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Personajes y conceptos de Pokémon no son propiedad del foro. Pokémon es perteneciente a Satoshi Tajiri y Nintendo.
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¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Recuerdo del primer mensaje :
Luego de aquel extraño suceso en los bosques de aquella cuidad, el castaño había emprendido viaje por su propia cuenta a lo largo del mundo. Sin ni siquiera saber hacía donde ir ni en donde se encontraba. Estaba confundido y la mayor parte del camino su mente estuvo divagando en lo que había presenciado. Sabía que no estaba loco y no lo había alucinado, aquel huevo que encontró le había hablado. ¿Cómo? No lo entendía. Pero ni siquiera la tormenta pudo hacer que su mente se distraiga sobre aquello. Confundido siguió caminando y cuando se dio cuenta de que su ropa se encontraba empapada, comenzó a correr, cubriéndose su cabellera con la mochila blanca que colgaba siempre en su espalda.
Todo era extraño para él. Hace dos días se encontraba en una mansión, teniendo la atención de un rey y ahora, corría por el medio de un bosque, con su ropa arruinada por la tormenta. Seguramente pescaría un resfriado si se mantenía expuesto a la misma. Y lo más problemático de todo, era que ya no podía regresar ni dar vuelta atrás. Ni siquiera sabía en donde estaba, por cometer el descuido de no llevar un mapa. Nadie le dijo que sería algo sencillo, pero tampoco pensó que sería algo tan complicado. Después de todo no estaba acostumbrado a esforzarse por nada. Todo lo que él deseaba siempre lo tenía y ahora, debía arreglárselas por su propia cuenta.
Se detuvo en seco frente a una gran cerca de alambre. Al otro lado de la misma unas grandes edificaciones se alzaban con aspecto lúgubre. Era de noche y la tormenta no menguaba. Había llegado a una ciudad desconocida, en donde una tenue niebla transitaba rozando el suelo de las calles. - ¿Qué es este lugar? – Se preguntó a sí mismo, dudando se pasar al otro lado del mismo. Se asemejaba a esos lugares que se podían ver en las películas de terror, en donde una vez estas dentro, ya no puedes salir. Sacudió su cabeza de lado a lado y pestañeó rápido para intentar que el agua no le impidiera ver. Acomodó nuevamente su mochila en la espalda y comenzó a trepar por los alambres de la cerca. Al llegar a lo más alto de la misma, saltó hacía el otro lado de la misma, cayendo en el interior de aquella cuidad, en medio de una gran calle rodeada por los edificios, fábricas quizás, por la escases de ventana que tenían y los grafitis impregnados en las paredes.
Tosió varias veces luego de caer al suelo, se hubiera asustado si luego de hacerlo hubiera visto la palma de su mano con la que se cubrió la boca, más no lo hizo. Un destello llamó su atención, destello que se libero de uno de los bolsillos de su pantalón. Allí estaba su compañero, mirándole con un rostro de preocupación. – No te preocupes Pikachu, estoy bien. Deberías volver a tu pokeball, la tormenta te hará mal – Le habló con un tono cálido, pero su compañero rechazó la oferta y se subió al hombro del muchacho. No mencionó palabra alguna, simplemente aceptó su decisión y comenzó a caminar, siendo víctima de la tormenta y ahora también de la oscuridad inquietante de aquella cuidad. Por primera vez en mucho tiempo, deseaba estar acompañado por alguien. No sentía miedo, pero si una gran inseguridad. Su pokemon le señaló una vivienda luego de que corrieran por largo rato. Parecía estar abandonada, construida por una madera vieja y que ya se estaba pudriendo. Dudo por un instante en ingresar, pero si no lo hacía hasta su pokemon se enfermaría. Se apresuró en llegar a la puerta e ingresó. No era una morada pequeña, parecía ser más una péquela mansión abandonada. Cerró la puerta detrás de él y escuchó el silencio infinito, siendo acompañado por una extraña respiración que ignoró. – Aquí estaremos bien… busquemos algo con que alumbrar – Le mencionó a su pokemon, mientras encontrar alguna vela era su nuevo objetivo.
Luego de aquel extraño suceso en los bosques de aquella cuidad, el castaño había emprendido viaje por su propia cuenta a lo largo del mundo. Sin ni siquiera saber hacía donde ir ni en donde se encontraba. Estaba confundido y la mayor parte del camino su mente estuvo divagando en lo que había presenciado. Sabía que no estaba loco y no lo había alucinado, aquel huevo que encontró le había hablado. ¿Cómo? No lo entendía. Pero ni siquiera la tormenta pudo hacer que su mente se distraiga sobre aquello. Confundido siguió caminando y cuando se dio cuenta de que su ropa se encontraba empapada, comenzó a correr, cubriéndose su cabellera con la mochila blanca que colgaba siempre en su espalda.
Todo era extraño para él. Hace dos días se encontraba en una mansión, teniendo la atención de un rey y ahora, corría por el medio de un bosque, con su ropa arruinada por la tormenta. Seguramente pescaría un resfriado si se mantenía expuesto a la misma. Y lo más problemático de todo, era que ya no podía regresar ni dar vuelta atrás. Ni siquiera sabía en donde estaba, por cometer el descuido de no llevar un mapa. Nadie le dijo que sería algo sencillo, pero tampoco pensó que sería algo tan complicado. Después de todo no estaba acostumbrado a esforzarse por nada. Todo lo que él deseaba siempre lo tenía y ahora, debía arreglárselas por su propia cuenta.
Se detuvo en seco frente a una gran cerca de alambre. Al otro lado de la misma unas grandes edificaciones se alzaban con aspecto lúgubre. Era de noche y la tormenta no menguaba. Había llegado a una ciudad desconocida, en donde una tenue niebla transitaba rozando el suelo de las calles. - ¿Qué es este lugar? – Se preguntó a sí mismo, dudando se pasar al otro lado del mismo. Se asemejaba a esos lugares que se podían ver en las películas de terror, en donde una vez estas dentro, ya no puedes salir. Sacudió su cabeza de lado a lado y pestañeó rápido para intentar que el agua no le impidiera ver. Acomodó nuevamente su mochila en la espalda y comenzó a trepar por los alambres de la cerca. Al llegar a lo más alto de la misma, saltó hacía el otro lado de la misma, cayendo en el interior de aquella cuidad, en medio de una gran calle rodeada por los edificios, fábricas quizás, por la escases de ventana que tenían y los grafitis impregnados en las paredes.
Tosió varias veces luego de caer al suelo, se hubiera asustado si luego de hacerlo hubiera visto la palma de su mano con la que se cubrió la boca, más no lo hizo. Un destello llamó su atención, destello que se libero de uno de los bolsillos de su pantalón. Allí estaba su compañero, mirándole con un rostro de preocupación. – No te preocupes Pikachu, estoy bien. Deberías volver a tu pokeball, la tormenta te hará mal – Le habló con un tono cálido, pero su compañero rechazó la oferta y se subió al hombro del muchacho. No mencionó palabra alguna, simplemente aceptó su decisión y comenzó a caminar, siendo víctima de la tormenta y ahora también de la oscuridad inquietante de aquella cuidad. Por primera vez en mucho tiempo, deseaba estar acompañado por alguien. No sentía miedo, pero si una gran inseguridad. Su pokemon le señaló una vivienda luego de que corrieran por largo rato. Parecía estar abandonada, construida por una madera vieja y que ya se estaba pudriendo. Dudo por un instante en ingresar, pero si no lo hacía hasta su pokemon se enfermaría. Se apresuró en llegar a la puerta e ingresó. No era una morada pequeña, parecía ser más una péquela mansión abandonada. Cerró la puerta detrás de él y escuchó el silencio infinito, siendo acompañado por una extraña respiración que ignoró. – Aquí estaremos bien… busquemos algo con que alumbrar – Le mencionó a su pokemon, mientras encontrar alguna vela era su nuevo objetivo.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Localización : En algún lugar junto a Sapphi
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
#1 'Captura' :
--------------------------------
#2 'Evolución' :
#1 'Captura' :
--------------------------------
#2 'Evolución' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
La pokeball lanzada a aquel Umbreon no tardó en ser devuelta con brusquedad hacía el castaño, quien atrapó la misma con una de sus manos y la guardó nuevamente en el interior del bolsillo de su pantalón. La pena se apoderó de su mirada, luego de que su compañero haya peleado solo y Riolu se haya visto obligado a salir del interior de su pokeball para luchar, no había conseguido atrapar a aquel pokemon, quien se marchó rápidamente para recuperar sus fuerzas. Hikaru lo siguió con la mirada hasta que se perdió en la oscuridad. Volvió a observar hacía el frente en donde la pared se encontraba agujereada, intentando encontrar a Riolu, quien no se veía por ninguna parte. Esto le estaba generando cierta preocupación. ¿Dónde estaba? Incluso comenzaba a pensar que los escombros de aquella pared le habían aplastados, aunque era algo imposible.
Pikachu mientras tanto continuaba tirando del pantalón de la muchacha, mientras de forma atrevida se subía al hombro de la misma. No lo había hecho por fastidiar, asustar ni incomodar a aquella joven, de no que era una forma de saber si podía confiar plenamente en ella o no. Después de todo, él se transportaba en el hombro del castaño porque el mismo era alguien especial para él, si estaba haciendo eso mismo con aquella muchacha, era seguro que estaba agradecido por lo que había hecho, aunque también molesto por la forma en que había maltratado a su entrenador y se lo estaba diciendo a los oídos, aunque seguramente la misma no entendería nada de lo que Pikachu le gritaba. La misma había lanzado una pokeball en dirección al pokemon con el cual estaba luchando anteriormente y la misma comenzó a moverse de lado a lado en el suelo.
