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Toda una basta y amplia región donde se puede circular tranquilamente, y en paz. Actualmente, algunos pokémon legendario comenzaron a despertar de su largo sueño por una fuerza extraña que los provoca a surgir y causar destrucción.
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Personajes y conceptos de Pokémon no son propiedad del foro. Pokémon es perteneciente a Satoshi Tajiri y Nintendo.
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¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Recuerdo del primer mensaje :
Luego de aquel extraño suceso en los bosques de aquella cuidad, el castaño había emprendido viaje por su propia cuenta a lo largo del mundo. Sin ni siquiera saber hacía donde ir ni en donde se encontraba. Estaba confundido y la mayor parte del camino su mente estuvo divagando en lo que había presenciado. Sabía que no estaba loco y no lo había alucinado, aquel huevo que encontró le había hablado. ¿Cómo? No lo entendía. Pero ni siquiera la tormenta pudo hacer que su mente se distraiga sobre aquello. Confundido siguió caminando y cuando se dio cuenta de que su ropa se encontraba empapada, comenzó a correr, cubriéndose su cabellera con la mochila blanca que colgaba siempre en su espalda.
Todo era extraño para él. Hace dos días se encontraba en una mansión, teniendo la atención de un rey y ahora, corría por el medio de un bosque, con su ropa arruinada por la tormenta. Seguramente pescaría un resfriado si se mantenía expuesto a la misma. Y lo más problemático de todo, era que ya no podía regresar ni dar vuelta atrás. Ni siquiera sabía en donde estaba, por cometer el descuido de no llevar un mapa. Nadie le dijo que sería algo sencillo, pero tampoco pensó que sería algo tan complicado. Después de todo no estaba acostumbrado a esforzarse por nada. Todo lo que él deseaba siempre lo tenía y ahora, debía arreglárselas por su propia cuenta.
Se detuvo en seco frente a una gran cerca de alambre. Al otro lado de la misma unas grandes edificaciones se alzaban con aspecto lúgubre. Era de noche y la tormenta no menguaba. Había llegado a una ciudad desconocida, en donde una tenue niebla transitaba rozando el suelo de las calles. - ¿Qué es este lugar? – Se preguntó a sí mismo, dudando se pasar al otro lado del mismo. Se asemejaba a esos lugares que se podían ver en las películas de terror, en donde una vez estas dentro, ya no puedes salir. Sacudió su cabeza de lado a lado y pestañeó rápido para intentar que el agua no le impidiera ver. Acomodó nuevamente su mochila en la espalda y comenzó a trepar por los alambres de la cerca. Al llegar a lo más alto de la misma, saltó hacía el otro lado de la misma, cayendo en el interior de aquella cuidad, en medio de una gran calle rodeada por los edificios, fábricas quizás, por la escases de ventana que tenían y los grafitis impregnados en las paredes.
Tosió varias veces luego de caer al suelo, se hubiera asustado si luego de hacerlo hubiera visto la palma de su mano con la que se cubrió la boca, más no lo hizo. Un destello llamó su atención, destello que se libero de uno de los bolsillos de su pantalón. Allí estaba su compañero, mirándole con un rostro de preocupación. – No te preocupes Pikachu, estoy bien. Deberías volver a tu pokeball, la tormenta te hará mal – Le habló con un tono cálido, pero su compañero rechazó la oferta y se subió al hombro del muchacho. No mencionó palabra alguna, simplemente aceptó su decisión y comenzó a caminar, siendo víctima de la tormenta y ahora también de la oscuridad inquietante de aquella cuidad. Por primera vez en mucho tiempo, deseaba estar acompañado por alguien. No sentía miedo, pero si una gran inseguridad. Su pokemon le señaló una vivienda luego de que corrieran por largo rato. Parecía estar abandonada, construida por una madera vieja y que ya se estaba pudriendo. Dudo por un instante en ingresar, pero si no lo hacía hasta su pokemon se enfermaría. Se apresuró en llegar a la puerta e ingresó. No era una morada pequeña, parecía ser más una péquela mansión abandonada. Cerró la puerta detrás de él y escuchó el silencio infinito, siendo acompañado por una extraña respiración que ignoró. – Aquí estaremos bien… busquemos algo con que alumbrar – Le mencionó a su pokemon, mientras encontrar alguna vela era su nuevo objetivo.
Luego de aquel extraño suceso en los bosques de aquella cuidad, el castaño había emprendido viaje por su propia cuenta a lo largo del mundo. Sin ni siquiera saber hacía donde ir ni en donde se encontraba. Estaba confundido y la mayor parte del camino su mente estuvo divagando en lo que había presenciado. Sabía que no estaba loco y no lo había alucinado, aquel huevo que encontró le había hablado. ¿Cómo? No lo entendía. Pero ni siquiera la tormenta pudo hacer que su mente se distraiga sobre aquello. Confundido siguió caminando y cuando se dio cuenta de que su ropa se encontraba empapada, comenzó a correr, cubriéndose su cabellera con la mochila blanca que colgaba siempre en su espalda.
Todo era extraño para él. Hace dos días se encontraba en una mansión, teniendo la atención de un rey y ahora, corría por el medio de un bosque, con su ropa arruinada por la tormenta. Seguramente pescaría un resfriado si se mantenía expuesto a la misma. Y lo más problemático de todo, era que ya no podía regresar ni dar vuelta atrás. Ni siquiera sabía en donde estaba, por cometer el descuido de no llevar un mapa. Nadie le dijo que sería algo sencillo, pero tampoco pensó que sería algo tan complicado. Después de todo no estaba acostumbrado a esforzarse por nada. Todo lo que él deseaba siempre lo tenía y ahora, debía arreglárselas por su propia cuenta.
Se detuvo en seco frente a una gran cerca de alambre. Al otro lado de la misma unas grandes edificaciones se alzaban con aspecto lúgubre. Era de noche y la tormenta no menguaba. Había llegado a una ciudad desconocida, en donde una tenue niebla transitaba rozando el suelo de las calles. - ¿Qué es este lugar? – Se preguntó a sí mismo, dudando se pasar al otro lado del mismo. Se asemejaba a esos lugares que se podían ver en las películas de terror, en donde una vez estas dentro, ya no puedes salir. Sacudió su cabeza de lado a lado y pestañeó rápido para intentar que el agua no le impidiera ver. Acomodó nuevamente su mochila en la espalda y comenzó a trepar por los alambres de la cerca. Al llegar a lo más alto de la misma, saltó hacía el otro lado de la misma, cayendo en el interior de aquella cuidad, en medio de una gran calle rodeada por los edificios, fábricas quizás, por la escases de ventana que tenían y los grafitis impregnados en las paredes.
Tosió varias veces luego de caer al suelo, se hubiera asustado si luego de hacerlo hubiera visto la palma de su mano con la que se cubrió la boca, más no lo hizo. Un destello llamó su atención, destello que se libero de uno de los bolsillos de su pantalón. Allí estaba su compañero, mirándole con un rostro de preocupación. – No te preocupes Pikachu, estoy bien. Deberías volver a tu pokeball, la tormenta te hará mal – Le habló con un tono cálido, pero su compañero rechazó la oferta y se subió al hombro del muchacho. No mencionó palabra alguna, simplemente aceptó su decisión y comenzó a caminar, siendo víctima de la tormenta y ahora también de la oscuridad inquietante de aquella cuidad. Por primera vez en mucho tiempo, deseaba estar acompañado por alguien. No sentía miedo, pero si una gran inseguridad. Su pokemon le señaló una vivienda luego de que corrieran por largo rato. Parecía estar abandonada, construida por una madera vieja y que ya se estaba pudriendo. Dudo por un instante en ingresar, pero si no lo hacía hasta su pokemon se enfermaría. Se apresuró en llegar a la puerta e ingresó. No era una morada pequeña, parecía ser más una péquela mansión abandonada. Cerró la puerta detrás de él y escuchó el silencio infinito, siendo acompañado por una extraña respiración que ignoró. – Aquí estaremos bien… busquemos algo con que alumbrar – Le mencionó a su pokemon, mientras encontrar alguna vela era su nuevo objetivo.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Deino: 40/40 Pv.
Lucario: 50/50 Pv.
+5 Pv por ventaja.
Lucario: 50/50 Pv.
+5 Pv por ventaja.
Mientras caminaba al lado de aquella muchacha su mente comenzó a divagar nuevamente en sus pensamientos, perdiéndose en las ilusiones que los mismos le provocaban. Bastos recuerdos, imágenes entrelazadas que aparecían en su mente desde que había llegado a aquella mansión. Intentaba recordar la forma de la entrada, los caminos que habían transitado para llegar hasta donde se encontraba actualmente y la forma de cada uno de los pasillos que había cruzado. Pero las mismas se encontraban borrosas, aquel desmayo le había afectado en sobremanera. Pero eso no evito que no pudiera recordar las imágenes de aquel pasillo antes de sentir aquella sensación de que alguien le estaba empujando. Era igual al que se encontraba recorriendo actualmente con aquella mujer, mientras sostenía su mano en el trayecto. Se detuvo en el instante en que una nueva escalera apareció frente a sus ojos. Escuchó atentamente la pregunta que su compañera realizaba como también la afirmación que su pokemon le daba. Ya habían estado en aquel lugar y él lo recordaba muy bien. Sintió miedo, más no lo quiso demostrar, simplemente se aferró más al cuerpo de ella, que aunque fuera extraño le transmitía una gran seguridad, como si estando al lado de ella nada malo le fuera a pasar, como si estuviera todo lo que deseara.
