La dama del Kimono y su pequeño pompón café caminando al inframundo [Reto Gym Fantasma]

Equipo Pokemom:

Estaba nerviosa. Por primera vez en todo mi viaje retaré a un líder de gimnasio. Aún tenía la incertidumbre si realmente estaba lista para este gran desafío, pero al mirar mi equipo y lo fuerte que se han convertido, pues no tenía nada de qué dudar.

Había pasado un par de días de que estuve en Kurozu Town. Pude capturar y evolucionar a algunos de mis Pokemon, y ya con la mente fría nos encaminamos a nuestra siguiente parada, la cual sería ...

- ¿Y dónde iremos? - Dije ladeando mi cabeza, mientras mi Pompón café dormía plácidamente en mis hombros. - Vaya ... Tú si que te la pasas bien Eevee. - Musité mientras acariciaba su suave y terso pelaje. Caminando su buen trecho, divisé un cartel de madera con doble dirección. En una de ella decía Cherry Town, la flecha indicaba hacia la derecha  y en otro decía Darkdust City. El segundo nombre me causaba un poco de escalofríos, pero mi leve intuición me decía que debíamos seguir por allí. Eevee que despertó repentinamente, me miró con cara de descolocado. Ladeó un poco su cabeza, y se movió de un hombro a otro, hasta saltar de mí y caer con sus patas delanteras al suelo. Se estiró un poco y casi por instinto camino hacia la izquierda. - Vaya. Gracias por preguntarme. - Dije haciendo un par de rabietas. Posé mis manos en mi cintura y sin mucho más que reclamar, seguí por detrás a mi pequeño orejón, el cual siempre seguía seguro y confiado por donde fuese.

A medida que pasaba el tiempo, el paisaje de un lugar a otro se tornaba más hostil, frío y hasta aterrador. Los árboles tenían un aspecto muy peculiar. La forma era parecida a un espectro. Su ramas daban la sensación de garras afiladas, y los troncos de aquellos árboles formaban caras muy tétricas. Parecía como si en poco, sacarían sus raíces y nos perseguirían. - Jejeje, que imaginación la mía. - Dije en voz baja, aunque sentía que algo nos veía y vigilaba a lo lejos.

Eevee por su parte, iba confiado. Su pecho siempre inflado y sentía que él era objeto de intimidación. Miraba de reojo el tosco camino, que de lindas praderas verdes y llenas de vida, pasaron a laberintos de árboles espeluznantes, cada vez más de ellos encerrando el camino. La tierra estaba muy seca, y los Pokemon que, escondidos, vigilaban atentamente nuestro andar. Ya casi sin poder respirar del miedo que poco a poco me inundaba, de la transpiración fría que recorría mi cara y de las palpitaciones que mi pecho sentía, pudimos ver una luz tenue al final de ese túnel infinito. Ya por desesperación comencé a correr hasta alcanzar esa luz. Eevee al verme huir cobardemente,  me siguió, escoltando - si es que podía decirle así - mis pasos hasta llegar a la salida ficticia.

Cuando dimos nuestros primeros pasos al final de aquel camino tétrico y sin vida, tragué un poco de saliva fría. La ciudad era casi como cualquiera de la anteriores, a las cuales había pasado, pero ... Tenía algo en el ambiente que la hacía particularmente extraña. En la entrada a la ciudad, con letras gastadas y de poco cuidado decía: '' Bienvenidos a Darkdust City, en donde el encanto no está en lo viviente''.
Mi rostro estaba pálido al leer tan extraña bienvenida o ... Advertencia a mi parecer. Eevee por su parte, caminó como si nada a la ciudad, mirando y olfateando de vez en cuando algunas cosas. Pero en general, se veía mejor que yo. - E-Eh! Regresa. No me dejes sola.

Ya caminando un par de minutos, trataba de divisar aquella construcción que se diferenciaría del resto. Pero por más que buscábamos, era como si no existiera. Cansados y hambrientos, decidimos llegar a un Centro Pokemon y buscar algo de ayuda. A parte podré curar a mis Pokemon y platicar con alguna de las enfermeras del lugar. Cuando entramos, sentimos que un aire frío nos golpeaba. Un escalofrío recorría nuestro cuerpo. ''Qué extraño'' Pensé mientras veíamos como la gente que se haya, tenían unas caras poco descriptibles. No tenían mucha expresión en nada de lo que hacían. Su caminar era muy lento y tenían la mirada perdida. Tragué más saliva de la que podía haber tragado en un día y evitando aquellas miradas, me acerqué al mesón en donde se hallaba una enfermera Joy. Recuperé el aire un momento y cuando fijé mis orbes en la joven de cabellos rosados, me llevé una gran sorpresa: Su rostro era igual o peor que los demás en el lugar. Se acercó a mí, lenta y escalofriantemente. Cuando sus manos se posaron en el mesón susurró lo que todas las enfermeras Joy dicen, pero éste fue algo muy peculiar.

- Bienvenidos forasteros. ¿Puedo ayudarles en algo? - Su tono era plano, su mirada muy perdida, su rostro pálido y lo peor - creo yo - su esencia de persona, ser, ente o como cada uno quisiera llamarle, no estaba. Quizás le doy muchas vueltas al asunto, pero era como si no estuviese hablando con una persona normal. Sacaron de mis pensamientos, la pregunta que la enfermera me repitió. Moví mi cabeza de un lado a otro, y apresuradamente, saqué todas mis Pokeball y se las pasé. - H-Hola ... ¿E-Este, podrían hacerle un chequeo a mis Pokemon? - Dije con una sonrisa forzada, la cual la encargada respondió con una simple mirada. -Enseguida traeré a tus Pokemon curados. Por ahora, siéntate y descansa un momento. - Vi a mis Pokemon y a mi Eevee salir del Hall. Y fue allí en donde me sentí muy sola.