-¿Se encuentra bien, amo?- Una voz grave se escuchó de entre los escombros y la misma asustó al castaño, quien comenzó a pestañear de forma rápida y a retroceder hacia atrás. La silueta de su compañero apareció frente a él, pero ya no era un Riolu, se había transformado en alguien mucho más grande, casi del tamaño de un niño de diez a doce años de edad. Sus ojos miraban fijamente los ojos del muchacho y esperaba una respuesta por parte del mismo. – Debo estar delirando por el golpe… - Murmuró por lo bajo, frotándose los ojos para ver si en realidad se trataba de su compañero o solamente estaba soñando. – No lo estas. Me alegra saber que se encuentra bien, mi señor – Nuevamente aquella voz le atormentó, mientras observaba como Lucario se postraba de rodillas frente a él, como si estuviera hablando con alguna autoridad importante. No sabía que hacer, que decir ni cómo reaccionar, por lo que no hizo más que devolver a aquel pokemon a su respectiva pokeball. Observó detenidamente la misma luego de hacerlo y sin decir nada, la guardó.
Comenzó a caminar en dirección hacia donde se había marchado su Pikachu, tambaleándose de lado a lado por el mareo que aún sentía, sin quitar en ningún momento una mano de su cabeza. Observó a su compañero arriba del hombro de aquella muchacha y se sorprendió. Generalmente no se comportaba de esa forma con nadie y si alguien intentaba tocarle, le electrocutaba. – Al parecer le agradas – Comentó detrás de la doncella en un tono cálido de voz, mientras observaba como la pokeball que seguramente era de ella se movía de lado a lado en el suelo. Se mantuvo en silencio, esperando que ella tenga mejor suerte de la que él había tenido. Pikachu no tardó en abandonar el hombro de aquella mujer, de la cual el joven aún desconocía el nombre, para volver al cuello del castaño. – Con cuidado… siento como si alguien me hubiera golpeado – Le menciono a su compañero, el cual comenzó a comportarse de una forma extraña observando a la mujer que tenía en frente. Hikaru no pudo entender bien que le pasaba, se mantuvo en silencio, observando atentamente aquella esfera color blanco y rojo.
Pikachu mientras tanto continuaba tirando del pantalón de la muchacha, mientras de forma atrevida se subía al hombro de la misma. No lo había hecho por fastidiar, asustar ni incomodar a aquella joven, de no que era una forma de saber si podía confiar plenamente en ella o no. Después de todo, él se transportaba en el hombro del castaño porque el mismo era alguien especial para él, si estaba haciendo eso mismo con aquella muchacha, era seguro que estaba agradecido por lo que había hecho, aunque también molesto por la forma en que había maltratado a su entrenador y se lo estaba diciendo a los oídos, aunque seguramente la misma no entendería nada de lo que Pikachu le gritaba. La misma había lanzado una pokeball en dirección al pokemon con el cual estaba luchando anteriormente y la misma comenzó a moverse de lado a lado en el suelo.
-¿Se encuentra bien, amo?- Una voz grave se escuchó de entre los escombros y la misma asustó al castaño, quien comenzó a pestañear de forma rápida y a retroceder hacia atrás. La silueta de su compañero apareció frente a él, pero ya no era un Riolu, se había transformado en alguien mucho más grande, casi del tamaño de un niño de diez a doce años de edad. Sus ojos miraban fijamente los ojos del muchacho y esperaba una respuesta por parte del mismo. – Debo estar delirando por el golpe… - Murmuró por lo bajo, frotándose los ojos para ver si en realidad se trataba de su compañero o solamente estaba soñando. – No lo estas. Me alegra saber que se encuentra bien, mi señor – Nuevamente aquella voz le atormentó, mientras observaba como Lucario se postraba de rodillas frente a él, como si estuviera hablando con alguna autoridad importante. No sabía que hacer, que decir ni cómo reaccionar, por lo que no hizo más que devolver a aquel pokemon a su respectiva pokeball. Observó detenidamente la misma luego de hacerlo y sin decir nada, la guardó.
Comenzó a caminar en dirección hacia donde se había marchado su Pikachu, tambaleándose de lado a lado por el mareo que aún sentía, sin quitar en ningún momento una mano de su cabeza. Observó a su compañero arriba del hombro de aquella muchacha y se sorprendió. Generalmente no se comportaba de esa forma con nadie y si alguien intentaba tocarle, le electrocutaba. – Al parecer le agradas – Comentó detrás de la doncella en un tono cálido de voz, mientras observaba como la pokeball que seguramente era de ella se movía de lado a lado en el suelo. Se mantuvo en silencio, esperando que ella tenga mejor suerte de la que él había tenido. Pikachu no tardó en abandonar el hombro de aquella mujer, de la cual el joven aún desconocía el nombre, para volver al cuello del castaño. – Con cuidado… siento como si alguien me hubiera golpeado – Le menciono a su compañero, el cual comenzó a comportarse de una forma extraña observando a la mujer que tenía en frente. Hikaru no pudo entender bien que le pasaba, se mantuvo en silencio, observando atentamente aquella esfera color blanco y rojo.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Con todo lo sucedido me había sido difícil el poder concentrarme al ocurrir una cosa tras la otra, por lo que en el momento que el joven se afirmó sobre uno de mis hombros no demostré mayor sorpresa ni respuesta al tener fija la concentración en lo que ocurría bajo nosotros específicamente con mi compañera, la cual peleaba contra el Pokemon salvaje. Luego de separarme de este al ver que se encontraba ya consiente y que sus Pokemons se estaban encargando del otro acompañante del Scraggy, me levante finalmente apoyando una de mis manos en la baranda de la escalera para poder observar si mi captura había sido exitosa o no. Pese a no ver con claridad junto al ruido que se generaba detrás con su lucha contra el Umbreon, un suave y poco perceptible “Click” llego a mis oídos por lo que al ver que Combusken asentía al pegar mi mirada en ella para saber lo que ocurría al estar más cerca de la Pokeball, di un suspiro satisfactorio al saber que la captura se había realizado sin problema alguno.
Mientras que mi compañera se acercaba a la Pokeball la cual contenía al Scraggy capturado para poder acercármela, esta apresuro su paso hacia donde me encontraba al escuchar un leve grito que había dado por mi parte al sentir que algo subía por mi brazo hasta mi hombro. Sin embargo al girarme, otro largo suspiro salió de entre mis labios al ver que se trataba del Pikachu de aquel entrenador desmayado y que por lo visto no parecía muy contento al mover sus patas de arriba abajo como intentando hacerse entender con un rostro que denotaba molestia y enojo. Pese a no comprenderle en su totalidad, la idea de aquella impulsiva acción de abofetear al joven cruzo en mi mente, por lo que solo me limite a sonreír nerviosa mientras escuchaba cada uno de los ruidos que surgían de la boca de aquel pequeño Pokemon. Mas nuevamente mi atención se desvió al ver que Combusken se encontraba detrás de nosotros dando leves resoplos en el aire mientras se cruzaba de brazos sin avanzar hacia donde estábamos parados.- ¡Oh vamos! ¿No me dirás que estas celosa?- Con cierto tono burlón, reí levemente al ver la reacción de esta quien solo bufo con más fuerza mientras desviaba la mirada ante aquel comentario. Otra nueva sensación de risa surgió, la cual rápidamente se desvaneció al escuchar al entrenador el cual caminaba tambaleante hacia donde nos encontrábamos y haciendo que a su vez el Pikachu que estaba en mi hombro corriese en dirección a su dueño, mientras que mi compañera se acercaba a mi lado depositando en mis manos la Pokeball que ahora pertenecía a Scraggy.-Gracias amiga.- Sin perder el tiempo guarde de esta entre mis pertenencias por si la llegase a necesitar en un futuro y para no perderla en el proceso.
Nuevamente como en un comienzo, Combusken invoco una pequeña llama entre sus garras tanto para el calor como para iluminación, haciéndome recordar que aun permanecíamos con las ropas algo húmedas al no encontrar un lugar seguro en donde poder hacer aunque sea una pequeña fogata sin quemar por completo aquella mansión de madera. Prestándole mi atención al joven que parecía aun presentar dolor mientras permanecía parado junto a su Pokemon; Mi cuerpo se tensó ante su último comentario haciendo que una risa nerviosa nuevamente surgiese de mis labios al ver la mirada acusadora del Pikachu y que Combusken solo suspiraba negando con la cabeza a mi lado. –Sobre eso… Creo que tengo algo de culpa.- Sin dejar de sonreír pase una de mis manos por detrás de mí cuello mientras levantaba mi mirada para verle de frente.- No reaccionabas, por lo que umm… Creo te abofeteé en el rostro.- Apunte con mi mano en dirección hacia su mejilla derecha para luego apuntar a la izquierda.-Dos veces… ¡Pero no lo hice con mala intenciones!- Rápidamente salieron las últimas palabras como intentando buscar un modo de disculparse, al no ser muy buena con aquel acto. Al no saber cómo reaccionaría, desvié mi mirada para ver que el lugar estaba con algunas habitaciones destruidas y no solo por los años de abandono de la mansión, sino también por la pelea que se había producido contra aquellos Pokemon salvajes. Intentando desviar otro estornudo y buscando algún tema para romper el breve silencio, mire nuevamente al joven quien aún tenía la mano sobre su cabeza sintiéndome algo culpable por mi actitud impulsiva. -¿Te sientes bien?- Pregunte con un tono de voz más suave pese a ser una pregunta algo obvia, mas quería cerciorarme si aquel joven podía continuar o buscar algún tipo de ayuda en el exterior.
