteriormente todos los ataques eléctricos habían sido inútiles. Su compañero dio un salto hacia atrás y liberó una gran cantidad de energía en forma de un rayo eléctrico contra su contrincante.
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Tras soltar una gran cantidad de barro formado entre sus patas, Aron logro golpear directamente sobre el contrario el cual rápidamente removió de su rostro parte de este y el cual dejo ver cierto enfado en el mismo la cual dejo que sus acciones finalmente lo demostraran. Por el tiempo que llevaba mi viaje hasta el momento ningún Pokemon salvaje había actuado de tal forma como si no solo desease derrotarlo, si no llegar un poco más lejos hiriéndole innecesariamente. Aron no alcanzo a finalizar completamente de su ataque cuando aquel Raichu cayó sobre el inmovilizándolo completamente al rodear su cola en su diminuto cuello arremetiéndolo a su vez contra el suelo. Aquello hizo que de cierta forma me pusiese alerta no solo por el exceso de fuerza que empleaba sobre este, si no también por aquel dolorido chirrido soltado desde la boca de mi compañero quien parecía que poco a poco perdía de sus fuerzas. Esto solo empeoro la situación al ver que el Pokemon del contrario se disponía a lanzarle un nuevo ataque más pese a estar completamente incapacitado como para protegerse, mostrando aquel semblante como si deseara acabar con él.
Tome rápidamente la Pokeball de Blaziken en mis manos dispuesta a liberarla para que interviniese al ser uno de los Pokemons más fuertes que tenía en el momento. Más antes que pudiese llamarla, mi contrario finalmente reaccionando a lo que ocurría ordenando a su Pokemon que se detuviera, soltándolo a su vez pero dándole una pequeña descarga eléctrica que de por si causo un tanto más de daño al ya haberse encontrado debilitado. Al verle inmóvil corrí en dirección hacia mi compañero tomándolo entre mis brazos pese a las pequeñas descargas que soltaba de su cuerpo, sintiendo pequeñas punzadas que intentaba ignorar mientras sacudía suavemente a este.- Rono… Hey, responde amigo.- Le mire con preocupación al no responder al comienzo, pasando solo unos cuantos segundos hasta que abrió levemente uno de sus ojos como para hacerme saber que se encontraba bien, cerrándolos finalmente para entregarse a la inconciencia. Pese a ello no pude evitar sentirme aliviada al saber que aun con las heridas recibidas se encontraba bien.
Sin soltarle retome la Pokeball de mi compañera entre mis manos, liberando a Blaziken en el campo, quien al ver las condiciones en la que se encontraba Aron, mostro una mirada fría en dirección tanto al chico como al Pokemon; Posicionándose delante de manera un tanto protectora hacia nosotros como si dudase de las intenciones del contrario y a su vez lista como para poder luchar contra aquel Raichu.
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Tome rápidamente la Pokeball de Blaziken en mis manos dispuesta a liberarla para que interviniese al ser uno de los Pokemons más fuertes que tenía en el momento. Más antes que pudiese llamarla, mi contrario finalmente reaccionando a lo que ocurría ordenando a su Pokemon que se detuviera, soltándolo a su vez pero dándole una pequeña descarga eléctrica que de por si causo un tanto más de daño al ya haberse encontrado debilitado. Al verle inmóvil corrí en dirección hacia mi compañero tomándolo entre mis brazos pese a las pequeñas descargas que soltaba de su cuerpo, sintiendo pequeñas punzadas que intentaba ignorar mientras sacudía suavemente a este.- Rono… Hey, responde amigo.- Le mire con preocupación al no responder al comienzo, pasando solo unos cuantos segundos hasta que abrió levemente uno de sus ojos como para hacerme saber que se encontraba bien, cerrándolos finalmente para entregarse a la inconciencia. Pese a ello no pude evitar sentirme aliviada al saber que aun con las heridas recibidas se encontraba bien.
