¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}

Luego de aquel extraño suceso en los bosques de aquella cuidad, el castaño había emprendido viaje por su propia cuenta a lo largo del mundo. Sin ni siquiera saber hacía donde ir ni en donde se encontraba. Estaba confundido y la mayor parte del camino su mente estuvo divagando en lo que había presenciado. Sabía que no estaba loco y no lo había alucinado, aquel huevo que encontró le había hablado. ¿Cómo? No lo entendía. Pero ni siquiera la tormenta pudo hacer que su mente se distraiga sobre aquello. Confundido siguió caminando y cuando se dio cuenta de que su ropa se encontraba empapada, comenzó a correr, cubriéndose su cabellera con la mochila blanca que colgaba siempre en su espalda.

Todo era extraño para él. Hace dos días se encontraba en una mansión, teniendo la atención de un rey y ahora, corría por el medio de un bosque, con su ropa arruinada por la tormenta. Seguramente pescaría un resfriado si se mantenía expuesto a la misma. Y lo más problemático de todo, era que ya no podía regresar ni dar vuelta atrás. Ni siquiera sabía en donde estaba, por cometer el descuido de no llevar un mapa. Nadie le dijo que sería algo sencillo, pero tampoco pensó que sería algo tan complicado. Después de todo no estaba acostumbrado a esforzarse por nada. Todo lo que él deseaba siempre lo tenía y ahora, debía arreglárselas por su propia cuenta.

Se detuvo en seco frente a una gran cerca de alambre. Al otro lado de la misma unas grandes edificaciones se alzaban con aspecto lúgubre. Era de noche y la tormenta no menguaba. Había llegado a una ciudad desconocida, en donde una tenue niebla transitaba rozando el suelo de las calles. - ¿Qué es este lugar? – Se preguntó a sí mismo, dudando se pasar al otro lado del mismo. Se asemejaba a esos lugares que se podían ver en las películas de terror, en donde una vez estas dentro, ya no puedes salir. Sacudió su cabeza de lado a lado y pestañeó rápido para intentar que el agua no le impidiera ver. Acomodó nuevamente su mochila en la espalda y comenzó a trepar por los alambres de la cerca. Al llegar a lo más alto de la misma, saltó hacía el otro lado de la misma, cayendo en el interior de aquella cuidad, en medio de una gran calle rodeada por los edificios, fábricas quizás, por la escases de ventana que tenían y los grafitis impregnados en las paredes.

Tosió varias veces luego de caer al suelo, se hubiera asustado si luego de hacerlo hubiera visto la palma de su mano con la que se cubrió la boca, más no lo hizo. Un destello llamó su atención, destello que se libero de uno de los bolsillos de su pantalón. Allí estaba su compañero, mirándole con un rostro de preocupación. – No te preocupes Pikachu, estoy bien. Deberías volver a tu pokeball, la tormenta te hará mal – Le habló con un tono cálido, pero su compañero rechazó la oferta y se subió al hombro del muchacho. No mencionó palabra alguna, simplemente aceptó su decisión y comenzó a caminar, siendo víctima de la tormenta y ahora también de la oscuridad inquietante de aquella cuidad. Por primera vez en mucho tiempo, deseaba estar acompañado por alguien. No sentía miedo, pero si una gran inseguridad. Su pokemon le señaló una vivienda luego de que corrieran por largo rato. Parecía estar abandonada, construida por una madera vieja y que ya se estaba pudriendo. Dudo por un instante en ingresar, pero si no lo hacía hasta su pokemon se enfermaría. Se apresuró en llegar a la puerta e ingresó. No era una morada pequeña, parecía ser más una péquela mansión abandonada. Cerró la puerta detrás de él y escuchó el silencio infinito, siendo acompañado por una extraña respiración que ignoró. – Aquí estaremos bien… busquemos algo con que alumbrar – Le mencionó a su pokemon, mientras encontrar alguna vela era su nuevo objetivo.

No sabía dónde me encontraba ni tampoco me había dado el tiempo como para poder buscar algún tipo de información en mi última visita a la ciudad, sobre a donde podría ir ni que ciudades aledañas podían estar a su alrededor. Solo tenía en mente que hace unas pocas horas atrás, nos encontrábamos saliendo del centro Pokemon de  Cherry Town para poder seguir nuestra aventura sin tener consecuencias de las cuales poder lamentarnos a futuro, y también al haber conseguido varias bayas en el camino para poder recuperar a mis compañeros en momento de necesidad. Dando un largo suspiro ante la situación en la que nos encontrábamos, mire a mis alrededores observando la gran cantidad de vegetación que poseía aquel bosque el cual cruzábamos, mas mi atención se concentró fijamente en el cielo en donde este comenzaba poco a poco a oscurecerse con varias nubes a medida que seguíamos avanzando.  