Mientras que mi compañera se acercaba a la Pokeball la cual contenía al Scraggy capturado para poder acercármela, esta apresuro su paso hacia donde me encontraba al escuchar un leve grito que había dado por mi parte al sentir que algo subía por mi brazo hasta mi hombro. Sin embargo al girarme, otro largo suspiro salió de entre mis labios al ver que se trataba del Pikachu de aquel entrenador desmayado y que por lo visto no parecía muy contento al mover sus patas de arriba abajo como intentando hacerse entender con un rostro que denotaba molestia y enojo. Pese a no comprenderle en su totalidad, la idea de aquella impulsiva acción de abofetear al joven cruzo en mi mente, por lo que solo me limite a sonreír nerviosa mientras escuchaba cada uno de los ruidos que surgían de la boca de aquel pequeño Pokemon. Mas nuevamente mi atención se desvió al ver que Combusken se encontraba detrás de nosotros dando leves resoplos en el aire mientras se cruzaba de brazos sin avanzar hacia donde estábamos parados.- ¡Oh vamos! ¿No me dirás que estas celosa?- Con cierto tono burlón, reí levemente al ver la reacción de esta quien solo bufo con más fuerza mientras desviaba la mirada ante aquel comentario. Otra nueva sensación de risa surgió, la cual rápidamente se desvaneció al escuchar al entrenador el cual caminaba tambaleante hacia donde nos encontrábamos y haciendo que a su vez el Pikachu que estaba en mi hombro corriese en dirección a su dueño, mientras que mi compañera se acercaba a mi lado depositando en mis manos la Pokeball que ahora pertenecía a Scraggy.-Gracias amiga.- Sin perder el tiempo guarde de esta entre mis pertenencias por si la llegase a necesitar en un futuro y para no perderla en el proceso.
Nuevamente como en un comienzo, Combusken invoco una pequeña llama entre sus garras tanto para el calor como para iluminación, haciéndome recordar que aun permanecíamos con las ropas algo húmedas al no encontrar un lugar seguro en donde poder hacer aunque sea una pequeña fogata sin quemar por completo aquella mansión de madera. Prestándole mi atención al joven que parecía aun presentar dolor mientras permanecía parado junto a su Pokemon; Mi cuerpo se tensó ante su último comentario haciendo que una risa nerviosa nuevamente surgiese de mis labios al ver la mirada acusadora del Pikachu y que Combusken solo suspiraba negando con la cabeza a mi lado. –Sobre eso… Creo que tengo algo de culpa.- Sin dejar de sonreír pase una de mis manos por detrás de mí cuello mientras levantaba mi mirada para verle de frente.- No reaccionabas, por lo que umm… Creo te abofeteé en el rostro.- Apunte con mi mano en dirección hacia su mejilla derecha para luego apuntar a la izquierda.-Dos veces… ¡Pero no lo hice con mala intenciones!- Rápidamente salieron las últimas palabras como intentando buscar un modo de disculparse, al no ser muy buena con aquel acto. Al no saber cómo reaccionaría, desvié mi mirada para ver que el lugar estaba con algunas habitaciones destruidas y no solo por los años de abandono de la mansión, sino también por la pelea que se había producido contra aquellos Pokemon salvajes. Intentando desviar otro estornudo y buscando algún tema para romper el breve silencio, mire nuevamente al joven quien aún tenía la mano sobre su cabeza sintiéndome algo culpable por mi actitud impulsiva. -¿Te sientes bien?- Pregunte con un tono de voz más suave pese a ser una pregunta algo obvia, mas quería cerciorarme si aquel joven podía continuar o buscar algún tipo de ayuda en el exterior.
Sapphire- Entrenador
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Localización : Umm ... Here ! -Apunta un lugar aleatorio en el mapa- (?)
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Se quedó en silencio, sin poder comprender la mirada que su Pikachu adoptaba hacía aquella mujer en el momento en que había mencionado aquellas palabras. Sus ojos se posaron directamente en el pokemon que se encontraba detrás de la misma y su pokedek le mostraba la información del mismo. Nunca antes le había visto y a decir verdad, la forma de su cuerpo le había recordado a lo que había visto con anterioridad. Su propio compañero que al parecer había evolucionado le había hablado como si fuera una persona común y corriente. Esto le estaba perturbando en sobremanera, no sabía si lo que había escuchado lo había hecho en verdad o simplemente había sido causa del dolor de su cabeza pero tampoco deseaba averiguarlo, le aterraba la idea de que uno de sus pokemon pudiera hablar y no sabía exactamente por qué, cuando en realidad era un privilegio que pocas de aquellas criaturas poseía. Su mirada se quedó fija en un punto más sus pensamientos fueron interrumpidos en el instante en que aquella doncella le dirigió la palabra. Palabras que no logró entender al principio.
¿Ella tenía la culpa? Dudaba que ella le hubiera golpeado. Su semblante parecía ser tranquilo, una pequeña doncella tímida. Pero sus dudas fueron aclaradas cuando ella había confesado que lo había hecho. Dos veces, señalando cada una de sus mejillas. En el momento en que escuchó sus palabras intentó recordar. En ese momento, cuando estaba desmayado seguramente había conseguido sentir algo de lo que ella afirmaba haber hecho y escuchado alguna que otra palabra. Seguramente esa fue la causa de que volviera en sí o los gritos de su Pikachu intentando defenderle. No estaba claro en su cabeza, la cual aún le dolía. Luego de que la mujer terminara de confesar la acción que había tomado para con él, su Pikachu “habló” en un tono suave en su oído, como si con esto intentara evitar que el castaño se enojara. No lo haría, estaba adolorido, temeroso por lo que había experimentado hace unos segundos y a punto de pescar un resfriado. Cerró sus ojos y dibujo una sonrisa cálida en sus labios, acariciando con una de sus manos la mejilla de la contraria, aunque en realidad estaba jugando con la misma, tirándola suavemente como si con esto le reprendiera por su atrevimiento. – Lo hecho, hecho está. Aunque hay otras formas de despertar a una persona – Bromeó guiñando uno de sus ojos para luego comenzar a caminar, observando a sus alrededores luego de alejarse unos pocos metros.
Con el dolor de cabeza y la destrucción que los combates entre los pokemon salvaje y el pokemon de aquella muchacha y el propio habían causado, no podía orientarse bien en donde se encontraba. Era como si aquella vivienda hubiera cambiado su forma de un momento a otro y ahora, los pasillos se encontraran invertidos. – Que extraño… no recuerdo haber venido por acá – Murmuró por lo bajo, antes de escuchar la pregunta de aquella doncella. – Aún estoy un poco mareado… Algo me empujó y logró que golpeara mi cabeza. Espero no hayas sido tu - Bromeó nuevamente al finalizar su oración y caminó nuevamente hacía donde se encontraba ella, ubicando las manos en los bolsillos de su pantalón, sintiendo un escalofrió en el momento en que se detuvo, escalofrió que le sirvió para darse cuenta que aún estaba con la ropa húmeda. – Deberíamos buscar un lugar en donde secar nuestra ropa… A este paso los dos terminaremos enfermos. ¿Tienes con que cambiarte? – Preguntó, sin mirarle. Sus ojos aún intentaban ubicarse en el lugar en donde se encontraba. Y fue gracias a esto que no se dio cuenta de lo que en realidad había preguntado. Había olvidado que ambos eran dos sexos opuestos. Era obvio que si se mantenían juntos, no podrían quitarse aquella ropa húmeda. - ¿No notas algo extraño? – Preguntó nuevamente. Efectivamente los pasillos se habían invertido y no sabía la razón del por qué. ¿En donde se habían metido?. – No recuerdo estos pasillos… - Agregó a sus palabras en un tono de voz serio y frío. Su Pikachu confirmó sus sospechas “hablando” en un tono de que demostraba su confusión.
-Cómo sea… debemos salir de este lugar. – Afirmó mientras volteaba su rostro para ver directamente a los ojos de aquella mujer, hermosos por cierto. - ¿Cómo te llamas? – Preguntó curioso. Si iban a estar juntos en aquel lugar, por lo menos deseaba saber el nombre de quien sería su compañera y de quien le había ayudado, aunque de una forma extraña, lo había hecho. Quizás si no fuera por ella, aún estaría inconsciente en el suelo o tal vez algo mucho peor.
¿Ella tenía la culpa? Dudaba que ella le hubiera golpeado. Su semblante parecía ser tranquilo, una pequeña doncella tímida. Pero sus dudas fueron aclaradas cuando ella había confesado que lo había hecho. Dos veces, señalando cada una de sus mejillas. En el momento en que escuchó sus palabras intentó recordar. En ese momento, cuando estaba desmayado seguramente había conseguido sentir algo de lo que ella afirmaba haber hecho y escuchado alguna que otra palabra. Seguramente esa fue la causa de que volviera en sí o los gritos de su Pikachu intentando defenderle. No estaba claro en su cabeza, la cual aún le dolía. Luego de que la mujer terminara de confesar la acción que había tomado para con él, su Pikachu “habló” en un tono suave en su oído, como si con esto intentara evitar que el castaño se enojara. No lo haría, estaba adolorido, temeroso por lo que había experimentado hace unos segundos y a punto de pescar un resfriado. Cerró sus ojos y dibujo una sonrisa cálida en sus labios, acariciando con una de sus manos la mejilla de la contraria, aunque en realidad estaba jugando con la misma, tirándola suavemente como si con esto le reprendiera por su atrevimiento. – Lo hecho, hecho está. Aunque hay otras formas de despertar a una persona – Bromeó guiñando uno de sus ojos para luego comenzar a caminar, observando a sus alrededores luego de alejarse unos pocos metros.