Las dos siluetas aparecieron de repente, mientras su compañero se adelantaba por las escaleras intentando ganar ventaja en el terreno para enfrentarse a las mismas. Esta vez estaba decidido, se notaba en su mirada. No deseaba que se repita el mismo suceso que antes, no solamente protegería a su amo, sino también al segundo piso. Después de todo este era la única ruta de escape que poseían. Nuevamente, como si la historia se repitiera una vez más, una sombra traspasó el cuerpo de Lucario. Característica que solamente poseían los pokemon de tipo fantasma aunque quizás, este sea un caso en especial. El miedo que sintió el pokemon del castaño en esos momentos le dejó paralizado por unos segundos, mientras era intimidado por la mirada del pokemon que se posaba frente a él. Ya se encontraba fuera del alcance de los ojos de su entrenador, por lo que el castaño no podía saber que estaba pasando. Solamente sabía que el pokemon de Sapphire se preparaba para luchar, una vez más, al lado de Lucario.
Lucario movió su cabeza de lado a lado, intentando retirar de su mente la falsa imagen que aquel pokemon le había producido y que había logrado atemorizarlo. Sus ataques se deberían contener a simples ataques de cuerpo a cuerpo, si atacaba de la misma forma que antes sería él quien terminaría por destruir el segundo piso. Se abalanzó en contra del pokemon salvaje, el cual en el instante en que observó la acción de ataque por parte de Lucario comenzó a correr en dirección al mismo mientras su cuerpo destellaba de forma extraña. La velocidad y el poder que adquirió fue una de las razones por las cuales Lucario detuvo su ataque, no deseaba precipitarse. Esperó paciente la acción de su oponente para iniciar una contra, aunque estaba seguro en que debería bloquear los ataques del enemigo si no deseaba que este destruyera nada. Comenzó a cargar una extraña energía en su boca y cuando el oponente estuvo cerca lanzó una especie de haz negro en dirección al mismo, pulso umbrío, un ataque que hasta ahora no había demostrado.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Deino: 25/40 Pv.
Lucario: 40/50 Pv.
+5 Pv por ventaja.
Lucario: 40/50 Pv.
+5 Pv por ventaja.
Ambos ataques se anularon entre sí, tanto Lucario como el pokemon al que se enfrentaba recibieron un pequeño daño en su cuerpo que les obligó a retroceder unos metros hacia atrás. Hasta el momento, el pokemon del castaño se encontraba evaluando la fuerza que podía utilizar en aquel suelo. Sabía que ambos entrenadores se encontraban exhaustos y deseaban salir de este lugar, aunque juntos parecían estar seguros en todo momento y tranquilos ante la adversidad que se les presentaba. Pero aunque el muchacho se encontraba seguro tomado de la mano de aquella joven, sentía en su interior cierta inquietud por encontrarse en aquel pasillo. El estrés que estaba asintiendo por los combates y por los sucesos que acontecieron le estaba dominando y se estaba conteniendo de perder la cordura y entrar en un ataque de pánico. Aunque en su interior sabía que en cualquier momento algo pasaría, lo presentía.
Un rayo de energía fue liberado por el pokemon enemigo en el instante en que se estabilizó en aquel suelo endeble. El mismo impactaría contra la pared si Lucario le esquivaba y esto provocaría una abertura en el segundo piso. El pokemon del castaño estaba seguro que por la misma podrían escapar, pero no quería arriesgarse a que el ataque fuera lo suficientemente fuerte como para provocar daños mayores, después de todo aun se encontraba en la escalera y si la misma era destruida, ninguno podría llegar al segundo piso, sin mencionar que él podría llegar a quedar atrapado. Combatir en esas condiciones no le agradaba, no podía demostrar completamente su potencial.
-Sapphi… - Interrumpió el castaño unos momentos el combate de su compañera, intentando llamar su atención mientras volvía a acariciar su mano, como si de esta forma intentara convencerle de que todo estaba bien y quizás demostrarle algo. – Eres hermosa – Confesó las palabras que hace unos momentos se había guardado, por el simple hecho de que el malestar que sentía le estaba dominando. Un mareo hizo que su cuerpo descendiera al suelo y se estuviera que arrodillar en el mismo, manteniendo uno de sus píes aun en contacto con este. No le soltó de la mano en ningún momento, pero estaba luchando por no perder el conocimiento. – Otra vez no… - Menciono con gran esfuerzo, intentando que la joven se diera cuenta con aquellas palabras de lo que le estaba sucediendo.
Lucario nuevamente volvió a concentrar energía en su boca, esta vez el ataque era muy distinto al que había lanzado anteriormente, su coloración era verde y se parecía a la esfera que usualmente lanzaba por sus manos. Pulso Dragón, otro de los ataques que poseía en su repertorio y que estaba utilizando para bloquear el ataque de su oponente y con suerte causarle un poco de daño, ignorando por completo lo que le ocurría a su entrenador.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Deino: 5/40 Pv.
Lucario: 30/50 Pv.
+5 Pv por ventaja.
Lucario: 30/50 Pv.
+5 Pv por ventaja.
El castaño tomó con fuerza su cabeza, utilizando la mano que le quedaba desocupada. Intentaba de esta forma no perder la cordura. No sabía por qué ocurría aquello, pero nuevamente estaba sintiendo esa extraña sensación de que alguien se encontraba cerca de él, como si intentara empujarle y que este cayera a un vacio sin salida, lo mismo que había sentido en el momento en que se desmayó. Y aunque dudaba de que sucediera nuevamente al estar tomado de la mano de aquella muchacha, la sensación que invadía su cuerpo impedía que se concentrara en aquel contacto físico con ella. Sentía que la mano ajena se desvanecía poco a poco, como si se estuviera alejando. Hubiera gritado, le hubiera implorado que se quede, pero su voz ya había sido inutilizada. Mientras tanto su compañero, bloqueaba por completo el ataque y el pokemon enemigo recibía un gran daño por parte del ataque realizado por él, daño que le obligó a moverse rápidamente, ignorando por completo a Lucario quien se sorprendió ante tal acción. El objetivo de aquel pokemon no era nada más ni nada menos que ser refugiado por su compañero y atacar al castaño, quien continuaba de rodillas en el suelo.
-Ayúdame a pararme… - Su tono de voz, desfigurado al que usualmente poseía indicaban lo deteriorado que se encontraba de un momento a otro por las extrañas sensaciones que sentía en su interior. Casi suplicante le pidió a su compañera que le ayudara, ignorando por completo el hecho de que le había hecho un cumplido, aunque tenía presente que lo había dicho, después de todo no deseaba ocultarlo y prefería hacerlo, no se sentía del todo bien. En ese momento incluso había dudado en poder salir de aquella mansión, la cual seguramente era la culpable de todas sus tribulaciones. Observó de un momento a otro como el pokemon enemigo se abalanzaba directamente en contra de él y de la muchacha, su cuerpo destellaba de una tonalidad azulina y la fuerza y velocidad que poseía era impresionante. Al parecer era su último recurso ante el combate que había liberado en contra de Lucario.
Una imagen extraña invadió la mente del castaño, las palabras que le había mencionado al pokemon de la muchacha en el momento en que le había dedicado una mirada de agradecimiento por cuidar de ella. Al observar que aquel pokemon se dirigía directamente hacía ambos, soltó la mano de la joven por unos momentos, disculpándose por hacerlo. Más no se alejó de ella, se quedó en frente de ella, rodeando su cintura con uno de sus brazos, acurrucándola un poco hacía su pecho. Cerró sus ojos con fuerza, no podían esquivar el ataque de aquel pokemon por más que lo intentaran, no eran tan rápidos y no había muchos lugares en donde pudieran ir. Antes de que aquel pokemon impactara de lleno sobre el cuerpo del castaño, Lucario apareció frente a él a una velocidad impresionante. Su puño, destellando de un color anaranjado y con gran energía concentrada en él impactó en el cuerpo del mismo, derribándolo en el suelo.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Abrió sus ojos lentamente, observando el pokemon que yacía derrotado en el suelo, mientras Lucario se ponía en píe y dirigía una mirada que denotaba la preocupación que sentía hacía su entrenador. - ¿Se encuentra bien? – Preguntó. Sabía que no podía mentirle, después de todo podía darse cuenta por su rostro que no se encontraba en buen estado. Las distintas peles que había tenido en una misma noche le habían agotado e incluso él mismo se sorprendía que aquella muchacha no estuviera cansada de tanto luchar. Parecía ser mucho más resistente que él, parecía ser su soporte en todo momento. Apoyó con cariño su frente en la frente de ella, aproximándose de forma exagerada a su rostro y por demás atrevida. No le importaba. Por un instante había pensado que su compañero no llegaría a tiempo y que aquel pokemon le impactaría de lleno en el cuerpo. No sabía qué habría pasado si eso sucedía, pero la agresividad que se vió en su mirada llamó la atención del castaño, quien al verlo derrotado en el suelo retiró una pokeball de su pantalón y la lanzó directamente hacía este, sin dejar de abrazar a su compañera. – Un poco mareado, no te preocupes – Le contestó a su compañero luego de eso.
Tenía deseos de mencionarle algunas palabras a Sapphire, pero su timidez le impedía hacerlo en esos momentos. Aunque a decir verdad… ¿Cuándo había sido alguien tímido, si era conocido por fastidiar a todas las personas con sus bromas pesadas?. – Pensé que te perdería… - Susurró, tan despacio que era casi imposible escucharle, pero gracias a la posición en la que se encontraban, el susurro fue emitido cerca de su oído. Los ojos del castaño se encontraban cerrados y los abrió lentamente para mirar los ojos de ella. Ah saber que pasaba por su mente en esos momentos, pero se sentía aliviado de que Lucario les haya salvado. Extraño era, pero sentía como si conociera a aquella mujer desde hace mucho tiempo, como si la confianza con ella ya se hubiera transformado en algo inquebrantable. Volvió a tomar su mano mientras observaba con impaciencia el resultado que le daría su pokeball.