A la vez que me detenía también lo hizo mi compañera quien por lo visto se había percatado del mal clima que se avecinaba, acercándose más hacia donde me encontraba con la mirada pegada al cielo.-Lose, vamos debemos encontrar refugio.- Anticipando a su pensamiento me gire a esta dándole señales para que apresuráramos el paso para así poder encontrar un lugar en donde protegernos antes que el aguacero se desatara. Sin embargo al encontrarnos técnicamente pérdidas no fue fácil buscar algún camino que nos llevase hacia alguna ciudad e inclusive a una cueva cercana, al no tener un mapa con cual guiarnos. Siendo alcanzadas finalmente por la lluvia que con un brusco comienzo callo con gran fuerza mojándonos en solo cuestión de segundos en medio del bosque.-Estúpido clima.- Murmure para mi mientras me sentaba en el húmedo suelo protegiéndonos bajo un árbol que aun así dejaba pasar un poco de lluvia, siguiendo mojándonos a medida que pasaba el tiempo.  Combusken al ver esto siguió parada junto a mi mientras observaba los alrededores quien después de dar una vuelta completa del lugar con su mirada, produjo unos chirridos hacia mi mientras apuntaba hacia el frente con una de sus garras.- ¿Encontraste algo?- Me pare rápidamente al ver que esta asentía sin bajar su brazo, por lo que siguiendo de este con la mirada trate de enfocar mi vista entre la lluvia, percatándome que a lo lejos se podía ver sombras de ciertas edificaciones las cuales probablemente serian de una ciudad. Ante esto saque la Pokeball que le pertenecía a Combusken para poder regresarla al ver que el clima comenzaba a empeorar, levantándose una gran ventisca a medida que pasaba el tiempo.

Apenas había llegado a lo que parecía ser un pueblo fantasma, finalmente la tormenta se desato completamente siendo cada vez más difícil el poder ver los alrededores sin que el agua te golpease en la cara directamente. No obstante se podía sentir un aire siniestro en el lugar y que si no fuera por el mal tiempo en el cual me encontraba, quizás no se me hubiese cruzado por la mente visitarle. Al sentir como de a poco comenzaba a enfriarme ante lo mojada que se encontraba mi ropa, corrí en dirección a la primera edificación que tenía cerca, resultando ser una vieja mansión que por exterior se veía abandonada al no presentar luces en su interior y al tener grandes agujeros en donde posiblemente había antes una ventana. Tomando una gran bocanada de aire, decidí entrar en esta al encontrar una abertura que pese a ser pequeña logre pasar agachándome en el proceso. El interior era completamente oscuro, siéndome difícil el poder ver mejor lo que había en su interior, dándole cierto aire tenebroso y fantasmagórico. Sin embargo al estornudar varias veces en mi lugar, recordé el porque me encontraba allí y que mis ropas aún se encontraban completamente empapada, por lo que sacando nuevamente la Pokeball de Combusken, está dando un chirrido sorprendida se acercó a mi algo preocupada creando una pequeña cantidad de fuego de entre sus garras acercándolo a mi cuerpo. –Gracias Toro.- Sonreí a mi compañera sentándome y apoyando mi espalda contra la pared mientras que a su vez esta se sentaba a mi lado, sin dejar de observar los alrededores gracias a la iluminación de aquellas llamas.

La oscuridad de aquella morada se volvía más densa en los pasillos, en donde la luz del exterior que ingresaba por las inexistentes ventanas no llegaba. Había llegado a aquella mansión hace aproximadamente diez minutos y había comenzado a recorrer las diferentes habitaciones que había en su interior. No era imposible ver, las ventanas en las habitaciones permitían que la luz natural ingrese, aunque la misma sea mínima. Los cajones de los muebles viejos y arruinados por el tiempo se encontraban vacios, aunque las camas que en cada una de ellas había, estaban arregladas como si la hubieran acomodado hace poco tiempo. El silencio se volvía algo inquietante, sobre todo cuando era quebrantado por algunos sonidos extraños. Ambos estaban atemorizados, no se podía negar aquello. Pikachu sobre todo, quien constantemente observaba hacia todos lados, agitado. – Tranquilo, estaremos bien – El castaño intentaba calmarlo, pero incluso él estaba dudando si en verdad estarían bien en aquel lugar.