Sin soltarle retome la Pokeball de mi compañera entre mis manos, liberando a Blaziken en el campo, quien al ver las condiciones en la que se encontraba Aron, mostro una mirada fría en dirección tanto al chico como al Pokemon; Posicionándose delante de manera un tanto protectora hacia nosotros como si dudase de las intenciones del contrario y a su vez lista como para poder luchar contra aquel Raichu.
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Cambio Aron por Blaziken
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
El ataque lanzado por parte de su compañero logró debilitar por completo a aquel pequeño pokemon que sin duda alguna había dado una batalla formidable, pero las condiciones en que se encontraba preocuparon al muchacho. Se alivió en el instante en que se dio cuenta de que estaba bien, sin embargo, el nuevo pokemon que liberaba la muchacha no pensaba lo mismo. Esa mirada en sus ojos intimidante podían helar la sangre de cualquier oponente. Por alguna extraña razón, el compañero del muchacho no estaba reaccionando a las órdenes del mismo, como si el enfado no fuera contra aquellas criaturas, sino contra él mismo. Era extraño, después de todo habían estado juntos durante años y años. Y ahora, se estaba comportando de esa forma, como si no deseara más que aniquilar a cualquier amenaza que estuviera en frente. Si aquel ataque hubiera impactado en el cuerpo de aquel pequeño, ahora seguramente ambos estarían yendo en dirección al centro pokemon. – No vuelvas a cometer una cosa así – Reprendió el muchacho a su compañero. – Solo es un combate y ellos son tus amigos – Agregó a sus palabras, pero aquel pokemon parecía estar cegado por un extraño sentimiento y no reaccionó ante las mismas. Observaba con rencor al pokemon que aparecía en el campo de batalla, como si no quisiera nada más que derrotar al mismo.
Por un momento el muchacho pensó en intentar detener el combate. Si su compañero continuaba de esa forma no podría seguir luchando con el mismo, su comportamiento no solamente le estaba preocupando, sino que también lo estaba estresando en sobremanera. Hasta ahora ninguno de sus compañeros había desobedecido una de sus órdenes y él, se estaba revelando como si pudiera hacer todo solo y no necesitara de las órdenes de su entrenador. – Escúchame… Es mucho más rápido que tú… - Sus palabras no pudieron terminar. Su compañero se abalanzó en contra del pokemon de la muchacha y este, con su frialdad característica, le atacó de forma en que se vio obligado a retroceder hacia atrás y con más heridas en su cuerpo. La mirada del muchacho se oscureció en esos momentos. Había perdido todo el sentido de la cordura y ya ni siquiera estaba interesado en ganar aquella batalla, puesto que sabía que lograrlo sería algo prácticamente imposible mientras Sparky continuara comportándose de esa manera. Comenzó a caminar hacia uno de los costados, dejando que Sparky continuara la pelea por sus propios medios. – Si quieres luchar solo, adelante – Sentenció en un tono de molestia, mientras se cruzaba de brazos para observar el desenlace de aquella locura. Ignorando las palabras del joven Sparky comenzó a correr nuevamente en dirección a Blaziken, aumentando su velocidad de pronto en un ataque rápido.
25/40 Pv.
Por un momento el muchacho pensó en intentar detener el combate. Si su compañero continuaba de esa forma no podría seguir luchando con el mismo, su comportamiento no solamente le estaba preocupando, sino que también lo estaba estresando en sobremanera. Hasta ahora ninguno de sus compañeros había desobedecido una de sus órdenes y él, se estaba revelando como si pudiera hacer todo solo y no necesitara de las órdenes de su entrenador. – Escúchame… Es mucho más rápido que tú… - Sus palabras no pudieron terminar. Su compañero se abalanzó en contra del pokemon de la muchacha y este, con su frialdad característica, le atacó de forma en que se vio obligado a retroceder hacia atrás y con más heridas en su cuerpo. La mirada del muchacho se oscureció en esos momentos. Había perdido todo el sentido de la cordura y ya ni siquiera estaba interesado en ganar aquella batalla, puesto que sabía que lograrlo sería algo prácticamente imposible mientras Sparky continuara comportándose de esa manera. Comenzó a caminar hacia uno de los costados, dejando que Sparky continuara la pelea por sus propios medios. – Si quieres luchar solo, adelante – Sentenció en un tono de molestia, mientras se cruzaba de brazos para observar el desenlace de aquella locura. Ignorando las palabras del joven Sparky comenzó a correr nuevamente en dirección a Blaziken, aumentando su velocidad de pronto en un ataque rápido.