Tenía deseos de mencionarle algunas palabras a Sapphire, pero su timidez le impedía hacerlo en esos momentos. Aunque a decir verdad… ¿Cuándo había sido alguien tímido, si era conocido por fastidiar a todas las personas con sus bromas pesadas?. – Pensé que te perdería… - Susurró, tan despacio que era casi imposible escucharle, pero gracias a la posición en la que se encontraban, el susurro fue emitido cerca de su oído. Los ojos del castaño se encontraban cerrados y los abrió lentamente para mirar los ojos de ella. Ah saber que pasaba por su mente en esos momentos, pero se sentía aliviado de que Lucario les haya salvado. Extraño era, pero sentía como si conociera a aquella mujer desde hace mucho tiempo, como si la confianza con ella ya se hubiera transformado en algo inquebrantable. Volvió a tomar su mano mientras observaba con impaciencia el resultado que le daría su pokeball.
Ruby Shirayuki- Entrenador
- Mensajes : 283
Fecha de inscripción : 26/05/2014
Edad : 37
Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Captura' :
'Captura' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
VS
Pv 60/60 Pv 50/50
Pv 60/60 Pv 50/50
Tanto Lucario como Blaziken se disponían a luchar contra sus oponentes, más el primero en reaccionar ante la aparición de ambos fue el Pokemon de Hikaru, el cual se abalanzo sobre el de pequeña estatura pero el cual emitía cierta aura siniestra a su alrededor. Ante esto, el acompañante del contrincante paso nuevamente por sobre Lucario y tal como había sucedido en el combate anterior, el Pokemon tipo fantasma fue directo hacia donde nos encontrábamos con tal velocidad que hasta para Blaziken le fue imposible percatarse de su llegada. Al verle no pude evitar dar un leve paso atrás ante su aterrador aspecto haciendo que un leve escalofrío recorriera por mi espalda, aferrándome con mucha más fuerza de la que quería la mano del joven que aun sostenía la mía. Sin embargo apenas se percató de la presencia de este, Blaziken se dispuso a lanzarle una de sus conocidas patadas para intentar separarlo de ambos entrenadores, mas esta solo paso de largo sin causar efecto alguno al no tener una consistencia solida aquel Pokemon.
Ante aquella falla del ataque de mi compañera, esto solo ocasiono que gruñera con molestia causando que esta aumentara al escuchar como en el aire se sentía la risa proveniente de aquel Pokemon quien de cierto modo se burlaba de lo que había sucedido, apartándose camino hacia al pasillo como para tomar distancia de Blaziken.-Toro tranquilízate, no te precipites.- Le mire con seriedad al ver que comenzaba acumular de su fuego dentro de sus fauces, como para atacar al contrario pero sin controlar la potencia de este, lo que aumentaría un poco más el riesgo tanto de la vivienda como de nosotros si este saliese de control. Resoplando aun molesta cerro de su hocico mientras aquel fuego desaparecía intentando mantener su cordura. Probablemente por el tiempo que llevábamos juntas, esta había tomado un poco de mi actitud, por lo que de cierta manera entendía como se sentía ante la burla, mas no podíamos seguir arriesgándonos si es que queríamos salir de allí.
Mire al Pokemon contrario quien seguía moviéndose de un lado a otro en aquel pasillo, como intentando llamar la atención de mi compañera, a la vez que Lucario seguía luchando solo utilizando ataques cuerpo. Observando nuevamente a Blaziken, tome unos cuantos pasos adelante sin soltarme del contrario quien continuaba a mi lado, llamando la atención de mi compañera quien tomaba distancia para acercarse más hacia donde se encontraba el Pokemon fantasma.-Bien, ahora no nos servirán los ataques cuerpo a cuerpo, así que tendrás que usar los tipo fuego.- Esta asintió más al ver que desviaba mi mirada hacia Lucario sabía a lo que posiblemente me refería con aquellas palabras.- Pero intenta no dañar los alrededores.- Sin decir nada fijo nuevamente su vista en su oponente quien comenzaba a dar muestras de que se disponía a luchar al comenzar a generar un brillo alrededor de su cuerpo. Sabía que sería difícil mas no imposible el poder luchar contra aquel Pokemon, al menos intentaría evitar algún nuevo colapso.
Sapphire- Entrenador
- Mensajes : 432
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Edad : 27
Localización : Umm ... Here ! -Apunta un lugar aleatorio en el mapa- (?)
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
VS
Pv 55/60 Pv 40/50
Pv 55/60 Pv 40/50
En su posición y esbozando una risa algo deformada gracias a su boca en forma de cierre, Bannette comenzó a generar un gran brillo alrededor de su cuerpo que a medida que pasaba el tiempo este se tornaba de un color casi purpura intenso mientras se disponía a ejecutar su ataque. Blaziken a sabiendas de esta y que posiblemente no podría utilizar todo su potencial en esta batalla; Optando por mantenerse a distancia, espero a que el contrario finalizase con aquello y el cual apenas se desvanecía el brillo que le rodeaba lanzo de unas ondas del mismo color que la que se formó en su cuerpo en dirección hacia mi compañera. Sin embargo no podía de esquivarlas completamente ya que si eso ocurriese estas podrían golpear en contra de la madera que ya se encontraba endeble bajo sus patas y que podría causar un daño mayor en el segundo piso. Por ello a la vez que estas eran lanzadas, Blaziken se dirigió sobre el contrario dejando que en el paso le golpease una de estas para poder disponerse a lanzar una pequeña llamarada en dirección al contrario que no solo logro desvanecer el movimiento del otro, si no también llegar a golpearle al atravesar por entre aquellas ondas. Generando un leve daño en el Pokemon salvaje más sin hacer que su semblante cambiase. Ambos tras esto siguieron en sus posiciones mientras simplemente se quedaban mirando el uno al otro como intentando adivinar cuál sería el próximo movimiento del contrario.
Me quede algo sorprendida en mi posición al ver que ahora hasta un simple ascuas podían logran tal magnitud de ataque, gracias a la evolución que había sufrido y que probablemente si hubiese sido directo este tendría mayor potencia, pese a ser un movimiento algo básico. Una pequeña mueca se dibujó en mi rostro al ver el progreso que llevaba ya mi compañera y que de seguro hasta sorprendería a mi padre si viese lo cambiada que se encuentra. Mas aquellos pensamientos se desvanecieron completamente al sentir una leve caricia en la mano que aun sujetaba al contrario junto a la mención de mi nombre la cual hizo que me girase hacia el chico ignorando el combate que sostenía Blaziken contra el Bannette. Sin decir nada le mire a los ojos esperando alguna pregunta o comentario de parte de este o la razón por la cual hacía mención de la misma. Sin embargo nunca espere aquellas palabras surgieran por su parte haciendo que mi rostro se ruborizara completamente, mientras gesticulaba con dificultad alguna palabra o respuesta como si buscase alguna razón por aquella.- ¿H-he? ¿P-por- …¡Que cosas dices en un momento como este!- Alcance a decir tratando de enfocarme en un punto diferente a sus ojos, la voz me temblaba bastante y además no pude evitar levantar el tono levemente ante mis últimas palabras. No quería alzar la mirada no hasta que pudiese poner en orden mis pensamientos, pero al sentir un leve jalón por parte de mi brazo que le sostenía y un quejido de los labios del chico, enfoque de nuevo en este viendo que se encontraba de rodillas en el suelo mientras agarraba con fuerza un lado de su cabeza con su mano libre.
-¿Qué sucede? ¿Estás bien?- Me hinque frente a el mientras le tomaba del hombro con mi otra mano intentando buscar su mirada la cual permanecía algo distante. A la mención de sus últimas palabras al no captarlas completamente, me acomode a su lado apoyando su cabeza en mi hombro mientras entrelazaba nuevamente su mano con la mía, la cual parecía lentamente perder el agarre a medida que pasaba el tiempo. No sabía que más hacer por ello simplemente me quede junto a este esperando a que en cualquier minuto se sintiese mejor, esperando que al menos Lucario se desocupase para poder entender que es lo que había sucedido con su entrenador.
Acomodándome mejor y sin soltarle mire en dirección hacia donde continuaba luchando mi compañera sin preocuparme demasiado a sabiendas que esta podía enfrentarse contra aquel Bannette sin problema.
Sapphire- Entrenador
- Mensajes : 432
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Edad : 27
Localización : Umm ... Here ! -Apunta un lugar aleatorio en el mapa- (?)
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
VS
Pv 50/60 Pv 35/50
Pv 50/60 Pv 35/50
Sabía que algo no estaba bien en el momento en que escucho la tonalidad preocupada en la voz de su entrenadora y que está ya le había dejado de dar instrucciones hace ya unos pocos segundos pese a que la batalla aún continuaba. Por ello y ante la ansiedad de saber que era lo que sucedió, mirando por el rabillo del ojo pudo notar que tanto el Joven como su compañera se encontraban de rodillas uno junto al otro, siendo esta ultima la que le daba la espalda y lo que dificultaba como para saber a ciencia cierta su condición. Escena que casi hace que corriese en dirección hacia ambos al pensar que se encontraban heridos, mas al ver que ella permanecía aun moviéndose en el lugar soltó un largo suspiro de alivio al saber que quizás solo era una mala interpretación. Aun así también le preocupaba el estado del joven solo que sabía que se encontraba en buenas manos y en buena compañía.