Un sonido extraño alarmó a ambos, sonido que provenía del lugar en donde ellos habían estado con anterioridad, como si alguien hubiera entrado a aquella mansión. ¿Estaría siendo ocupada por alguna persona? No lo sabía y tampoco pensaba que sí. Nadie viviría en una morada en donde casi todas las ventanas se encontraban destrozadas. Pero el hecho de que las camas estuvieran arregladas a la perfección era algo inquietante. – Ven – Afirmó, saliendo de la habitación en donde se encontraban, caminando en silencio por los pasillos. Intentaban hacer el menor ruido posible e incluso, podría afirmarse que se veían ridículos intentando caminar en puntas de píe. El piso de madera crujía con cada paso que daban, crujidos que podían escucharse en gran parte de la morada. - ¿Y si vamos a ver quién es? – Le preguntó a su compañero, quien no tardó ni un segundo en negar la idea que se le había ocurrido a su dueño.

No solo necesitaban algo con que iluminar el lugar, también necesitaban comida y algo en donde poder secar su ropa. Si se quedaba mucho tiempo con la misma, que estaba completamente empapada por la tormenta, seguramente pescaría el resfriado de su vida. Pero no se quitaría la ropa en aquella mansión abandonada, menos ahora que había escuchado el sonido de alguien ingresar a la misma. ¿Y si estaba habitada por locos dementes? Madre mía. Continuó caminando por los pasillos, esta vez con pasos normales, deteniéndose cada cierto tiempo para escuchar los sonidos de su alrededor. Sonidos inexistentes. Solo el silencio les acompañaba. A la distancia, Pikachu pudo divisar una pequeña luz, como si esta fuera emitida por una especie de candelabro. Le indico al castaño la dirección y este se encaminó hacia la misma. Al doblar a la izquierda, ingresando al inicio del pasillo, la luz se apagó de pronto. El pokemon que acompañaba al castaño se asusto y este último comenzó a toser nuevamente. Pero algo le empujó, la puerta detrás de sus espaldas se abrió por el golpe de su cuerpo y Pikachu fue el que quedó en píe en aquel pasillo. El cuerpo del castaño  impactó en la escalera que había detrás de la puerta. Pikachu gritaba llamando a su dueño, pero sabía que algo había frente a él.

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Apegue mis piernas contra mi pecho abrazándolas fuertemente con ambos brazos, mientras permanecía sentada en mi misma posición ya desde unos cuantos minutos, junto a Combusken que seguía a mi lado aun con aquella llama entre sus garras para intentar mantener el calor en aquel frió ambiente. Suspire pesadamente mientras observaba lo poco que la corta iluminación del fuego de Combusken dejaba ver en los alrededores, siendo solamente un pequeño sector de la entrada justo donde me encontraba y que desafortunadamente era sin mucho que poder apreciar la verdad, dejando el resto del hogar el cual se podía ver que poseía unas cuantas pertenencias y otras cosas en penumbras. Aquello solo hacía que mi imaginación corriese libremente creando escenarios terroríficos en donde por miedo crecía con más fervor el deseo de salir corriendo de allí, más el ruido del viento en contra de las pocas e intactas ventanas, hacían que me arrepintiese rápidamente permaneciendo más segura en mi posición o al menos eso creía.

Afortunadamente antes de que siguiese divagando en mi imaginación y otros posibles escenarios adecuados para la situación en la que me encontraba, mis pensamientos fueron rápidamente interrumpidos por una seguidilla de estornudos que hicieron recordar que aun permanecía mojada y que por lo visto aquella llamarada no era lo suficiente como para secarme completamente, pese a que ya el calor había regresado a mi cuerpo. A su vez hizo que Combusken se girase hacia mí dando unos chirridos mucho más suaves a los normales que denotaban su preocupación, mientras que aquella se podía ver dibujaba en su rostro.- Tranquila, no es nada.- Sonriendo ampliamente pase mi mano por mi nariz intentando convencer a mi compañera quien por lo visto con palabras no fue lo suficiente al arquear una ceja no muy convencida. Intentando desviar el tema me pare rápidamente de mi puesto, dando unos pocos pasos adelante y al ver que no me seguía me gire finalmente hacia esta.- Sera mejor que busquemos algo con que secarnos, o al menos supongo habrá alguna chimenea por aquí.- Le aclare mis intenciones a lo que esta simplemente asintió siguiéndome el paso sin desvanecer de sus garras la única fuente de luz y calor que teníamos a mano.