Con el dolor de cabeza y la destrucción que los combates entre los pokemon salvaje y el pokemon de aquella muchacha y el propio habían causado, no podía orientarse bien en donde se encontraba. Era como si aquella vivienda hubiera cambiado su forma de un momento a otro y ahora, los pasillos se encontraran invertidos. – Que extraño… no recuerdo haber venido por acá – Murmuró por lo bajo, antes de escuchar la pregunta de aquella doncella. – Aún estoy un poco mareado… Algo me empujó y logró que golpeara mi cabeza. Espero no hayas sido tu - Bromeó nuevamente al finalizar su oración y caminó nuevamente hacía donde se encontraba ella, ubicando las manos en los bolsillos de su pantalón, sintiendo un escalofrió en el momento en que se detuvo, escalofrió que le sirvió para darse cuenta que aún estaba con la ropa húmeda. – Deberíamos buscar un lugar en donde secar nuestra ropa… A este paso los dos terminaremos enfermos. ¿Tienes con que cambiarte? – Preguntó, sin mirarle. Sus ojos aún intentaban ubicarse en el lugar en donde se encontraba. Y fue gracias a esto que no se dio cuenta de lo que en realidad había preguntado. Había olvidado que ambos eran dos sexos opuestos. Era obvio que si se mantenían juntos, no podrían quitarse aquella ropa húmeda. - ¿No notas algo extraño? – Preguntó nuevamente. Efectivamente los pasillos se habían invertido y no sabía la razón del por qué. ¿En donde se habían metido?. – No recuerdo estos pasillos… - Agregó a sus palabras en un tono de voz serio y frío. Su Pikachu confirmó sus sospechas “hablando” en un tono de que demostraba su confusión.
-Cómo sea… debemos salir de este lugar. – Afirmó mientras volteaba su rostro para ver directamente a los ojos de aquella mujer, hermosos por cierto. - ¿Cómo te llamas? – Preguntó curioso. Si iban a estar juntos en aquel lugar, por lo menos deseaba saber el nombre de quien sería su compañera y de quien le había ayudado, aunque de una forma extraña, lo había hecho. Quizás si no fuera por ella, aún estaría inconsciente en el suelo o tal vez algo mucho peor.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
No esperaba que este me diese alguna respuesta por lo sucedido anteriormente, ni mucho menos que me presionara para pedirle disculpas, quizás si una reprimenda por su parte. Mas a diferencia de ello, lo que menos se me cruzo por la mente fue que este acortase la distancia posando una de sus manos sobre una de mis mejillas haciendo que rápidamente enfocara y levantara mi mirada hacia el joven dando un leve estremecimiento al estar esta fría al contacto. Sin embargo antes que si quiera pudiese preguntar lo que se proponía, este jalo suavemente de mi mejilla mientras por lo dicho en sus palabras, me reprendía por haberle abofeteado. Acto que solo hizo reír a mi compañera y que le dirigiese tanto a ella como al entrenador una mirada enojada mientras sobaba con mi mano la zona jalada tras voltearse este hacia su Pokemon.
Al sentir cierto aire de burla en sus palabras ante mi última pregunta, solo me limite a gruñir entre dientes desviando la mirada algo molesta y ofendida por la respuesta con cierto tono de ironía, al no sentir la seriedad de las mías tras demostrar preocupación por un desconocido. Sin saber si acercarse o no, lentamente Combusken decidió por la primera opción toqueteando suavemente uno de mis hombros por detrás, para llamar finalmente mi atención utilizando una de sus garras, soltando así la pequeña llama que tenía entre estas.-¿Qué pasa?- Respondí de mala gana por todo lo que había sucedido girándome hacia esta, más al ver que indicaba hacia su pico que mantenía abierto, aquel enojo se desvaneció enseguida sacando unas cuantas bayas que poseía dentro de mi bolso para extendérselas a las garras ya abiertas de mi compañera.-No te las comas todas que probablemente las necesitemos más adelante.- Asintiendo sin dejar de tragar una tras otra de aquella fruta, nos acercamos a su vez detrás del joven para no perdernos en el camino y más que nada para no permanecer solas en aquel terrorífico lugar. Nuevamente la voz del joven quebró aquel breve silencio haciendo mención sobre ambas de nuestras prendas que permanecían aún húmedas.-La verdad, no… Con Toro buscábamos un lugar en donde poder calentarnos pero, con todo lo que sucedió no fue posible.- Reí nuevamente sin percatarme de la segunda interpretación que se le podía dar a aquella pregunta.
Fijando esta vez mi mirada en los alrededores tras las palabras del joven, se podía percibir que mientras más tiempo nos quedábamos en aquel sitio, más se presentía que algo extraño sucedía allí adentro, sobre todo con lo que era la decoración del lugar que pese a no tener una buena iluminación para poder observar con mayor detenimiento el resto de aquella mansión, se podía sentir que algo raro sucedía y por lo visto no solo en aquel pasillo al sentir también a lo lejos leves sonidos que se mezclaban con el ruido del viento, pero que se podía diferenciar si es que uno ponía atención, en que eran similares al crujir de la madera, como si esta fuese removida de su sitio. Un escalofrió recorrió nuevamente por mi cuerpo y no solo por el frio que sentía por la ropa mojada que traía, si no por aquella sensación de que algo te observaba desde las sombras, mas al voltearte no había nada. Dando un largo suspiro intentando tranquilizar mis nervios, me apegue más a mi compañera quien me observaba con cierta preocupación sin dejar de comer sus bayas; Por lo cual negando con la cabeza susurraba suavemente que me encontraba bien, continuando con nuestro camino siguiéndole el paso al entrenador quien seguía delante de nosotras. Al ver que este se giraba nuevamente tras detenernos en aquel extraño y distorsionado pasillo, recién me había percatado que aún no nos habíamos presentado como correspondía, sin saber el nombre del otro como para referirnos cordialmente.-Sapphire… Mucho gusto.- Dije en respuesta con una pequeña mueca en mi rostro dejando levemente a la vista ambos caninos que sobresalían de mi boca.- ¿Y tú eres?- Pregunte seguidamente mientras extendía una de mis manos en forma de saludo, al menos si tenía que quedarme en este lugar por un tiempo, el lado bueno es que no estaría completamente sola.
Al sentir cierto aire de burla en sus palabras ante mi última pregunta, solo me limite a gruñir entre dientes desviando la mirada algo molesta y ofendida por la respuesta con cierto tono de ironía, al no sentir la seriedad de las mías tras demostrar preocupación por un desconocido. Sin saber si acercarse o no, lentamente Combusken decidió por la primera opción toqueteando suavemente uno de mis hombros por detrás, para llamar finalmente mi atención utilizando una de sus garras, soltando así la pequeña llama que tenía entre estas.-¿Qué pasa?- Respondí de mala gana por todo lo que había sucedido girándome hacia esta, más al ver que indicaba hacia su pico que mantenía abierto, aquel enojo se desvaneció enseguida sacando unas cuantas bayas que poseía dentro de mi bolso para extendérselas a las garras ya abiertas de mi compañera.-No te las comas todas que probablemente las necesitemos más adelante.- Asintiendo sin dejar de tragar una tras otra de aquella fruta, nos acercamos a su vez detrás del joven para no perdernos en el camino y más que nada para no permanecer solas en aquel terrorífico lugar. Nuevamente la voz del joven quebró aquel breve silencio haciendo mención sobre ambas de nuestras prendas que permanecían aún húmedas.-La verdad, no… Con Toro buscábamos un lugar en donde poder calentarnos pero, con todo lo que sucedió no fue posible.- Reí nuevamente sin percatarme de la segunda interpretación que se le podía dar a aquella pregunta.
Fijando esta vez mi mirada en los alrededores tras las palabras del joven, se podía percibir que mientras más tiempo nos quedábamos en aquel sitio, más se presentía que algo extraño sucedía allí adentro, sobre todo con lo que era la decoración del lugar que pese a no tener una buena iluminación para poder observar con mayor detenimiento el resto de aquella mansión, se podía sentir que algo raro sucedía y por lo visto no solo en aquel pasillo al sentir también a lo lejos leves sonidos que se mezclaban con el ruido del viento, pero que se podía diferenciar si es que uno ponía atención, en que eran similares al crujir de la madera, como si esta fuese removida de su sitio. Un escalofrió recorrió nuevamente por mi cuerpo y no solo por el frio que sentía por la ropa mojada que traía, si no por aquella sensación de que algo te observaba desde las sombras, mas al voltearte no había nada. Dando un largo suspiro intentando tranquilizar mis nervios, me apegue más a mi compañera quien me observaba con cierta preocupación sin dejar de comer sus bayas; Por lo cual negando con la cabeza susurraba suavemente que me encontraba bien, continuando con nuestro camino siguiéndole el paso al entrenador quien seguía delante de nosotras. Al ver que este se giraba nuevamente tras detenernos en aquel extraño y distorsionado pasillo, recién me había percatado que aún no nos habíamos presentado como correspondía, sin saber el nombre del otro como para referirnos cordialmente.-Sapphire… Mucho gusto.- Dije en respuesta con una pequeña mueca en mi rostro dejando levemente a la vista ambos caninos que sobresalían de mi boca.- ¿Y tú eres?- Pregunte seguidamente mientras extendía una de mis manos en forma de saludo, al menos si tenía que quedarme en este lugar por un tiempo, el lado bueno es que no estaría completamente sola.