Ante aquel pensamiento no pudo evitar dar una leve risa enfocando nuevamente su mirada en su contrincante quien aun permanecía en pie frente a ella. Sabía que si realizaba ataques poderosos estos podrían jugar en su contra pero tampoco podía perder el tiempo si es que quería ayudar a salir de allí a tanto al joven como a su entrenadora que pese a no demostrarlo, sabía que esta última se encontraba cerca de sus límites. Concentrándose en su siguiente ataque no dejo de ver con un rostro de disgusto aquella sonrisa que aún se dibujaba en el Bannette como si estuviese disfrutando de alguna travesura realizada por su parte o que el hacerle perder el tiempo le causase risa. Fuera lo que fuera, no dejaba de ser molesto e intentaría por cualquier medio el poder vencer a aquel molesto Pokemon para poder continuar.
Esta vez intentaría algo distinto y que quizás le ayudase a vencer al otro o al menos eso esperaba. El contrario a su vez leyendo aquello, comenzó a retroceder hasta que una leve sombra le cubrió por completo desvaneciéndose del lugar con la ayuda de esta. Acto que la puso en alerta rápidamente observando los alrededores frenéticamente al poseer varios rincones en donde poder ocultarse. Mas en cosa de segundos salió sobre su cabeza junto a una masa extensa de niebla oscura la cual se disponía a lanzar sin dudarlo en su contrincante. La cual sin embargo, solo logro colisionar con un puño envuelto en fuego que traspaso por sobre su movimiento golpeándose simultáneamente en ataques algo débiles más logrando impactar sobre su objetivo. Ante esto el Bannette utilizando de las mismas, regreso a su posición anterior tomando distancia antes que pudiesen dañarle, sin embargo poco se percató de que mientras se distraía con devolverse, Blaziken se había abalanzado sobre este.
Sapphire- Entrenador
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Fecha de inscripción : 24/02/2014
Edad : 27
Localización : Umm ... Here ! -Apunta un lugar aleatorio en el mapa- (?)
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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Miraba con cierta preocupación a aquel joven que aun sostenía en mis brazos, no sabía por qué ni como había llegado a tomarle tanto afecto siendo que era técnicamente un desconocido en lo que llevábamos juntos, sin embargo aquella sensación de bienestar se manifestaba siempre que este se encontraba cerca de mí, haciendo que un leve sonrojo se asomara ante aquella idea. Suspire pesado fijando mi mirada hacia mi mano la cual aun permanecía atada a la suya, aunque más daba el aspecto que mi mano se encontraba por sobre la suya al esta perder de cierta forma aquel agarre desde que había comenzado aquel malestar, sin haber cesado y al continuar este temblando en la misma posición en la de un principio. El destello proveniente del pasillo en donde se encontraba aun Blaziken luchando hizo que mirase rápidamente a su dirección, observando que esta parecía estar manteniéndose bien en combate más por la orden de no hacer destrozos le estaba haciendo un tanto difícil el poder luchar libremente. –Lo siento Toro.- Murmure con algo de simpatía tanto por haberle negado como por la situación en la que le había metido. Viendo que tanto ella como el Bannette se disponían a atacarse nuevamente, al lanzarse ambos al mismo tiempo hacia el centro de aquel ficticio campo de batalla, más en mi compañera se veía que le envolvía su puño una cantidad de fuego que había enfocado para tener aquel elemento mas controlado.
Al oír sonidos provenientes del chico, sorprendida y a la vez contenta de escucharle, me separe de este para poder verle de frente nuevamente, mientras me levantaba rápidamente de mi puesto tras escuchar aquellas gastadas palabras saliendo de su boca. Con la ayuda de ambas manos tome tanto de su mano como de su cintura para que pudiese sostenerse con más firmeza de mí y así no tener problemas para poder pararse al pedir ayuda en esta simple acción. –Cuidado, no te vayas a desmayar de nuevo.-Comente con cierto sarcasmo en mi voz, al intentar alivianar la situación que acababa de ocurrir y a la vez ignorar aquellas últimas palabras que me había dado antes de caer de rodillas al suelo al creer que solo las había dicho al estar sintiéndose mal en ese momento. Aun antes que si quiera pudiese preguntar el cómo se encontraba, este me abrazo de improviso que sin embargo, a diferencia de la ves anterior, se sentía como si este tuviese un propósito justificable al girarse dándole la espalda a la escalera que teníamos detrás de nosotros. Sin entender completamente el porqué, al pasar por mi vista una extraña luz azul dirigiéndose hacia nosotros, mi mente se vio totalmente en blanco como sin poder procesar completamente lo que estaba pasando, actuando más por instinto y abrazando con fuerza de este mientras cerraba los ojos esperando a que ocurriese lo peor.
Sapphire- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
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No tuvo que dar tantos pasos como para encontrarse contra el Bannette gracias a sus largas patas que le hacían dar grandes zancadas en tan solo pocas pisadas. Sin embargo el contrario tenía la especialidad de usar las sombras como su ventaja por ello solo la mitad del camino había sido realizado, ya que la tarea más difícil era el poder encontrarle o adivinar en donde se asomaría nuevamente. Era una de las cosas que odiaba de ese tipo, al no tener una consistencia solida podían moverse a voluntad propia e incluso entre gruesas paredes para poder ocultarse y atacar de sorpresa. Gruño al aire soltando una pequeña llama de su hocico al estar ya cansada de aquel juego absurdo en el que se había visto envuelta por aquel Pokemon salvaje. Y lo peor de todo que los ataques más potentes que tenía le hacían simple cosquillas al tener inmunidad ante estos. O bueno, al menos aún tenía la posibilidad de mezclarlos con su elemento.
Se concentró nuevamente enfocándose en el ruido de alrededor, mientras que de su puño acumulaba una pequeña cantidad de fuego que aún no dejaría manifestar, no mientras aun no encontrase a aquel escurridizo Bannette. Podía escuchar leves ruidos y de vez en cuando unas cuantas risas probablemente al disfrutar de aquel juego de las escondidillas, mas ella no caería en este para atacar a diestra y siniestra como para acabar quemando o causando alguna explosión cercana que causase otro derrumbe, no lo haría, no podría fallarle a su entrenadora. Mas aprovechando que esta estaba sumida en su pensamiento, Bannette salió por la espalda dispuesta a atacar con aquellas tinieblas propias de los tipos fantasmas, mas antes que esta pudiese golpear con otro potente movimiento; Se giró rápidamente que gracias al fuego que poseía alrededor de su puño logro impactar directamente en su cuerpo, causando un leve chirrido por parte del contrario mientras desaparecía del lugar transportándose a distancia frente a ella. Pareciendo que por fin se le estaba causando daño alguno al mostrar un semblante ya más distinto que el de un principio.
Sin embargo antes que pudiese seguir luchando, al escuchar un estruendo proveniente de su espalda, esta se giró completamente olvidando la presencia del contrario, más cuando se disponía a dirigirse hacia donde se encontraba su entrenadora, el Bannette logro transportarse mientras nuevamente invocaba de aquel brillo psíquico para retener a la misma, sin que esta pudiese ir al lugar donde su compañera se encontraba en peligro.
Sapphire- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
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Bannette K.O
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No quería abrir los ojos, la verdad temía hacerlo al no saber que me encontraría si lo hiciese, más al escuchar la voz de Lucario cerca hizo que cierta seguridad volviese nuevamente, abriéndolos pausadamente uno primero que el otro para encontrarme que aun permanecía abrazada a este y que aquel Pokemon salvaje yacía en el suelo inconsciente, probablemente vencido por el mismo Pokemon del joven. Mire algo sorprendida por sobre el brazo del chico hacia este último al ver la velocidad que podía llegar a poseer, y a la vez que mi mirada se enfocaba nuevamente en Hikaru quien no había respondido aquella pregunta la cual quería hacerle más por todo lo sucedido no tuve el tiempo para ello. Al sentir su frente apoyada en la mía, hizo que levantase mi mirada para verle directamente a los ojos separándose esta solo en el momento que saco aquella Pokeball para capturar a aquel Pokemon que se encontraba en el suelo.
Mire mi mano que aún seguía apegada a la suya más al escuchar en susurro aquellas palabras hicieron que rápidamente me voltease a verle con cierta amargura y enojo en mi rostro. Por lo que utilizando de mi mano libre me separe un poco de aquel apego para darle un fuerte golpe en el pecho con esta, sin esperar a que este reaccionase.- ¡Idiota! ¿Qué pensabas exactamente?- Golpee nuevamente la misma zona sin prestarle atención a Lucario ni a Blaziken quien detenía el paso antes de acercarse a mi lado.- ¡Casi te matan!- Cada vez elevaba un tanto más la voz, soltándole la mano para pegarle con ambas contra su pecho.- ¡No lo vuelvas hacer! ¿¡Me oíste!?- Resople dejando más a la vista ambos colmillos de mi boca mientras cada vez mi mirada se ablandaba al verle parado al frente. Quizás lo haya hecho con buenas intenciones, pero no podía negar que me había preocupado por este y por ello aquella reacción explosiva. Por otro lado al sentirme nuevamente indefensa ante el peligro dejando que otros tomen su lugar para ayudarle frustraban más mis pensamientos, generando un duelo conmigo misma al permitir que aquello sucediese como aquella vez como en mi niñez. Suspirando pesado mientras agarraba mi cabeza revoloteando con esta mi cabello como para intentar calmarme. Desvié mi mirada hacia mi compañera quien se acercaba a mis espaldas poniendo una mano en mi hombro en forma de apoyo.
Sabía que había exagerado en mi comportamiento, pero las disculpas eran algo difíciles de poder decirlas, al menos para mí. Pero si queríamos salir de aquel lugar tendría que hacerlo además que en cierta forma me sentía culpable, por lo que finalmente tome ánimos al desviar la mirada hacia mi compañera quien con un movimiento de cabeza intentaba alentarme. –Lo siento…- Murmure suavemente sin mirarle al rostro al encontrar el suelo extrañamente más llamativo que verle en el rostro. No sabía si me había escuchado o no, pero para ella aquello fue un gran paso.