Tras pasearnos por el primer piso, pudimos solamente encontrar varias habitaciones sin algún indicio de que alguien viviese allí, mas aquellas se encontraban ocupadas con distintos muebles y otros artefactos que pese al polvo y al desgaste que presentaban sobre su superficie, el resto permanecía de sus partes permanecían intactas como si no hubiese pasado tanto tiempo desde el abandono del hogar. Inclusive la cocina tenía todo lo necesario en mueblería hasta vajilla como para poder servir las comidas, el único pero era al igual que el resto de la casa, la cantidad de polvo y algunas puertas caídas o que ya no se encontraban, junto a las típicas telas de araña que adornaban cada rincón de la casa. Regresándonos nuevamente al pasillo por donde nos habíamos venido, sin despegarme de mi compañera y dando de vez en cuando unos cuantos gritos ahogados, al escuchar crujir la madera o al sentir que alguna puerta se abría o cerraba dando la excusa de “solo fue el viento”; Nuevamente otro sonido algo distinto en comparación al resto hizo que mi compañera apagase de su llama mientras nos acercábamos hacia la escalera que unía al segundo piso al ser allí donde se había originado aquel. Efectivamente se trataba de un pequeño Pikachu el cual se encontraba cerca al que parecía ser un entrenador que estaba tendido al lado de las escaleras, sin embargo lo que más nos preocupo fue el que frente a ellos se encontraban dos Pokemons salvajes saliendo de lo que parecía ser una habitación cercana de donde estaban y que al parecer el entrenador no responder ante el llamado de su pequeño compañero.

-¡Toro utiliza Gancho alto!- Sin perder tiempo indique con una de mis manos al Scraggy el cual fue el primero en acercarse al otro entrenador y con el cual mi compañera se guió para realizar su primer ataque sobre el contrario, esperando así prevenir que este atacase al otro.

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Sin perder el tiempo mi compañera se abalanzo sobre el contrario utilizando de las barandas de la escalera para poder movilizarse con más libertad y así también llegar más rápido sobre el contrario quien se disponía al parecer a atacar al entrenador que aun yacía en el suelo inconsciente. Pese a la preocupación que teníamos por saber el cómo se encontraba, al estar el Scraggy luchando en contra de Combusken en medio de las escaleras, me sería muy difícil y peligroso el meterme entre su pelea para ver lo que había sucedido con el joven, sin contar que preocuparía a mi compañera pudiendo afectar en el resultado del combate. Mas al pensar que aún estaba con su pequeño Pikachu esta se desvaneció levemente enfocando nuevamente mi concentración en el Pokemon contrario el cual teníamos de frente.

Pese a la oscuridad del lugar gracias a la tormenta que aún se desataba en el exterior de la mansión y que aun estando en horas del día era muy complicado el poder divisar con claridad lo que se encontraba a una cierta distancia dentro de esta; No me fue difícil el poder seguirle el paso en cada movimiento que realizaba Combusken gracias a que utilizando de vez en cuando su fuego, iluminaba el sector en donde se encontraba dándome una idea más clara de lo que sucedía tanto con ella como con su enemigo. Mas esta vez fue gracias al destello que emanaba de su puño derecho que pude divisar el momento exacto cuando esta golpeaba con gran fuerza directamente el cuerpo del contrario haciéndole retroceder levemente ante aquel efectivo y potente combo. Sin embargo este último no perdió su tiempo y aun aquejado por aquel movimiento utilizando a su vez a favor la corta distancia entre ambos, se abalanzo sobre ella golpeando con su cabeza en medio del abdomen de Combusken, haciendo que esta también retrocediera poniendo una de sus garras en la zona afectada.

-¿Estás bien?- Pregunte ante la posición extraña en la que se encontraba, recibiendo por su parte un asentimiento mientras enfocaba nuevamente su posición en modo ofensivo para continuar con su ataque. Asintiendo a su vez, enfoque mi mirada en el Pokemon salvaje quien aun permanecía en los escalones agarrándose de lo que parecía ser unos pantalones que le quedaban sueltos, sin dejar de dirigirnos una mirada algo molesta hacia nosotras.- Muy bien, esta vez intenta bloquearle cualquiera de sus ataques con doble patada.- Atendiendo a mis palabras, Combusken se quedó en su lugar a la espera de que el otro asestara su golpe para intentar bloquearle, mientras que por mi parte observaba desde mi posición esperando que el combate no se hiciera demasiado extenso.