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Se quedó en silencio por un instante. Al parecer ellos tampoco habían encontrado un lugar en donde poder secar la ropa. En esos momentos el joven dudaba que existiera tal lugar en el interior de aquella cabaña. Le seguía pareciendo extraño todos los sucesos que estaban ocurriendo. Lo último que recordaba era que estaba caminando por un pasillo, vio una extraña luz y luego perdió el conocimiento al ser empujado. Muchas dudas se dibujaban en su cabeza. ¿Quién le había empujado? ¿Por qué los pasillos habían cambiado? No eran los mismos y aunque la mujer no respondió su pregunta acerca de ello, su compañero se lo había confirmado. – Ya veo… Busquemos un lugar en donde podamos secar nuestras ropas – Contestó, dibujando una sonrisa cálida y dedicándole la misma a la muchacha, mientras observaba como esta respondía si siguiente pregunta estrechándole la mano. Pocas personas lo habían hecho y aunque sabía que era un saludo, no recordaba haberle estrechado la mano a alguien. Se sintió especial por unos instantes, pero luego dejó que esos pensamientos se hundieran en la oscuridad infinita. No deseaba formar lazos afectivos… No los quería. Aunque quizás a esas alturas ya sea algo inevitable. – Hikaru… - Contestó, haciendo una pausa mientras estrechaba su mano, quedando en silencio por unos segundos mientras observaba la misma, unida a la suya. – Puedes decirme Noa – Finalizó.
Comenzó a caminar, esta vez al lado de la muchacha, sus cuerpos se encontraban apegados, no por que deseara estarlo, si no porque necesitaba sentir esa sensación de calor que aquella mujer, por extraño que fuera, le transmitía. O seguramente no era ella si no el pokemon que le acompañaba, el cual se había reído en el momento en que le había estirado con suavidad la mejilla en forma de reprimenda. No le conocía, pero le caía bien. El aura que emitía era similar a la de su compañero, quien continuaba en el hombro del castaño. Sí, extraña definición. Pero por un instante sintió como si pudiera ver el interior de aquellas criaturas. Movió su cabeza de lado a lado al pensar en esa idiotez. Su pensamiento se esfumó, pero los recuerdos de su compañero le invadieron nuevamente. Le estaba atormentando en sobremanera. Seguía sin poder creer que su pokemon haya hablado. - ¿Por qué estas acá? – Preguntó, quebrando el silencio que se había generado entre ambos mientras caminaban. Se reprimía en hacerle preguntas, aunque deseaba saber de ella como si fuera una necesidad, no quería indagar mucho por si le fuera molestar.
Una luz se divisó nuevamente a la distancia y el castaño sintió que ya había vivido esa escena con anterioridad. No solamente él, sino también su compañero, quien comenzaba a gritar un tanto asustado. Su atrevimiento fue grande cuando tomó la mano de Sapphire. La apretó fuerte como si no deseara soltarla nunca más y cuando se encaminaron hacia donde la luz era emitida, la misma se desvaneció como si la oscuridad se la hubiera devorado. Y en ese mismo lugar, una escalera se encontraba, igual a la que estaba en el lugar en donde se había liberado aquellos combates, con la diferencia de que esta se encontraba intacta al igual que las paredes. – Debe ser una broma… - Murmuró por lo bajo un tanto nervioso, mientras continuaba sosteniendo la mano de ella. Se disculparía luego por el atrevimiento de tocarle, pero en esos momentos no le soltaría. Giró su rostro para mirarle a los ojos y agachó la mirada segundos después un tanto apenado. – No te separes de mi – Aquellas palabras fueron emitidas en un susurro, que en ocasiones podría llegar a pasar desapercibido, pero que gracias al silencio que se había generado se escuchó con claridad. Y el mismo, fue decorado por el sonido de unos pasos descendiendo por la escalera que se encontraba frente a ellos. Apretó con más fuerza la mano ajena sin causarle daño alguno, mientras Pikachu descendía del hombro del castaño y comenzaba a comportarse de forma agresiva.
Comenzó a caminar, esta vez al lado de la muchacha, sus cuerpos se encontraban apegados, no por que deseara estarlo, si no porque necesitaba sentir esa sensación de calor que aquella mujer, por extraño que fuera, le transmitía. O seguramente no era ella si no el pokemon que le acompañaba, el cual se había reído en el momento en que le había estirado con suavidad la mejilla en forma de reprimenda. No le conocía, pero le caía bien. El aura que emitía era similar a la de su compañero, quien continuaba en el hombro del castaño. Sí, extraña definición. Pero por un instante sintió como si pudiera ver el interior de aquellas criaturas. Movió su cabeza de lado a lado al pensar en esa idiotez. Su pensamiento se esfumó, pero los recuerdos de su compañero le invadieron nuevamente. Le estaba atormentando en sobremanera. Seguía sin poder creer que su pokemon haya hablado. - ¿Por qué estas acá? – Preguntó, quebrando el silencio que se había generado entre ambos mientras caminaban. Se reprimía en hacerle preguntas, aunque deseaba saber de ella como si fuera una necesidad, no quería indagar mucho por si le fuera molestar.
Una luz se divisó nuevamente a la distancia y el castaño sintió que ya había vivido esa escena con anterioridad. No solamente él, sino también su compañero, quien comenzaba a gritar un tanto asustado. Su atrevimiento fue grande cuando tomó la mano de Sapphire. La apretó fuerte como si no deseara soltarla nunca más y cuando se encaminaron hacia donde la luz era emitida, la misma se desvaneció como si la oscuridad se la hubiera devorado. Y en ese mismo lugar, una escalera se encontraba, igual a la que estaba en el lugar en donde se había liberado aquellos combates, con la diferencia de que esta se encontraba intacta al igual que las paredes. – Debe ser una broma… - Murmuró por lo bajo un tanto nervioso, mientras continuaba sosteniendo la mano de ella. Se disculparía luego por el atrevimiento de tocarle, pero en esos momentos no le soltaría. Giró su rostro para mirarle a los ojos y agachó la mirada segundos después un tanto apenado. – No te separes de mi – Aquellas palabras fueron emitidas en un susurro, que en ocasiones podría llegar a pasar desapercibido, pero que gracias al silencio que se había generado se escuchó con claridad. Y el mismo, fue decorado por el sonido de unos pasos descendiendo por la escalera que se encontraba frente a ellos. Apretó con más fuerza la mano ajena sin causarle daño alguno, mientras Pikachu descendía del hombro del castaño y comenzaba a comportarse de forma agresiva.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Darkdust City' :
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Corre forest, corre! - De nuevo y mas rápido -
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Huida' :
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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Pv 50/50 Pv 40/40
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Le mire por unos segundos esperando a que este estrechara la mano que había alzado, pero dudando de que esto último ocurriese al permanecer en silencio simplemente mirando hacia mi mano, me disponía a retraerla ante aquel incomodo momento. Sin embargo aquello solo quedo en pensamiento al sentir como el otro entrelazaba su mano con la mía mientras mencionaba tanto su nombre como quizás su seudónimo, mas esa simple acción hizo volver la sonrisa en mi rostro asintiendo animosamente y separándose de este tras la breve presentación de nuestros nombres. No quería permanecer por mucho tiempo en aquel lugar, por ello con saber su nombre bastaba por el momento, aunque aquella sensación de saber más del otro hacia que mi curiosidad aumentara, aun así preferí quedar por ahora en silencio al no encontrarnos en una situación en donde poder socializar libremente con seguridad y al haber probablemente varios de los Pokemons salvajes alrededor que podrían tomarnos de improviso.
Tras aquel breve momento, nuevamente el silencio entre ambos se hizo presente, sin embargo aún se podía escuchar suaves sonidos provenientes del exterior que correspondían a la tormenta que aún continuaba golpeando contra de las pocas ventanas que se podían ver entre los pasillos. Aquello solo hizo recordar en la incómoda posición que ambos nos encontrábamos sintiendo algo más cerca al contrario para así poder mantener el calor al permanecer aun con nuestras prendas mojadas, junto también gracias a Combusken quien no se despegaba de nosotros, emanando extrañamente una cálida sensación que provenía de su cuerpo, probablemente al ser el fuego su principal elemento. Al sentir nuevamente aquel escalofrió me volteé a mis espaldas sin encontrar nada allí, mas solo la oscuridad en la cual aún nos encontrábamos sumergidos al no poseer una luz lo suficientemente intensa como para poder observar los alrededores con mayor claridad. Dando uno de los ya tantos suspiros en ese día me abrace fuertemente a lo que creía era el brazo de mi compañera más ignorando que era uno de los brazos del entrenador continúe aferrada a este solo para percatarme luego de aquella pregunta que había mencionado que me encontraba mucho más cerca de él.- U-umm… Por refugio.- Tosí un poco soltándome rápidamente de este intentando disimular lo que había ocurrido.- La lluvia nos tomó por sorpresa y Toro fue quien encontró este lugar para poder escapar de la lluvia.- Comente haciendo mayor énfasis en mi compañera al señalizarla mientras esta comía una de las ultimas bayas que le quedaban.-Supongo que tu estas por lo mismo ¿No?- Pregunte lo último ante la obvia situación en la que ambos nos encontrábamos al mal tiempo que se había levantado dejando a los dos completamente mojados.