Sapphire- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Aquella esfera de color blanco y rojo no tardó en ser devuelta a su mano, siendo rechazada por el mismo pokemon que anteriormente casi le causaba la muerte. Le debía la vida a su compañero, quien se había desplazado a una velocidad impresionante para salvarle. Aunque este no parecía estar preocupado ni nada por el estilo, todo lo contrario, se encontraba calmado, como si lo que hubiere hecho no fuera absolutamente nada. El castaño estaba sorprendido, no pensó que llegaría a tiempo siendo que le había superado y tomado una gran ventaja. Si esa era la velocidad que poseía, dudaba que fuera un pokemon recién nacido y daba por seguro que las palabras que había mencionado hace unos momentos atrás, eran verdad. Seguramente detrás de aquel pokemon había una interesante historia por conocer. Quizás esa era una de las razones por la cual aquel pokemon protegía su huevo sin importar nada. – Bien… - No pudo seguir hablando, cuando sintió un golpe en su pecho. Se sorprendió cuando se dio cuenta de que la mujer había sido quien le dio el mismo y que además, estaba completamente enfadada.
Se quedó en silencio mientras escuchaba las palabras de la misma, sintiendo como su tono de voz se elevaba cada vez más. Ni siquiera él le había levantado la voz cuando le había soltado la mano y lo dejó completamente solo, siendo que le había pedido que no lo hiciera. Su mirada se oscureció cuando escuchó el insulto por parte de ella y la pregunta que le realizaba, como si fuera su madre y estuviera reprendiendo a su hijo de un gran error cometido. “Casi te matan” No entendió porqué le estaba diciendo algo que ya sabía. Solamente se había interpuesto entre aquel pokemon y ella como si fuera una obligación, algo hecho por instinto. En ese momento no pensó el por qué arriesgaba su vida por ella, pero lo había hecho y lo último que esperaba por su parte era una reprensión. Tenía muchas cosas que deseaba decirle, demasiadas palabras que prefirió guardar en su interior, puesto que no deseaba lastimarle. Siguió escuchando las palabras de ella hasta que finalizó en una pregunta, la cual ni siquiera respondió. – Tsk… - Estaba molesto. Se volteó en el momento en que ella terminó de hablar y comenzó a subir las escaleras. – Ven, Lucario – Ordenó, demostrando con su tono de voz lo enojado que se encontraba.
Debido a que comenzó a subir las escaleras no pudo escuchar las disculpas por parte de ella, tampoco pensaba que esta pudiera disculparse luego de que le había golpeado y tachado de idiota. Mientras caminaba comenzó a pensar en la posibilidad de que tal vez lo era. Apegarse tanto a una desconocida, sentir cosas extrañas por alguien que acababa de conocer hace unos momentos e intentar ser egoísta con ella para que no le dejara en ningún instante. Había recordado porqué generalmente estaba solo, aislado de las demás personas. Y por qué siempre realizaba aquellas bromas absurdas para disgustar a las personas, sabiendo que lo hacía. Solamente para no formar lazos afectivos con las mismas y de esa forma no ser lastimado, como ahora. ¿Qué había hecho mal? Solo había querido salvarla. - ¿La salida está en este piso, verdad? – Su mirada continuaba completamente sumida en la oscuridad. No deseaba nada más que salir de aquella mansión de una vez por todas, ya no soportaría tener que lidiar con otro combate. Luego de aquella discusión, perdería la cordura si se volvía a enfrentar a otro pokemon que deseaba impedirles la libertad. Y además… ahora estaba sin la seguridad que poseía antes, cuando aún sostenía la mano de ella. Se detuvo junto a su compañero, quien nuevamente tomaba la delantera en el grupo. – La salida se encuentra cruzando esa puerta – Comentó. La mirada del muchacho se volteó, intentando ver si aquella mujer aún caminaba a su lado… Sentía una necesidad en su interior, como si quisiera hablarle. Después de todo, luego de cruzar aquella puerta… ¿Se separarían?.
Se quedó en silencio mientras escuchaba las palabras de la misma, sintiendo como su tono de voz se elevaba cada vez más. Ni siquiera él le había levantado la voz cuando le había soltado la mano y lo dejó completamente solo, siendo que le había pedido que no lo hiciera. Su mirada se oscureció cuando escuchó el insulto por parte de ella y la pregunta que le realizaba, como si fuera su madre y estuviera reprendiendo a su hijo de un gran error cometido. “Casi te matan” No entendió porqué le estaba diciendo algo que ya sabía. Solamente se había interpuesto entre aquel pokemon y ella como si fuera una obligación, algo hecho por instinto. En ese momento no pensó el por qué arriesgaba su vida por ella, pero lo había hecho y lo último que esperaba por su parte era una reprensión. Tenía muchas cosas que deseaba decirle, demasiadas palabras que prefirió guardar en su interior, puesto que no deseaba lastimarle. Siguió escuchando las palabras de ella hasta que finalizó en una pregunta, la cual ni siquiera respondió. – Tsk… - Estaba molesto. Se volteó en el momento en que ella terminó de hablar y comenzó a subir las escaleras. – Ven, Lucario – Ordenó, demostrando con su tono de voz lo enojado que se encontraba.
Debido a que comenzó a subir las escaleras no pudo escuchar las disculpas por parte de ella, tampoco pensaba que esta pudiera disculparse luego de que le había golpeado y tachado de idiota. Mientras caminaba comenzó a pensar en la posibilidad de que tal vez lo era. Apegarse tanto a una desconocida, sentir cosas extrañas por alguien que acababa de conocer hace unos momentos e intentar ser egoísta con ella para que no le dejara en ningún instante. Había recordado porqué generalmente estaba solo, aislado de las demás personas. Y por qué siempre realizaba aquellas bromas absurdas para disgustar a las personas, sabiendo que lo hacía. Solamente para no formar lazos afectivos con las mismas y de esa forma no ser lastimado, como ahora. ¿Qué había hecho mal? Solo había querido salvarla. - ¿La salida está en este piso, verdad? – Su mirada continuaba completamente sumida en la oscuridad. No deseaba nada más que salir de aquella mansión de una vez por todas, ya no soportaría tener que lidiar con otro combate. Luego de aquella discusión, perdería la cordura si se volvía a enfrentar a otro pokemon que deseaba impedirles la libertad. Y además… ahora estaba sin la seguridad que poseía antes, cuando aún sostenía la mano de ella. Se detuvo junto a su compañero, quien nuevamente tomaba la delantera en el grupo. – La salida se encuentra cruzando esa puerta – Comentó. La mirada del muchacho se volteó, intentando ver si aquella mujer aún caminaba a su lado… Sentía una necesidad en su interior, como si quisiera hablarle. Después de todo, luego de cruzar aquella puerta… ¿Se separarían?.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Apoye mi espalda en la pared que tenía detrás al sentir como este seguía caminando con un tono de voz molesto en sus palabras tras aquel pequeño arrebato que había tenido contra este por haberse arriesgado por mí. Sin si quiera mirarle al aun permanecer con mi mirada pegada en el suelo, sentí como este se alejaba poco a poco del lugar al comenzar a desvanecerse el sonido de sus pasos mientras avanzaba junto a su Pokemon a lo lejos. Al sentirme sola nuevamente me agache hasta poder sentarme en el suelo mientras observaba con detención ambas de mis manos que extendía frente a mi vista, recalcando lo que había sucedido recientemente. No quería admitirlo pero en el fondo sabía que tenía la culpa de aquel comportamiento y la verdad tampoco creía que una disculpa fuese a resultar esta vez. Suspire pesado mientras apoyaba una mano en la sien derecha de mi cabeza al sentir una pequeña migraña comenzando a surgir por todo lo sucedido, agregado con el cansancio y el hambre que hasta ahora comenzaban a golpear fuertemente como si la adrenalina del momento hubiese opacado todo aquello, mas al controlarse al pasar la situación hacían que las molestias volvieran.- Perfecto.- Murmure con desgana mientras cubría parte de mi rostro con mi mano cruzándose por mi mente la idea de dormir un poco en ese lugar… Mas al escuchar el chirrido preocupado de mi compañera a mi lado hizo que me acordase que aun teníamos que salir de aquel lugar si es que no queríamos arriesgarnos a que sucediera algo peor y menos con los Pokemons fantasmas que aun circulaban alrededor.
-Bien, te sigo.- Comente afirmándome en Blaziken quien con su ayuda pude levantarme de mi posición acomodando nuevamente ambos guantes en mis manos, los cuales permanecían dentro de mi bolso abandonados. Tomando del fondo unas cuantas bayas extendí unas pocas a mi compañera la cual me quedo viendo dudosa mientras a la vez me entregaba unas pocas hacia mi mano mientras me observaba con una mirada seria como para no negarme a su petición.-Gracias.- Sonreí echándome una a la boca al no querer hacer enojar a otro ser querido cercano por mis errores. Recordando aquello comencé a caminar detrás de mi compañera quien esta vez guiaba mi camino quien intentando seguirle el rastro tanto al entrenador como al Lucario al ser los que sabían por dónde se debía ir para encontrar la salida. Otro de los ya tantos suspiros escapo por entre mis labios llamando la atención de Blaziken quien caminaba de frente en silencio. No sabía por qué la molestia del joven me causaba tanta confusión y deseos de poder remendar lo sucedido, cosa que no me había pasado antes y no podría mencionar con nadie, ya que mi contacto con las personas en Hoenn fue muy escaso. Quizás esa era la razón de lo poco comprensiva que podía ser o al no saber cómo actuar frente a otra persona. Golpee suavemente mi frente con mi mano como intentando despejar las dudas y poder concentrarme en mí camino, terminando por enredarme en mis pensamientos, mas volviendo nuevamente al presente al querer poder salir luego de aquel lugar.