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Desde los escalones Scraggy aun tomando entre sus manos su única “vestimenta”, comenzó a correr en dirección hacia su oponente al ver que esta aun permanecía en su lugar sin moverse, por lo que aprovechando la oportunidad decidió por lo visto realizar el primer ataque en este turno. Avanzando rápidamente y llegando a una distancia prudente sobre mi compañera se abalanzo sobre ella utilizando su cabeza como la vez anterior, realizando un golpe directo pero que esta vez solo logro impactar con ambos de sus brazos los cuales permanecían frente a su cuerpo en forma de protección.- Así se hace Toro.- Felicite a mi compañera, quien pese a no haber sido lo suficientemente rápida como para poder esquivar completamente el ataque del contrario, logro disminuir la potencia de este causando un daño no muy leve pero no demasiado grave sobre ella, debilitándola otro poco más de lo que se encontraba.

Al ver que ya el Pokemon salvaje no ejecutaría ningún ataque más, Combusken tomo un poco de distancia para poder utilizar nuevamente los alrededores como plataforma para poder moverse más libremente y tomando también a su favor la falta de luz, esta ataco al Scraggy por un costado dando un leve salto en el aire antes de aterrizar con una de sus patas sobre el, golpeando directamente para luego utilizar la otra consecutivamente causando en conjunto un potente y efectivo movimiento que mando a rastras al suelo al contrario y debilitándole considerablemente esta vez. Pensando que ya había sido vencido y teniendo el camino despejado, me distraje unos momentos del combate para poder acercarme al aun inconsciente chico ignorando completamente al Pikachu que se encontraba a su lado.- ¡Hey! ¿Estás bien? -  Tomándole de los hombros comencé a sacudirle mientras comenzaba a elevar levemente mi voz para ver si reaccionaba ante alguna de mis acciones, sin recibir respuesta positiva al permanecer este con los ojos completamente cerrados.- ¡Que te despiertes!-Denotando cierta molestia en mi tono de voz al no responder a nada y viendo lo preocupado que se encontraba el Pikachu, recurrí a la última opción que me quedaba.- ¡No es momento para que estés dormido!- Tomando impulso golpe con mi mano derecha ambas mejillas, esperando que con bofeteadas respondiera. Más antes que pudiese seguir lanzando palabras al chico, pude notar que mientras me encontraba atendiendo al entrenador, el Scraggy se había vuelto a poner de pie pese a que demostraba cierto cansancio en su rostro.

- ¡Toro una vez más, utiliza doble patada para acabar de una buena vez!- Grite algo molesta desde mi posición esperando a que mi compañera terminase con el combate. Sin embargo nuevamente algo volvió a llamar mi atención ¿No había un Umbreon también en este pasillo?

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Antes que si quiera pudiese levantarse completamente, volvía a caerse en el suelo debido al cansancio físico que había causado la batalla y más, ante los potentes ataques que esta vez había realizado mi compañera en combate. Mas sin embargo fue lo suficientemente veloz como para poder esquivar gran parte del movimiento de mi compañera aun siendo que el resultado fue el mismo. Pese a no ver con tal claridad debido a que ahora me encontraba a una distancia mayor, Combusken aun iluminando el camino y sin dudarlo al ver la condición en que se encontraba el oponente, avanzo acortando la distancia entre ambos golpeando primeramente con una de sus patadas que el Scraggy logro esquivar con rapidez agachándose y pasando por sobre su cabeza, sin embargo no contó con la segunda proveniente del lado izquierdo la cual si logro impactar directamente sobre el costado del contrario mandándole nuevamente al suelo pese a que no había sido lo suficientemente potente como la vez anterior. Aun a distancia se podía ver como el pequeño Pokemon salvaje intentaba incorporarse mas no lo consiguió terminando rendido en el suelo ante aquella batalla.

-Veamos si tenemos suerte esta vez.- Con mayor fuerza de la que creía me separe un poco del entrenador para poder lanzar una de las Pokeballs que guardaba entre mis pertenencias y de las cuales aún permanecían vacías al no haber tenido ninguna captura anterior. Esta con cierta puntería logro chocar en contra de la cabeza del contrario absorbiendo al Pokemon en su interior, mientras se tambaleaba de un lado a otro dando indicios que el contrario aún se resistía ante la captura.

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'Captura' :

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'Batalla' :

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