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Manteniendo su distancia sin apartarse de mi lado, esta se quedó a la espera de la llegada de aquel Pokemon enfurecido, quien segado por la misma parecía que afectaba a su vez en sus ataques, ya que pese a que antes había podido causar gran daño en Aron con sus movimientos; Nuevamente al atacarle directamente gracias a su rapidez y la destreza misma que poseía, esta vez había fallado miserablemente, al poder esquivarle mi compañera sin problema al girarse a un lado lanzando al mismo tiempo uno de sus golpes que concentraba en su puño derecho, golpeándole directamente en el abdomen del Raichu y causando que este retrocediera de golpe al caer un tanto más lejos impulsado por la misma potencia del ataque. Mas sin lograr dañar a Blaziken quien permanecía inmóvil en su posición como a la espera de un contraataque por parte de su oponente.
Pese a la potencia del mismo, el Raichu rápidamente se incorporó de su letargo como ignorando el daño sufrido con anterioridad y de las heridas recibidas en su cuerpo, sin negarse a atacar al abalanzarse sobre mi compañera nuevamente. Mas al ver al mismo se podía percibir que algo no estaba bien con aquel Pokemon, no solo por aquella furia que presentaba sin motivo aparente en contra de mis compañeros, si no que también a medida que pasaba el tiempo este comenzaba más y más a negarse a obedecer las órdenes de su dueño, y que de cierta manera se podía ver aquella frustración que presentaba este último al no tener el poder como para que obedeciera, apartándose del campo como dejando que este atacase por su propia cuenta. –Qué demonios… -Susurre algo confundida por aquel acto que estaban dando tanto el joven como su Pokemon, como si ambos hubiesen perdido aquel lazo que les había unido y que mantuvieron en aquella mansión. O tal vez en cierta forma fue mi culpa al haber dado aquella apuesta. Fuese lo que fuese, se podría quizás solucionar si es que acabábamos pronto con este combate, que de por si por lo sucedido daban más ansias de poder terminar.
-Toro utiliza lanzallamas.- Aferrándome con más fuerza al pequeño Aron entre mis brazos, ordene con cierta seriedad en el tono de mi voz que casi igualaba a la que poseía Blaziken en este combate. La cual sin decir nada comenzó acumular de sus llamas dentro de sus fauces lista para lanzarla apenas dada la oportunidad de la cercanía con aquel Pokemon y que de cierta manera esperaba funcionase para hacer reaccionar tanto a Raichu como a su dueño.
Pv 60/60
Pese a la potencia del mismo, el Raichu rápidamente se incorporó de su letargo como ignorando el daño sufrido con anterioridad y de las heridas recibidas en su cuerpo, sin negarse a atacar al abalanzarse sobre mi compañera nuevamente. Mas al ver al mismo se podía percibir que algo no estaba bien con aquel Pokemon, no solo por aquella furia que presentaba sin motivo aparente en contra de mis compañeros, si no que también a medida que pasaba el tiempo este comenzaba más y más a negarse a obedecer las órdenes de su dueño, y que de cierta manera se podía ver aquella frustración que presentaba este último al no tener el poder como para que obedeciera, apartándose del campo como dejando que este atacase por su propia cuenta. –Qué demonios… -Susurre algo confundida por aquel acto que estaban dando tanto el joven como su Pokemon, como si ambos hubiesen perdido aquel lazo que les había unido y que mantuvieron en aquella mansión. O tal vez en cierta forma fue mi culpa al haber dado aquella apuesta. Fuese lo que fuese, se podría quizás solucionar si es que acabábamos pronto con este combate, que de por si por lo sucedido daban más ansias de poder terminar.