Un escalofrió recorrió nuevamente mi espalda haciendo que involuntariamente viese hacia mi mano como buscando refugio en la del otro para poder suprimir aquel miedo al sentirme más segura, sin embargo sabía que no sería posible ya que este se encontraba quizás hasta ya fuera de la mansión. Apurando un poco el paso tome del brazo de Blaziken para poder apoyarme, sintiendo como la culpa nuevamente brotaba al haber sido algo impulsiva e hiriente con el otro. Debería disculparme, pero no una simple disculpa como antes, al menos con algo más de sinceridad, más el modo de cómo no funcionaría si es que este no era capaz de aceptarla, aquella sensación hizo que un pequeño dolor se sintiera en mi pecho girándome hacia mi compañera mientras esta me miraba sin quitarle la vista al camino.- Umm… ¿Tú crees que las acepte?- Esta simplemente sonrió de forma cálida como intentando de calmarme mientras seguíamos avanzando esperando a mis adentros que este aún no se haya marchado, al menos no antes que pudiese disculparme.
-Bien, te sigo.- Comente afirmándome en Blaziken quien con su ayuda pude levantarme de mi posición acomodando nuevamente ambos guantes en mis manos, los cuales permanecían dentro de mi bolso abandonados. Tomando del fondo unas cuantas bayas extendí unas pocas a mi compañera la cual me quedo viendo dudosa mientras a la vez me entregaba unas pocas hacia mi mano mientras me observaba con una mirada seria como para no negarme a su petición.-Gracias.- Sonreí echándome una a la boca al no querer hacer enojar a otro ser querido cercano por mis errores. Recordando aquello comencé a caminar detrás de mi compañera quien esta vez guiaba mi camino quien intentando seguirle el rastro tanto al entrenador como al Lucario al ser los que sabían por dónde se debía ir para encontrar la salida. Otro de los ya tantos suspiros escapo por entre mis labios llamando la atención de Blaziken quien caminaba de frente en silencio. No sabía por qué la molestia del joven me causaba tanta confusión y deseos de poder remendar lo sucedido, cosa que no me había pasado antes y no podría mencionar con nadie, ya que mi contacto con las personas en Hoenn fue muy escaso. Quizás esa era la razón de lo poco comprensiva que podía ser o al no saber cómo actuar frente a otra persona. Golpee suavemente mi frente con mi mano como intentando despejar las dudas y poder concentrarme en mí camino, terminando por enredarme en mis pensamientos, mas volviendo nuevamente al presente al querer poder salir luego de aquel lugar.
Un escalofrió recorrió nuevamente mi espalda haciendo que involuntariamente viese hacia mi mano como buscando refugio en la del otro para poder suprimir aquel miedo al sentirme más segura, sin embargo sabía que no sería posible ya que este se encontraba quizás hasta ya fuera de la mansión. Apurando un poco el paso tome del brazo de Blaziken para poder apoyarme, sintiendo como la culpa nuevamente brotaba al haber sido algo impulsiva e hiriente con el otro. Debería disculparme, pero no una simple disculpa como antes, al menos con algo más de sinceridad, más el modo de cómo no funcionaría si es que este no era capaz de aceptarla, aquella sensación hizo que un pequeño dolor se sintiera en mi pecho girándome hacia mi compañera mientras esta me miraba sin quitarle la vista al camino.- Umm… ¿Tú crees que las acepte?- Esta simplemente sonrió de forma cálida como intentando de calmarme mientras seguíamos avanzando esperando a mis adentros que este aún no se haya marchado, al menos no antes que pudiese disculparme.
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
No pudo ver a su compañera. Volvió su mirada a Lucario, quien se había encaminado hasta la entrada de aquella mansión, esperando la respuesta de su entrenador para salir del interior de la misma. Fuera, la tormenta ya había terminado y en poco amanecería. No había dormido en toda la noche y su ropa, aún se encontraba un poco húmeda. Debía buscar un centro pokemon en aquella ciudad o en su defecto un lugar donde poder dormir y no se encuentre habitado por aquellas criaturas, pero por más que pensaba en hacer estas cosas se negaba a la idea de viajar solo nuevamente, cuando había conocido la calidez en aquella mujer, que aunque se había enojado con él por intentar salvarla, comenzaba a necesitarla nuevamente. Se quedó en silencio, intentando saber qué decisión tomar al respecto. Estaba enojado, le había molestado que le tratara de esa forma cuando sus intenciones habían sido buenas, pero también deseaba volver a tocar su mano, volver a sentir su cercanía, el aroma que su cabello despedía. - ¿Amo? – Preguntó Lucario, aunque sabía exactamente lo que estaba atormentando la mente del mismo.
No contestó la pregunta del mismo, estaba sumido en sus pensamientos, intentando saber qué decisión debía tomar. Podía irse y seguir su camino como siempre lo hacía, sin importarle los sentimientos de las demás personas o quedarse y tener una compañera a su lado, alejando todos los sentimientos de soledad que siempre le atormentaban y tal vez, no solamente eso. Por primera vez se podía decir que sentía cosas extrañas hacía una persona desconocida, cosas que hasta el momento no había sentido por nadie. Ese sentimiento que se anuda en el pecho y no deja estar tranquilo en ningún momento. – Sigue caminando… Sigue caminando – Pensaba, mientras recordaba las palabras que le había mencionado la muchacha hace unos momentos, esa reprensión que le había dado sin razón alguna, solamente por arriesgarse para salvar su vida. Caminó unos pasos en dirección a la puerta, pero se detuvo nuevamente. – Mierda… - Pensó, esclareciendo sus pensamientos en ese momento. Si se enojaba, si le reprendía, si le golpeaba… que importaba eso mientras estuviera a su lado.
Se dio media vuelta, observando como la silueta de la muchacha aparecía delante de sus ojos, acompañada por su compañero. Miró los ojos de la misma con cierta incertidumbre, aunque sabía exactamente lo que debía decirle. Sin embargo no sabía si aún se encontraba molesta o no. En esos momentos un extraño recuerdo invadió su mente, las palabras de su abuelo, esos consejos que siempre les daba y él ignoraba. Se acercó a ella con la mirada ennegrecida, como si aún estuviera enfadado, al igual que aquella vez que le había abrazado. Acarició su mejilla en el momento en que estuvo frente a ella. – Dije que te cuidaría de ahora en más, ¿No? – Susurró, mirando a sus ojos con una mirada que reflejaba los sentimientos que poseía en su interior. – Aunque te enojes, si debo arriesgarme por ti lo haré. – Agregó, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios. Lucario se acercó al lado de su amo en ese momento, observándole con cierta curiosidad por las palabras que mencionaba. Pocas veces había visto a humanos decir las mismas. – No quiero viajar solo… ¿Te quedarás conmigo? – Preguntó, aunque la pregunta tenía un doble sentido, el cual no quería dar a conocer de forma tan directa. Bastaba con que solamente le acompañara y se quedara a su lado.
No contestó la pregunta del mismo, estaba sumido en sus pensamientos, intentando saber qué decisión debía tomar. Podía irse y seguir su camino como siempre lo hacía, sin importarle los sentimientos de las demás personas o quedarse y tener una compañera a su lado, alejando todos los sentimientos de soledad que siempre le atormentaban y tal vez, no solamente eso. Por primera vez se podía decir que sentía cosas extrañas hacía una persona desconocida, cosas que hasta el momento no había sentido por nadie. Ese sentimiento que se anuda en el pecho y no deja estar tranquilo en ningún momento. – Sigue caminando… Sigue caminando – Pensaba, mientras recordaba las palabras que le había mencionado la muchacha hace unos momentos, esa reprensión que le había dado sin razón alguna, solamente por arriesgarse para salvar su vida. Caminó unos pasos en dirección a la puerta, pero se detuvo nuevamente. – Mierda… - Pensó, esclareciendo sus pensamientos en ese momento. Si se enojaba, si le reprendía, si le golpeaba… que importaba eso mientras estuviera a su lado.
Se dio media vuelta, observando como la silueta de la muchacha aparecía delante de sus ojos, acompañada por su compañero. Miró los ojos de la misma con cierta incertidumbre, aunque sabía exactamente lo que debía decirle. Sin embargo no sabía si aún se encontraba molesta o no. En esos momentos un extraño recuerdo invadió su mente, las palabras de su abuelo, esos consejos que siempre les daba y él ignoraba. Se acercó a ella con la mirada ennegrecida, como si aún estuviera enfadado, al igual que aquella vez que le había abrazado. Acarició su mejilla en el momento en que estuvo frente a ella. – Dije que te cuidaría de ahora en más, ¿No? – Susurró, mirando a sus ojos con una mirada que reflejaba los sentimientos que poseía en su interior. – Aunque te enojes, si debo arriesgarme por ti lo haré. – Agregó, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios. Lucario se acercó al lado de su amo en ese momento, observándole con cierta curiosidad por las palabras que mencionaba. Pocas veces había visto a humanos decir las mismas. – No quiero viajar solo… ¿Te quedarás conmigo? – Preguntó, aunque la pregunta tenía un doble sentido, el cual no quería dar a conocer de forma tan directa. Bastaba con que solamente le acompañara y se quedara a su lado.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
-Extraño, está demasiado tranquilo.- Murmure por debajo más por la cercanía que tenía con mi compañera a la vez pudo escucharme, asintiendo ante mi comentario al no habernos encontrado con ningún otro Pokemon salvaje en el camino. Claro que aquello hacía de cierto modo sentirme más tranquila y sobre todo facilitaba el que pudiésemos seguir avanzando sin problema, pero no creía que de estar luchando consecutivamente al aparecer uno tras otro, llegaría un momento en que no volverían a manifestarse, pese a que se podía sentir en el lugar como estos permanecían escondidos camuflándose con la misma oscuridad que aquella mansión les proporcionaban. Supongo que también en cierto modo estaban más calmados al ver que los intrusos se estaban marchando, siendo que estos mismos fueron los que nos habían mantenido retenidos en un principio. Sonreí para mí misma al sentirme algo más segura con este último pensamiento, pero que a su vez hacían volver a recordarme que en cierta forma aquello no estaba completo sin la compañía de aquel chico. Inconscientemente mire mi mano la cual había traído tomada por casi todo el trayecto dentro de aquella casa, volviendo de nuevo al pensamiento el rostro enojado que poseía este antes de irse por mis palabras y que dejaba cierto apretón en mi pecho al ver que siguió sin si quiera esperarme al no encontrarme con él en el proceso.