Mas al emerger una extraña luz en la distancia y al ver que tanto Hikaru como su Pikachu comenzaban a comportarse algo extraños, Combusken se posiciono frente a mí de manera defensiva lista como si esperase el ataque de sea lo que sea se encontraba en el fondo del pasillo, si es que se acercase.- ¿Qué sucede?- Pregunte con cierta preocupación al chico al ver la reacción que había producido aquella luz tanto en el entrenador como su Pokemon. Mas mi respuesta solo fue contestada con este tomando sorpresivamente de mi mano mientras nos dirigíamos hacia aquella luz, a la vez que Combusken sin perderse de vista también tomaba de mi mano libre con fuerza sin soltarla. Sin embargo esta al desaparecer nos había guiado hacia el mismo salón en donde nos habíamos enfrentado con ambos Pokemons salvajes, pero con la única diferencia que el lugar donde había luchado y destruido tanto Riolu contra el Umbreon se encontraba intacto como si nada hubiese ocurrido.-Hablando de cosas extrañas.- Comente a la vez que el chico acortaba nuevamente la distancia entre ambos dando leves palabras que fueron oídas gracias al silencio que extrañamente se originó en ese momento. Asintiendo aferre con un poco más de fuerza de su mano mientras observaba en dirección hacia la escalera en donde habían aparecido igual que la vez anterior, dos Pokemons salvajes quienes aun siendo bastante distintos en aspecto físico, parecían venir en conjunto. Tanto Pikachu como Combusken se pusieron delante de nosotros dispuestos a luchar si es que los contrarios se disponían a atacar. Cosa que se vio en cosas de instantes al lanzarse con cierta molestia sobre los intrusos que tenían de frente.- Muy bien… ¡Toro, utiliza lanzallamas sobre Pancham!- Esta al ver que al igual que la vez anterior se disponían a atacarnos, comenzó a ejecutar su ataque acumulando una gran cantidad de fuego dentro de su pico para poder lanzarlo en solo cuestión de segundos.
Última edición por Sapphire el Lun Jun 02, 2014 11:40 pm, editado 1 vez
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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Pv 35/50 Pv 35/40
Pv 35/50 Pv 35/40
Confiada en si misma gracias a los combates anteriormente realizados, esta se separó de nosotros dirigiendo un golpe directo sobre el contrario para hacer que este se alejase de aquel Pokemon que le acompañaba para facilitar la batalla, todo gracias a que le había tomado por sorpresa. Generando así una cierta distancia para dejarle a su vez el espacio necesario como para realizar sus ataques sin poner en riesgo a ambos entrenadores, quienes nos encontrábamos no muy lejos de donde estos se encontraban listos para luchar. Observándola expectante desde mi posición y con mucha más facilidad al alumbrar mi compañera los alrededores con las llamas que comenzaba a generar dentro de su pico, pude percatarme sin problema alguno como se daba la batalla entre ambos. Pero generándose esta vez la ventaja en el contrario por sobre Combusken, pese a que esta poseía ataques poderosos.
Con cierta molestia el Pancham se levantó de su posición acomodando entre su boca aquella pequeña rama que se asomaba y que movía de un lado a otro mientras también se preparaba para ejecutar su próximo ataque. Sin embargo la primera en ejecutar su movimiento fue por parte de mi compañera quien sin esperar a que el otro reaccionase con anterioridad, acorto la distancia lo suficiente como para soltar aquella llamarada que traía acumulando desde un principio, siendo su objetivo principal el lanzarla sobre el Pokemon salvaje que tenía en frente. Mas esta no logro en concretarse completamente y solo una pequeña porción de aquella masa logro impactar sobre el contrario, debido a que subestimando su rapidez el Pancham había logrado esquivar gran parte de aquel ataque gracias a que inmediatamente esta intercepto su movimiento lanzándose sobre mi compañera y propiciándole una potente mordida que logro hacer retroceder y dar un leve chirrido mientras se aferraba con su mano el área afectada por aquello.
Entrelazando con mayor fuerza de la que esperaba la mano del contrario, di unos cuantos pasos hacia adelante, acercándome casi a la baranda de la escalera del segundo piso pero sin soltarle en el proceso. Al ver que Combusken permaneció unos cuantos segundos hincada frente al contrario, rápidamente la preocupación comenzó a invadirme, sin embargo antes que si quiera pudiese gritarle para saber cómo se encontraba, mi compañera se levantó rápidamente asintiendo hacia donde me ubicaba comprendiendo así que se encontraba bien. Esbozando una leve sonrisa satisfactoria redirigí mi mirada hacia la pelea, viendo como aun el contrario permanecía intacto ante lo poco y nada que le hizo el ataque de mi compañera.- ¡Toro cambiemos de estrategia, esta vez utiliza Gancho alto apenas se te acerque para atacarte!- Grite desde mi posición a lo que está nuevamente se preparó para el segundo turno, sin embargo simplemente se quedó en su posición esperando a que el contrario reaccionase. Mientras tanto permanecía ignorante a lo que sucedía con Hikaru o si le molestaba el que fuese algo hiperactiva al mover verme tanto de un lado a otro, al estar más concentrada con lo que ocurría con mi compañera a lo que tenía a mi lado.
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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'Batalla' :
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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Pv 15/50 Pv 25/40
Pv 15/50 Pv 25/40
✖ Cambio Combusken por Aron ✖
VS
Pv 40/40 Pv 25/40
{-5 por desventaja}
Pv 40/40 Pv 25/40
{-5 por desventaja}
Esta vez sin poder evitarlo al empuñar ambos de mis puño a modo de frustración por lo que sucedía con el combate de mi compañera, me di cuenta de que una de mis manos estaba siendo de cierta forma amortiguada por algo igual de suave y firme que mi mano. Producto de esta sensación, me gire rápidamente hacia atrás al recordar que aún tenía está tomada a la del chico y que sin esperar a que este dijese nada inmediatamente solté tomando mi mano entre la otra al perder el contacto.- He, Lo siento.- Reí nerviosa en dirección a este intentando suprimir un leve sonrojo que se había asomado en mi rostro. Me gire una vez más dándole la espalda a este y enfocando mi concentración en el combate que aún continuaba mi compañera, mas sin dejar de ver esta vez de soslayo por el lado de Hikaru y sus Pokemons atenta por si es que pasaba algo extraño como la vez pasada.
El chirrido angustioso por parte de Combusken hizo que nuevamente volteara en dirección hacia esta, separándome un poco más del resto para poder acercarme a esta por detrás sin evitar escuchar los ruidos que venían por detrás que creía correspondían a la batalla que tenían contra el otro Pokemon salvaje. Esta nuevamente se encontraba hincada en el suelo, sin embargo a diferencia de la vez anterior aquel Pancham había cambiado a su vez de movimiento propiciándole un ataque directo a la vez que mi compañera intentaba bloquearle con uno de sus combos, siendo un resulto desfavorecedor para está llevándose la mayor cantidad del daño del golpe, pese a que el otro había sido a su vez impactado con menor potencia que su contrincante.- ¡Toro!- Me le acerque recibiendo solo una negativa de su cabeza para que no me entrometiera antes de tiempo, mientras intentaba nuevamente ponerse de pie con dificultad, tambaleando de vez en cuando hasta que finalmente logro incorporarse completamente. –Sé que lastimara tu orgullo, pero no puedo dejarte continuar así.- Pese al reproche que esta me daba, no pudo negarse ante lo cierto de aquellas palabras al encontrarse demasiado débil, quizás al no descansar como correspondía al dejarla fuera después de un combate. Regresando a esta a su pokeball con unas suaves felicitaciones, le guarde y tome de otra de entre mis pertenencias la cual esta se encontraba ocupada por Aron, quien tras liberarle salió de aquella característica luz brillante que finalmente dio a dar su físico en el lugar. Observando los alrededores curioso ante aquel lugar no conocido, finalmente enfoco su vista en el Pokemon que tenia de frente separando sus diminutas patitas y agachando a su vez la cabeza, en forma de posición de combate.- Bien Rono, es tu primer combate pero no te confíes.- Sonreí al ver que este igual que Combusken asentía ante mis palabras, mientras que el Pokemon contrario permanecía en su sitio demostrando cierta molestia en su rostro al ver que aún no había terminado con aquellos intrusos.- Bien, utiliza cola férrea directamente.- No basto que terminara mis palabras y aquel pequeño Pokemon acero se encontraba corriendo en dirección sobre el contrario, decidido a efectuar su primer movimiento sobre este.
Última edición por Sapphire el Vie Jun 13, 2014 11:08 pm, editado 1 vez
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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Pv 05/40 Pv 15/40
{-5 por desventaja de tipo}
Pv 05/40 Pv 15/40
{-5 por desventaja de tipo}
Maldiciendo entre dientes observaba con impotencia como se desarrollaba aquel combate, quien aun siendo que mi compañero permanecía aun en mejor condición física en comparación al su contrincante, este último no demostraba dejarse intimidar ni mucho menos mostrar que sería vencido con tal facilidad, pese a los ataques ya antes propiciados por mi compañera le habían debilitado levemente, mas este permanecía como si nada hubiese pasado, parado en el otro extremo moviendo de un lado a otro de su hoja que traía en su boca tras tomar distancia al realizar su ultimo de sus movimientos. Suspire intentando controlar mis emociones mirando a su vez a mi compañero quien también no parecía haberle afectado demasiado el último de los ataques del contrario pese a su potencia, quizás por la coraza protectora que tenía alrededor. Sonreí nuevamente mientras me giraba levemente hacia donde se encontraba el entrenador sin poder ver demasiado gracias a la poca luz que había en el interior.-Espero y le esté yendo mejor que a mi.- Murmure para mi mientras enfocaba una vez más mi concentración en la batalla que realizaba mi pequeño compañero.