-Toro utiliza lanzallamas.- Aferrándome con más fuerza al pequeño Aron entre mis brazos, ordene con cierta seriedad en el tono de mi voz que casi igualaba a la que poseía Blaziken en este combate. La cual sin decir nada comenzó acumular de sus llamas dentro de sus fauces lista para lanzarla apenas dada la oportunidad de la cercanía con aquel Pokemon y que de cierta manera esperaba funcionase para hacer reaccionar tanto a Raichu como a su dueño.
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
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Re: El agua es la única testigo. {Privado Sapphire}
Varias imágenes pasaban por la mente del muchacho mientras observaba a su compañero luchar contra aquel pokemon. No sabía a ciencia cierta en que se había equivocado. Desde que había estado junto a este ambos habían mantenido un lazo especial, aunque al inicio, siempre se había comportado de forma rebelde con él, incluso cuando era solamente un Pichu. Pero esa actitud había mejorado cuando el joven comenzó a darle la confianza y el cariño que necesitaba, desde que lo salvo en aquella ocasión de aquel extraño pokemon y por la cual, mantenía aquella cicatriz en su cabeza y que siempre cubría con aquel gorro. Algo había cambiado desde que evoluciono, no solamente se comportaba de forma agresiva e imprudente si no que también se negaba en obedecer sus órdenes, como si el tiempo hubiera regresado hacía atrás y recién se estuvieran conociendo. El ataque de su compañero falló, como era de esperarse. Estaba atacando sin saber qué hacer en realidad, intentando dañar el cuerpo de aquel pokemon a toda costa pero este, esquivo sin muchos problemas el golpe de Sparky.
Desde la distancia el muchacho analizaba todo el combate, encaprichado en no volver a entrometerse en el mismo. No le gustaban esas actitudes por parte de su compañero y sabía que el mismo no reaccionaría por más que le hablase. Aquel pokemon comenzó a concentrar fuego en sus fauces y seguidamente, lanzó una llamarada en dirección a Sparky, quien con gran habilidad esquivó la misma volviéndose a posicionar en el campo de batalla, encontrándose una vez más enfrentado a aquel pokemon, que a diferencia de él, obedecía las órdenes de ella en todo momento. El joven suspiró y agachó la mirada, volviendo a ubicar nuevamente la misma en su compañero cuando comenzaba a concentrar energía y la liberaba en forma de un rayo de electricidad que se dirigía en dirección a aquel pokemon. Estaba guardando la distancia, evitando el intentar atacar cuerpo a cuerpo nuevamente. Pero… Hasta cuando soportaría. Las heridas en su cuerpo estaban haciendo que el cansancio se notara en sus movimientos.
25/60 Pv.
Desde la distancia el muchacho analizaba todo el combate, encaprichado en no volver a entrometerse en el mismo. No le gustaban esas actitudes por parte de su compañero y sabía que el mismo no reaccionaría por más que le hablase. Aquel pokemon comenzó a concentrar fuego en sus fauces y seguidamente, lanzó una llamarada en dirección a Sparky, quien con gran habilidad esquivó la misma volviéndose a posicionar en el campo de batalla, encontrándose una vez más enfrentado a aquel pokemon, que a diferencia de él, obedecía las órdenes de ella en todo momento. El joven suspiró y agachó la mirada, volviendo a ubicar nuevamente la misma en su compañero cuando comenzaba a concentrar energía y la liberaba en forma de un rayo de electricidad que se dirigía en dirección a aquel pokemon. Estaba guardando la distancia, evitando el intentar atacar cuerpo a cuerpo nuevamente. Pero… Hasta cuando soportaría. Las heridas en su cuerpo estaban haciendo que el cansancio se notara en sus movimientos.
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Lun Dic 12, 2022 7:08 am por Noize
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