Fije nuevamente mi mirada al escuchar un chirrido proveniente de mi compañera el cual denotaba cierta preocupación en su tono, por lo que apoyándome más en el abrazo le dedique una leve sonrisa haciéndome entender que me encontraba bien, o al menos eso quería demostrar y que por lo visto había conseguido al reanudar esta con el paso mientras mantenía la mirada al frente, sintiendo aun que esta seguía sobre mi nuca como si no la despegara de encima. Reí nerviosa mientras concentraba mi mirada hacia delante pudiendo notar que nos aproximábamos al avanzar por el pasillo a una gran puerta que posiblemente por su estructura y tamaño era la que daba con la salida/entrada de la mansión. Sin pensarlo dos veces al ver esto, comencé a correr adelantando a mi compañera quien por el brusco cambio de humor hizo que se sorprendiera quedándose unos segundos parada arqueando una ceja mientras me observaba con cierta confusión dibujada en su rostro.-No te quedes allí ¡Vamos!- Haciéndole señas con las manos me di vuelta para continuar hacia la puerta escuchando como por detrás me seguía el paso saliendo de su hocico aquel ruido que le caracterizaba con cierto humor en él. Sin embargo al ver dos siluetas que se encontraban cerca de la misma, poco a poco comencé a disminuir el paso hasta llegar al punto de detenerme a solo unos pocos centímetros de estos, mientras observaba al joven que se encontraba frente de nosotras junto a su Lucario.
Una cierta sensación de alegría surgió al ver que este aún no se había marchado y una pequeña parte creía que este se había quedado esperando por mí. Más rápidamente aquella idea se desvaneció al ver que este seguía observándome con aquella mirada fría que antes había dirigido, pero que esta vez parecía más sombría haciendo que un leve escalofrío recorriera por mi espalda quedándome inmóvil en mi posición. Ante aquello se me hizo mucho más difícil la idea de poder disculparme haciendo que tímidamente bajase la mirada como esperando a que en el momento que la levantara este ya no se encontraría en el lugar. Sin embargo al sentir una cálida mano en mi mejilla que rápidamente había reconocido como suya, le observe a los ojos percatándome que su semblante cambio repentinamente, demostrando aquella preocupación que tanto sus ojos como palabras demostraban, sintiendo como un leve sonrojo a su vez se asomaba por la cercanía de ambos.- Y-yo… También lo siento, no quise lastimarte….- Esta vez a diferencia de la anterior le mire directamente a los ojos poniendo una de mis manos sobre la suya y la cual había posado en mi mejilla.-Solo… Solo me había preocupado, pero no debí gritarte, lo siento.- Me disculpe nuevamente intentando que mis palabras sonasen sinceras al no querer que este se marchase como la vez pasada por un error que había cometido. Pero todo aquello se había marchado de mi mente al sentir el contacto del otro, al menos por ese instante nuevamente me sentía feliz de tenerlo a mi lado, mas por aquella última pregunta que hizo le mire algo dudosa como intentando comprender si le había escuchado correctamente.-Tu… ¿Quieres viajar conmigo? – Pregunte repitiendo un poco sus palabras como para corroborar de aquella antes que si quiera precipitarme.
Fije nuevamente mi mirada al escuchar un chirrido proveniente de mi compañera el cual denotaba cierta preocupación en su tono, por lo que apoyándome más en el abrazo le dedique una leve sonrisa haciéndome entender que me encontraba bien, o al menos eso quería demostrar y que por lo visto había conseguido al reanudar esta con el paso mientras mantenía la mirada al frente, sintiendo aun que esta seguía sobre mi nuca como si no la despegara de encima. Reí nerviosa mientras concentraba mi mirada hacia delante pudiendo notar que nos aproximábamos al avanzar por el pasillo a una gran puerta que posiblemente por su estructura y tamaño era la que daba con la salida/entrada de la mansión. Sin pensarlo dos veces al ver esto, comencé a correr adelantando a mi compañera quien por el brusco cambio de humor hizo que se sorprendiera quedándose unos segundos parada arqueando una ceja mientras me observaba con cierta confusión dibujada en su rostro.-No te quedes allí ¡Vamos!- Haciéndole señas con las manos me di vuelta para continuar hacia la puerta escuchando como por detrás me seguía el paso saliendo de su hocico aquel ruido que le caracterizaba con cierto humor en él. Sin embargo al ver dos siluetas que se encontraban cerca de la misma, poco a poco comencé a disminuir el paso hasta llegar al punto de detenerme a solo unos pocos centímetros de estos, mientras observaba al joven que se encontraba frente de nosotras junto a su Lucario.
Una cierta sensación de alegría surgió al ver que este aún no se había marchado y una pequeña parte creía que este se había quedado esperando por mí. Más rápidamente aquella idea se desvaneció al ver que este seguía observándome con aquella mirada fría que antes había dirigido, pero que esta vez parecía más sombría haciendo que un leve escalofrío recorriera por mi espalda quedándome inmóvil en mi posición. Ante aquello se me hizo mucho más difícil la idea de poder disculparme haciendo que tímidamente bajase la mirada como esperando a que en el momento que la levantara este ya no se encontraría en el lugar. Sin embargo al sentir una cálida mano en mi mejilla que rápidamente había reconocido como suya, le observe a los ojos percatándome que su semblante cambio repentinamente, demostrando aquella preocupación que tanto sus ojos como palabras demostraban, sintiendo como un leve sonrojo a su vez se asomaba por la cercanía de ambos.- Y-yo… También lo siento, no quise lastimarte….- Esta vez a diferencia de la anterior le mire directamente a los ojos poniendo una de mis manos sobre la suya y la cual había posado en mi mejilla.-Solo… Solo me había preocupado, pero no debí gritarte, lo siento.- Me disculpe nuevamente intentando que mis palabras sonasen sinceras al no querer que este se marchase como la vez pasada por un error que había cometido. Pero todo aquello se había marchado de mi mente al sentir el contacto del otro, al menos por ese instante nuevamente me sentía feliz de tenerlo a mi lado, mas por aquella última pregunta que hizo le mire algo dudosa como intentando comprender si le había escuchado correctamente.-Tu… ¿Quieres viajar conmigo? – Pregunte repitiendo un poco sus palabras como para corroborar de aquella antes que si quiera precipitarme.
Sapphire- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Su mano se quedó prisionera en la mejilla de ella, gracias a que la misma la dejó atrapada al ubicar su mano sobre la de él. Continuó acariciando la misma con suavidad y cariño, sin acortar ni alargar la distancia que había entre ambos rostros. Sus ojos de color esmeralda se perdían en los orbes de ella, en la hermosura que los mismos poseían, intentando ver más allá de sus palabras, intentando escudriñar en lo más profundo de ella. Podía imaginarse muchas cosas en su mente, falsas ilusiones que sabia que no eran ciertas, pero que en esos momentos le provocaban sentimientos extraños en su interior. Sentimientos que nunca antes había sentido. Escuchó con atención las palabras que su compañera le mencionaba, aquellas disculpas que ya no eran necesarias. Aunque le había molestado lo que le dijo, aunque se había sentido mal al ser reprendido sin razón alguna, no era necesario que se disculpase. Por primera vez había dejado que las cosas quedaran en el olvido, como nunca antes había sucedido con otras personas que le habían rodeado. Hasta ahora, ella era la única que había logrado cambiar esa faceta de soledad en el castaño, aunque no había logrado borrar la misma de su interior. Seguramente ella sería la persona especial que podría estar a su lado y disfrutarle, mientras los demás seguirían siendo alejados con esas bromas estúpidas.
Esperaba que respondiera la pregunta que le había realizado, no deseaba seguir su aventura por su cuenta, quería seguir teniéndola a su lado. Quizás era algo egoísta, pero no era algo que le importara. Si de esa forma podía mantenerla cerca de él, lo sería. Antes de que la muchacha finalizara con sus disculpas, su mano se liberó de la prisión que le habían impuestos. Su dedo índice se ubicó en sus labios para que ya no siguiera. No hacía falta que continuara disculpándose, todo le había quedado claro. Se había preocupado por él como él lo había hecho por ella. Escuchó con atención la pregunta que le realizó, luego de que dejó de acariciar sus labios. Sus manos tomaron las de ella para luego entrelazarlas a las mismas. Lucario se quedaba en silencio, escuchando y observando todos los movimientos de su entrenador, mientras dirigía una mirada al pokemon que acompañaba a la muchacha, quien parecía divertirse con toda aquella escena romántica. La frente del castaño se unió a la frente de ella, mientras su nariz quedó en contacto con la ajena. Sus ojos se cerraron y su compañero desvió su mirada, volteándose como si no deseara observar lo que vendría a continuación.