Pese a lo fallido de la vez anterior, Aron logro también poder generar un buen ataque si lo veíamos en la perspectiva de ser uno de sus primeros combates que realizaba. Ya que este sin hacerse esperar, corrió en dirección hacia el contrario y que pese a no ser tan veloz como el tras llegar a cierta distancia, rápidamente se giró para golpearle con su pequeño rabo el cual emana con una cierta luz a su alrededor. Sin embargo al ser este mucho más lento que el otro, Pancham logro actuar quizás no a tiempo, pero si el tiempo necesario para que este no le generase mayor daño y a su vez aprovechando la corta distancia entre ambos, genero un contraataque tomándole desprevenido y golpeándole con un potente y efectivo golpe.-Descuida Rono, lo estás haciendo muy bien.-Dando leves palabras de aliento tanto para el como para mí misma, este regreso a su punto inicial para generar mayor distancia de la que ya existía entre ambos, mientras nuevamente se preparaba para realizar su siguiente movimiento. – De nuevo, ataque directo y utiliza esta vez cabeza de hierro.- Comente una vez al ver que este se encontraba listo, lanzándose una vez más en contra de Pancham mientras este aun permanecía en su sitio.
Última edición por Sapphire el Vie Jun 13, 2014 11:09 pm, editado 2 veces
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
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Pv 00/40 Pv 00/40
{-5 por desventaja de tipo} //Pancham y Aron K.O
Pv 00/40 Pv 00/40
{-5 por desventaja de tipo} //Pancham y Aron K.O
Tanto Aron como Pancham se reencontraron en el centro de aquella área ficticia donde se delimitaba aquel campo de batalla entre ambos. Cada uno con sus movimientos respectivos lanzándolos sobre el otro en un intento desesperado de ver quien noqueaba primero a quien. Mas como si Arceus hubiese escuchado mis plegarias, aquel combate finalmente había terminado y justo a tiempo como para poder dirigirme hacia donde se encontraba Hikaru con su equipo, al presentir que algo extraño nuevamente se sentía en el ambiente.
Mientras que Aron embestía con todas sus fuerzas al contrario utilizando como a favor aquel casco de acero que poseía en su cabeza, también lo hizo el Pokemon salvaje quien al ser algo más rápido que el contrario logro impactar sobre el otro primeramente con un poderoso golpe karate, mandando a ambos por el impacto retroceder torpemente mientras golpeaban su cuerpo contra el suelo a medida que tomaban distancia.- ¡Rono!- Corrí rápidamente hacia donde se encontraba de manera de auxiliar en lo que podía a mi compañero, al ver que tanto el como el Pancham se encontraban en el suelo, pensando que esto había finalizado con un empate. Más solo basto el tocarle el lomo para que este reaccionara inmediatamente y que aun con tambaleos lograse ponerse de pie asintiendo en su puesto pese a intentar no demostrar el cansancio extremo que sentía y que se podía ver en su rostro. Por suerte para ambos a la vez que mi compañero se incorporaba, el Pancham salvaje solo había logrado parpadear unas cuantas veces en el suelo para continuar finalmente en la inconsciencia, dándole la victoria en este combate a mi compañero.-Lo conseguiste pequeño.- Sonreí tomando de este entre mis brazos al ver que este ya no se podía su propio peso, acomodándolo entre mi brazo derecho para poder sacar con la otra una de las Pokeballs vacías que aun tenia entre mis pertenencias, para lanzarla sobre el Pokemon salvaje y la cual golpeando suavemente su cabeza absorbió a este en su interior, dando leves movimientos en el suelo mientras aun permanecía una luz roja que indicaba que aun el Pokemon seguía luchando en su interior.
Última edición por Sapphire el Vie Jun 13, 2014 11:10 pm, editado 1 vez
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Sapphire' ha efectuado la acción siguiente: Dados
#1 'Captura' :
--------------------------------
#2 'Evolución' :
#1 'Captura' :
--------------------------------
#2 'Evolución' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Tras unos breves segundos de espera, la Pokeball finalmente se había detenido completamente en el suelo junto al Pokemon salvaje que por lo visto permanecía capturado en su interior. Esbozando una leve mueca de alegría, suspire aliviada y conforme al ver que uno de los Pokemons que más nos había traído problemas en combate hasta ahora, pudo ser exitosamente capturado probablemente para ser parte de nuestro equipo si es que la situación así lo ameritaba. Abrazando con más fuerza a Aron quien a su vez correspondía dando leves chirridos al recibir aquel afecto por parte de su entrenadora, le felicite una vez más sin soltarle de entre mis brazos, para así dirigimos ambos en dirección hacia donde se encontraba la Pokeball en el suelo y la cual recogí finalmente con la mano que tenía libre para guardarla de entre mis pertenencias como lo había hecho con el resto de mis cosas.
-Bien, vamos con el resto.- Comente mirando a mi compañero quien al verle presentaba una actitud extrañamente igual que lo hizo mi compañera en vez pasada. Su cuerpo repentinamente comenzó a temblar mientras mostraba una mirada algo perdida y sorprendida en su rostro. Antes que si quiera pudiese reaccionar con preocupación, deje a Aron en el suelo recordando finalmente lo que sucedía al haber también ocurrido aquel proceso cuando Combusken era tan solo una Torchic. Tras dejarlo una luz intensa comenzó a envolverle completamente a la vez que poco a poco esta cambiaba de forma alargándose a medida que pasaba el tiempo. Sin dejar de observar con gran asombro recordé las palabras de mi padre sobre respecto a las evoluciones las cuales no solo eran cambios físicos, sino también a veces de carácter y fuerza que poseía este. Aquello solo duro unos cuantos segundos mientras levemente comenzaba a desvanecerse, dejando en el lugar a un ya evolucionado Lairon, quien presentaba un cambio completamente distinto a su pre-evolución sobre todo en lo que era físicamente.-¿Rono?-Pregunte algo dudosa al no saber si reaccionaria de buena manera como lo había hecho Combusken, pese a ser uno de mis Pokemons, más rápidamente este asintió acercándose hacia donde me encontraba como intentando generar nuevamente aquella confianza que antes tenía con Aron. Dando un corto suspiro me hinque a su altura acariciándole levemente aquella rugosa y fría cabeza que poseía gracias a aquella capa que le protegía.- Si que cambiaste demasiado.- Reí mientras le observaba curiosamente su nuevo aspecto a lo que este solo se limitó hacer leves chirridos sin poder comprenderlos.
Regresando de este a su Pokeball para que pudiese descansar ante la dura batalla que había tenido, comencé a caminar en dirección hacia el entrenador apresurando un poco el paso e intentando no tropezarme con lo que sea que se encontraba en el suelo al no tener a mi compañera la cual me ayudase a guiarme de regreso. –Estúpida mansión.- Murmure algo molesta al casi caer al suelo al tropezar con uno de los muebles aviejados que se encontraba en el camino. Pese a ello e intentando ignorar aquello, continúe mi camino acercándome por detrás del joven.
-Bien, vamos con el resto.- Comente mirando a mi compañero quien al verle presentaba una actitud extrañamente igual que lo hizo mi compañera en vez pasada. Su cuerpo repentinamente comenzó a temblar mientras mostraba una mirada algo perdida y sorprendida en su rostro. Antes que si quiera pudiese reaccionar con preocupación, deje a Aron en el suelo recordando finalmente lo que sucedía al haber también ocurrido aquel proceso cuando Combusken era tan solo una Torchic. Tras dejarlo una luz intensa comenzó a envolverle completamente a la vez que poco a poco esta cambiaba de forma alargándose a medida que pasaba el tiempo. Sin dejar de observar con gran asombro recordé las palabras de mi padre sobre respecto a las evoluciones las cuales no solo eran cambios físicos, sino también a veces de carácter y fuerza que poseía este. Aquello solo duro unos cuantos segundos mientras levemente comenzaba a desvanecerse, dejando en el lugar a un ya evolucionado Lairon, quien presentaba un cambio completamente distinto a su pre-evolución sobre todo en lo que era físicamente.-¿Rono?-Pregunte algo dudosa al no saber si reaccionaria de buena manera como lo había hecho Combusken, pese a ser uno de mis Pokemons, más rápidamente este asintió acercándose hacia donde me encontraba como intentando generar nuevamente aquella confianza que antes tenía con Aron. Dando un corto suspiro me hinque a su altura acariciándole levemente aquella rugosa y fría cabeza que poseía gracias a aquella capa que le protegía.- Si que cambiaste demasiado.- Reí mientras le observaba curiosamente su nuevo aspecto a lo que este solo se limitó hacer leves chirridos sin poder comprenderlos.
Regresando de este a su Pokeball para que pudiese descansar ante la dura batalla que había tenido, comencé a caminar en dirección hacia el entrenador apresurando un poco el paso e intentando no tropezarme con lo que sea que se encontraba en el suelo al no tener a mi compañera la cual me ayudase a guiarme de regreso. –Estúpida mansión.- Murmure algo molesta al casi caer al suelo al tropezar con uno de los muebles aviejados que se encontraba en el camino. Pese a ello e intentando ignorar aquello, continúe mi camino acercándome por detrás del joven.