-Yo… - Cierto sentimiento de miedo invadió el interior del castaño. Por un momento su mente se había perdido en la cercanía que había entre ambos. Pensó que si se dejaba llevar por aquel extraño momento, probablemente conseguiría que la joven se enojara nuevamente y esta vez el enojo sería mucho mayor al que había tenido hace unos momentos atrás. Permaneció en silencio unos segundos, dudando en si acortar la distancia por completo o permanecer en donde se encontraba, sin acortarla ni alargarla. Decidió mantener aquella mínima distancia que había entre ambos, mientras sus ojos continuaban cerrados y la respiración de ella chocaba contra sus labios. – Yo… no quiero estar solo. Y tampoco me siento bien alejándome de ti. No sé por qué… - Por un momento la timidez pudo más y se trabó en las palabras que deseaba mencionar. – Ven conmigo – Agregó, mientras la distancia entre ambos se acortaba un poco más. – Si… tú quieres, claro – Estas últimas palabras, fueron emitidas en un suave susurro. Guardó silencio, espero con impaciencia la reacción de ella, como si deseara algo más que una simple respuesta.
Esperaba que respondiera la pregunta que le había realizado, no deseaba seguir su aventura por su cuenta, quería seguir teniéndola a su lado. Quizás era algo egoísta, pero no era algo que le importara. Si de esa forma podía mantenerla cerca de él, lo sería. Antes de que la muchacha finalizara con sus disculpas, su mano se liberó de la prisión que le habían impuestos. Su dedo índice se ubicó en sus labios para que ya no siguiera. No hacía falta que continuara disculpándose, todo le había quedado claro. Se había preocupado por él como él lo había hecho por ella. Escuchó con atención la pregunta que le realizó, luego de que dejó de acariciar sus labios. Sus manos tomaron las de ella para luego entrelazarlas a las mismas. Lucario se quedaba en silencio, escuchando y observando todos los movimientos de su entrenador, mientras dirigía una mirada al pokemon que acompañaba a la muchacha, quien parecía divertirse con toda aquella escena romántica. La frente del castaño se unió a la frente de ella, mientras su nariz quedó en contacto con la ajena. Sus ojos se cerraron y su compañero desvió su mirada, volteándose como si no deseara observar lo que vendría a continuación.
-Yo… - Cierto sentimiento de miedo invadió el interior del castaño. Por un momento su mente se había perdido en la cercanía que había entre ambos. Pensó que si se dejaba llevar por aquel extraño momento, probablemente conseguiría que la joven se enojara nuevamente y esta vez el enojo sería mucho mayor al que había tenido hace unos momentos atrás. Permaneció en silencio unos segundos, dudando en si acortar la distancia por completo o permanecer en donde se encontraba, sin acortarla ni alargarla. Decidió mantener aquella mínima distancia que había entre ambos, mientras sus ojos continuaban cerrados y la respiración de ella chocaba contra sus labios. – Yo… no quiero estar solo. Y tampoco me siento bien alejándome de ti. No sé por qué… - Por un momento la timidez pudo más y se trabó en las palabras que deseaba mencionar. – Ven conmigo – Agregó, mientras la distancia entre ambos se acortaba un poco más. – Si… tú quieres, claro – Estas últimas palabras, fueron emitidas en un suave susurro. Guardó silencio, espero con impaciencia la reacción de ella, como si deseara algo más que una simple respuesta.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Mi mirada se perdía en la suya al haber disminuido la distancia de ambos, pese que este aun no mencionaba nada sobre las disculpas que anteriormente habían salido de mi boca. Aquello perdía cada vez significado tan solo de ver a sus ojos color esmeralda que se posaban por sobre encima de los míos y los cuales sentía como emitían una cierta confianza y credibilidad ante mis palabras, pero que a la vez hacían surgir un poco de nerviosismo al estar aquellos orbes fijos como intentando indagar más allá de mis palabras como querer buscar cualquier malicia en ellas, al posiblemente no confiara totalmente en estas. Una pequeña opresión en mi pecho hizo que rápidamente desviase la mirada del joven ante el último pensamiento, confundiéndome nuevamente al no entender por qué los gestos y palabras del contrario causaban tal efecto en mi interior, afectándome de tal manera más que cualquier otra persona pudiese causar. Sin embargo antes que si quiera encontrase algún tipo de respuesta, la sensación del roce de su mano en mi mejillas al no haberla quitado de su lugar, hizo que levemente cerrase los ojos apoyando el lado de mi cabeza en aquel agarre, desviando todas esas dudas para poder enfocarme en ese grato y cálido sentimiento que tal gesto podía provocar.
Al sentir que se liberaba de aquel breve momento, enfoque nuevamente mi vista en este al permanecer ambos en silencio como esperando que alguien diese algún primer paso para poder romper aquella incomodidad en el aire. Disponiéndome a preguntar o al menos pensar en si de verdad mis disculpas habían sido escuchadas, mas antes que pudiese hacerlo este puso uno de sus dedos sobre mis labios como intentando hacerme entender que no continuase con mis disculpas causando conjuntamente que un escalofríos corriese por mi espalda, no solo por aquella si no también al ver que con la otra mano libre entrelazaba nuevamente su mano con la mía mientras jalaba suavemente de esta para poder apegarme más a él y acortar un tanto más nuestra distancia. Podía sentir como de mi pecho mis latidos aumentaban y como el sonrojo nuevamente se apoderaba de mi rostro al apoyar su frente junto a la mía sintiendo cada respiro de este sobre mis labios haciendo que me aferrase con más fuerza de su mano y que con la que tenía libre buscase la otra de Hikaru.
Inconscientemente cerré ambos de mis ojos dejándome llevar por el momento como esperando que algo fuese a suceder. Mas abriendo finalmente de estos suavemente al escuchar las palabras del joven que por la cercanía que ambos manteníamos se podían escuchar con claridad, haciendo que le mirase nuevamente asintiendo ante su proposición tomando unos cuantos pasos atrás sin soltarme de sus manos.-C-claro, me gustaría... Viaja contigo…- Sonreí sin poder evitar sonar con cierta timidez en mi voz por lo que había sucedido y sin que aquel sonrojo se hubiera marchado. Al ver que este aún seguía en su posición con una mirada algo perdida, me le acerque nuevamente dándole un pequeño beso en la mejilla izquierda a modo de agradecimiento y por aquel sentimiento extraño pero agradable que sentía por este.-Pero te advierto que no soy alguien fácil con quien liar.- Ante este último comentario podía jurar que veía a mi compañera rodar sus ojos a mis espadas, sin embargo seguí en mi misma posición sin soltarle de sus manos esperando en cierta forma alguna reacción de su parte o que diese algún indicio de donde poder marchar primero, mas al recordar todo lo sucedido en la noche anterior, intente oprimir un bostezo al sentir nuevamente el cansancio en mi cuerpo y que aún no habíamos podido dormir lo suficiente ninguno de los presentes.-Pero creo primero deberíamos ir a un centro Pokemon.- Mire los alrededores percatándome recién de que la tormenta había terminado dejando las pocas edificaciones y arboles empapadas aun con algunas posas de agua alrededor junto a un nuevo amanecer en el horizonte. Pese a lo llamativo que se podía ver el paisaje, comencé a buscar con mi mirada si es que aquella ciudad tenía algún lugar donde poder descansar al no ser la intemperie una opción como para poder acampar.
Al sentir que se liberaba de aquel breve momento, enfoque nuevamente mi vista en este al permanecer ambos en silencio como esperando que alguien diese algún primer paso para poder romper aquella incomodidad en el aire. Disponiéndome a preguntar o al menos pensar en si de verdad mis disculpas habían sido escuchadas, mas antes que pudiese hacerlo este puso uno de sus dedos sobre mis labios como intentando hacerme entender que no continuase con mis disculpas causando conjuntamente que un escalofríos corriese por mi espalda, no solo por aquella si no también al ver que con la otra mano libre entrelazaba nuevamente su mano con la mía mientras jalaba suavemente de esta para poder apegarme más a él y acortar un tanto más nuestra distancia. Podía sentir como de mi pecho mis latidos aumentaban y como el sonrojo nuevamente se apoderaba de mi rostro al apoyar su frente junto a la mía sintiendo cada respiro de este sobre mis labios haciendo que me aferrase con más fuerza de su mano y que con la que tenía libre buscase la otra de Hikaru.
Inconscientemente cerré ambos de mis ojos dejándome llevar por el momento como esperando que algo fuese a suceder. Mas abriendo finalmente de estos suavemente al escuchar las palabras del joven que por la cercanía que ambos manteníamos se podían escuchar con claridad, haciendo que le mirase nuevamente asintiendo ante su proposición tomando unos cuantos pasos atrás sin soltarme de sus manos.-C-claro, me gustaría... Viaja contigo…- Sonreí sin poder evitar sonar con cierta timidez en mi voz por lo que había sucedido y sin que aquel sonrojo se hubiera marchado. Al ver que este aún seguía en su posición con una mirada algo perdida, me le acerque nuevamente dándole un pequeño beso en la mejilla izquierda a modo de agradecimiento y por aquel sentimiento extraño pero agradable que sentía por este.-Pero te advierto que no soy alguien fácil con quien liar.- Ante este último comentario podía jurar que veía a mi compañera rodar sus ojos a mis espadas, sin embargo seguí en mi misma posición sin soltarle de sus manos esperando en cierta forma alguna reacción de su parte o que diese algún indicio de donde poder marchar primero, mas al recordar todo lo sucedido en la noche anterior, intente oprimir un bostezo al sentir nuevamente el cansancio en mi cuerpo y que aún no habíamos podido dormir lo suficiente ninguno de los presentes.-Pero creo primero deberíamos ir a un centro Pokemon.- Mire los alrededores percatándome recién de que la tormenta había terminado dejando las pocas edificaciones y arboles empapadas aun con algunas posas de agua alrededor junto a un nuevo amanecer en el horizonte. Pese a lo llamativo que se podía ver el paisaje, comencé a buscar con mi mirada si es que aquella ciudad tenía algún lugar donde poder descansar al no ser la intemperie una opción como para poder acampar.
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