Sapphire- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Pikachu: 45/50 Pv.
Gollet: 40/40 Pv.
Gollet: 40/40 Pv.
Sosteniendo la mano de aquella mujer, una seguridad extraña invadió el cuerpo del castaño mientras escuchaba los sonidos de aquellos pasos descendiendo por las escaleras. Todo marcharía bien mientras él se encontrara con aquella seguridad. Había experimentado sucesos extraños a lo largo de su corto viaje y no quería volver a experimentarlos. Primero aquella extraña sensación de que alguien le empujaba y luego su pokemon hablándole como si de una persona se tratara. Tardó en darse cuenta, pero una leve suposición invadió su mente antes de que el combate iniciara. Aquella mansión no era normal. Que las camas estuvieran hechas a la perfección y sin nada de polvo, que los pasillos cambiaran su forma… En aquel lugar solamente habitaban pokemon extraños y ellos, eran sus víctimas. Sintió un extraño deseo de aferrarse al brazo contrario, pero se contuvo cuando notó que el compañero de Sapphire se abalanzó hacia la batalla. - ¿Qué le sucede? – Pensó en ese momento, la oscuridad de aquel pasillo estaba siendo un impedimento para poder ver bien a los pokemon enemigos. Y fue gracias a esa distracción que no se percató de lo que se abalanzaba contra su Pikachu. Un puño destellando con un aura celeste impactó de lleno en el cuerpo de su compañero, quien se vio obligado a retroceder varios metros hacia atrás.
Al parecer él también debería luchar en las mismas condiciones que ella para poder derrotar a aquel enemigo, aunque la idea de volver a sacar de su pokeball a Lucario comenzaba a invadir su mente, como si él estuviera controlando sus pensamientos. Después de todo había visto la información de Riolu en el momento en que había eclosionado de aquel huevo. Él y su evolución podían ver el aura de las personas y de los pokemon sin problemas, incluso con la oscuridad siendo un impedimento podrían luchar sin problema alguno. – Pikachu, ten cuidado. Usa Impactrueno hacía donde vino el ataque – Ordenó. El lugar era estrecho, aquel pokemon no podría maniobrar bien y la luz del ataque de su compañero le ayudaría a poder ver bien de quien se trataba. Mientras sus ojos intentaban desconcentrarse por unos instantes para observar como marchaba el combate entre el pokemon de la muchacha y el salvaje. El poder que poseía aquel Combusken era admirable, pero su precipitación no. Escuchó un sonido extraño, como si el mismo estuviera siendo atormentado por una mordida justo en el instante en que el ataque de su compañero fue liberado.
Al parecer el combate de ella había iniciado antes. Sintió como su cuerpo era desplazado hacia adelante puesto que se encontraba siendo prisionero de su suave mano. No le importó en lo más mínimo, la acompañó mientras la descarga eléctrica le permitió ver que se enfrentaba a un pokemon con la apariencia de un Golem, pero no pudo ver si el mismo había sido efectivo o no. Un extraño recuerdo nubló su mente, aquella sensación de que alguien le estaba tocando volvió a hacerse presente, aunque solamente le tocaba. Hubiera volteado hacía atrás, pero no lo hizo. Se quedó aferrado a la mano de ella sabiendo que todo estaría bien mientras no le soltara.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Pikachu: 35/50 Pv.
Gollet: 35/40 Pv.
La descarga eléctrica lanzada por Pikachu impactó de lleno en el cuerpo de aquel pokemon salvaje. Una sonrisa se dibujó en el rostro del castaño en esos momentos, mientras uno de sus dedos acariciaba con suavidad la piel de la mano de aquella muchacha, aunque lo estaba haciendo de forma inconsciente. Sin embargo, su sonrisa fue completamente borrada de su rostro cuando aquellos extraños sucesos vinieron a su mente una vez más y cuando la soledad se apoderó de su cuerpo. El ataque de su compañero no había causado daño alguno en el cuerpo de aquel pokemon y si lo hizo, había sido un daño tan insignificante que no le impidió al mismo volver a moverse y acertar un golpe directo en el cuerpo del pequeño, el cual salió despedido hacía atrás e impactó en una de las paredes de aquella mansión, construidas por madera vieja y podrida gracias al deterioro del tiempo. La misma se rompió y una nube de polvo cubrió el cuerpo de su Pikachu. Gollet: 35/40 Pv.
Hubiera mantenido la calma, pero sintió como su mano era apretada con fuerza por aquella mujer y luego de ello y de una disculpas por su parte, la misma le soltó. Intentó alcanzar su mano nuevamente para tomarla, pero le fue completamente imposible. Se quedó sumido en la oscuridad y aunque le había pedido que no se alejara de él, lo había hecho de todos modos. Aquel sentimiento de soledad se volvió inquietante y frustrante. Le habría seguido y reprendido en ese mismo momento pero tenía algo más importante de que ocuparse. Si no se quedaba con su compañero no tendría posibilidad alguna de derrotar a aquel pokemón. – Escúchame Pikachu… Usa ataque rápido y evita en todo momento usar tus ataques eléctricos. – Sentenció. Pero, ¿Dónde estaba Pikachu? Le había escuchado, más no podía reaccionar a tiempo. Y gracias a la oscuridad del pasillo, no podía ver absolutamente nada. Siendo que ahora no estaba cerca el pokemon de su compañera para poder iluminar mínimamente el lugar.
Lentamente Pikachu se fue poniendo en píe y salió de entre los escombros. Su cuerpo se encontraba lastimado en sobremanera, como si el daño que hubiera recibido fuese extremo. El castaño sabía que el mismo había sido el daño mínimo que aquel pokemon podría ocasionarle. Pero si sabía eso. ¿Por qué no le retiraba de la batalla? Ahora ya no se encontraba seguro de sí mismo, se negaba a liberar a Lucario de aquella prisión para que luchara a su lado. Estaba confundido y eso se notó en sus siguientes palabras. – No… no uses ataque rápido… Espera a que te ataque y contraataca - Su Pikachu entendió bien la orden, pero su propio entrenador no sabía ni siquiera lo que estaba haciendo. Su mirada se encontraba ennegrecida y su mano, la cual había estado siendo sostenida por la calidez de aquella mujer, temblaba intentando encontrarle nuevamente. Una vez más, el puño de aquel pokemon comenzó a destellar iluminando mínimamente el lugar, pero el destello ahora era distinto, la furia con la que se abalanzaba era mucho mayor que antes. – Esquivalo… - Murmuró, casi sorprendido por adelantarse al desenlace que ocurriría si impactaba en su compañero.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
El miembro 'Hikaru Hotta' ha efectuado la acción siguiente: Dados
'Batalla' :
'Batalla' :
Re: ¿Quién es quien? Los juegos del terror {Privado - Sapphire}
Pikachu: 20/50 Pv.
Gollet: 25/40 Pv.
Gollet: 25/40 Pv.
Su última orden no pudo ser escuchada con claridad por su compañero, sin embargo, aunque no pudo bloquear el ataque del pokemon salvaje si pudo disminuir considerablemente el daño del mismo. Antes de que el puño de aquel pokemon impactara en su cuerpo, giró rápidamente aprovechando la velocidad que le otorgaba el ataque rápido y utilizó su cola de hierro para bloquear el puño dinámico de aquel pokemon. El impacto de ambos ataques provocó una gran explosión que obligó a ambos pokemon a retroceder hacia atrás. Pikachu impactó una y otra vez contra el suelo al igual que aquel pokemon, pero el daño que el mismo le brindó al pokemon eléctrico fue mucho mayor, puesto que este ultimo tardó en volver a ponerse en píe.
Se sintió más tranquilo en el momento en que observó como su compañero se ponía en píe una vez más, dispuesto a continuar con este combate hasta el final. Aunque estaba más que claro que él no le permitiría llegar hasta esos extremos. Cuando lo vea conveniente, lo devolvería a su pokeball. Aunque él tenga que continuar luchando contra aquel pokemon, alguna idea se le ocurriría. Sin embargo, su mente continuaba divagando en sus pensamientos, lo que le impedía completamente concentrarse en el combate. Pikachu se percataba de esto y por eso mismo intentaba hacer todo completamente solo para brindarle un apoyo a su entrenador. Lo que en realidad debería estar haciendo él, si el combate continuaba de aquella manera, Pikachu sería derrotado. Pero es que no entendía por qué aquellas sensaciones recorrían su cuerpo desde que esa mujer le había soltado. Si había llegado solo hasta aquella mansión, porque ahora estaba dependiendo de la calidez y seguridad que ella le transmitía o peor aún, por qué le abandonó tan de repente. – Pikachu, continúa con cola de hierro – Sentenció.
La oscuridad volvió a transformarse en el principal impedimento para su compañero. No podía ver con exactitud en donde se encontraba su oponente, lo que incrementaba las probabilidades de que sus ataques fueran esquivados. Sin embargo prosiguió con la orden que su entrenador le había dado, quien yacía de píe en el mismo lugar en donde se había separado de la muchacha, dejando que el combate se liberara detrás de él. Se abalanzó contra su oponente, utilizando la velocidad que el ataque rápido le otorgaba y cuando estuvo cerca del mismo saltó, impulsándose con la caída, haciendo que su cola comenzara a destellar. Si el golpe era efectivo tendría una mínima oportunidad de ganar el combate.
Ruby Shirayuki- Entrenador
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