Busqué una banca un poco alejada del resto y miré por debajo lo que hacían. Movimientos torcos, miradas perdidas, rostros pálidos. Cerré los ojos para no mirar a nadie y rogar que me entreguen a mis Pokemon antes. Cuando mis oídos fueron los que estaban más alertas, escuché una conversación en una mesa cercana.- ¿Fuiste al Gym Fantasmal? - Preguntó un chico a una joven que estaba sentada al frente de él. - Ajá. Pero fue todo un reto llegar hasta allá. Además que uno debe saber llegar a ese cementerio, y no pude seguir por lo que salí huyendo. - Dijo la chica algo apenada. Se escuchaba más normal que el resto. Pero el joven que la acompañaba se escucha plano. - Vaya ... Creo que tendrás que usar otros métodos para poder entrar a ese gimnasio. Ya sabes: De día es invisible, de noche un castillo espectral. La bienvenida al lugar tendrás, siempre y cuando los desafíos hayas de pasar. - Dijo el joven con esa voz tan extraña. La chica veía al muchacho y se sentía igual o peor que yo. Me siento aliviada de que no sea la única en sentirse así. Y cuando quise afinar el oído y escuchar más, la enfermera me llamó. Tenía todas mis Pokeball en una bandeja y a mi pequeño Eevee sobre el mesón. Se veía estupendamente bien, tanto que saltó hacia mi encuentro. Sonreí grata al ver que habían curado a todos mis Pokemon, pero aún así, la joven de cabellos fucsia no se inmutaba en cambiar su rostro. Antes de darles las gracias y retirarme lo más rápido de allí, la joven me detuvo y murmuró algunas palabras.

- Tienes una cara de muerte. Que bien. Llegaste en fechas de celebración del día de los muertos. En esta ciudad se toman muy en serio esta fiesta que es característica del lugar. Muchas personas vienen a disfrutar de ella, y puede que te sorprenda ver personas y Pokemon desfilando y disfrazados para la ocasión. Te recomendaría hacer lo mismo. Así pasarás inadvertida por los espíritus del lugar. Pero en general, disfruta de la celebración. Recuerda, que el encanto no está en lo viviente. - Bajó su torso en señal de despedida. Agitó su mano en señal de adiós, pero su rostro seguía inmune a cualquier gesto. Me despedí de la misma forma y preferí olvidar aquel asunto.
Ahora, buscaré un hostal en donde dormir y ver entre mis ropa alguna vestimenta adecuada a la ocasión. Tuve la mirada perdida pensando y pensando en que me pondría, pero al despabilar un momento, pude notar como la ciudad estaba muy bien adornada con colores negro y naranjo. Colocaron adornos de Zubat por todos lados. Se sentía la presencia de muchos Pokemon fantasmas, que la gente disfrutaba de ellos. Sonreí un poco.

- Quizás esto no esté tan mal. ¿Verdad Eevee? - Le pregunté a mi pompón café, el cual lo notaba extraño. Miraba a todas direcciones, y se veía muy incómodo. Acaricié su melena un momento y me adentré en un hostal cercana a la calle principal. Extrañamente se veía un sitio muy acogedor. Estaba muy bien decoraba para las fiestas y lo mejor fue la dueña del lugar, que apreció con un entretenido traje de bruja, y como adorno principal un pequeño Meowth. La dueña era diferente al resto, su rostro lleno de alegría y su voz cálida como ninguna en este tétrico lugar. Cantaba algo extraño pero que no se escuchaba mal, y el gato ronroneaba su melodía. Me acerqué para saludar y pedir una habitación. La mujer encantada de verme, se acercó a un mesón de por allí.

- Bienvenidos a la Posada de Meowth. Espero que su estadía sea reconfortante. - Sonrió varias veces y continuó. - ¿Deseas quedarte por las fiestas? Siendo así te daré la mejor habitación. - La mujer feliz buscaba en un libro que tenía en frente, algo en sus páginas, a lo cual interrumpí. - N-No exactamente. La verdad es que vine a luchar contra el Lider de Gimnasio de esta ciudad, por lo que no se ... - Antes de seguir fui interrumpida bruscamente. - Ni se te ocurra ir. - Dijo la mujer seria y con una mirada espeluznante. - Hoy es nuestra fiesta de los muertos. Y a donde te diriges no será un lugar muy lindo de visitar. - Cerró su libro con fuerza en frente de mi cara. - ¿P-Pero qué puedo hacer ...? - Dije muy asustada y acomplejada. - Pues, disfruta de las festividades. Los fantasmas con estas fiestas se colocaban de buen humor. Pero tendrás que esperar un par de semanas. - Dijo la mujer más calmada. Pero, esa respuesta fue descolocante. - Mmm ... ¿Iremos a celebrar Eevee? - Ambos sabíamos que mientras antes ibamos contra el Lider del Gimnasio, mejor. Pero una advertencia así, no era algo que se pudiese olvidar. - Entonces, una habitación por una semana. Quizás disfrutemos de esta fiesta. - Acaricié a Eevee, mientras la mujer feliz por mi decisión, revisaba nuevamente su libro y buscaba un lugar para mí. - Esta pieza es bellísima. Amplia, cómoda y con vista directa al desfile de medianoche. - Rió de forma exagerada y su Meowth subió a su gorro puntiagudo y ronroneó un momento. - Aquí las llaves de su habitación y espero que tenga un lindo disfraz. - La mujer hizo una corta reverencia y continuó con su canto. Subí unas escaleras en forma de caracol, las cuales me guiaron a un pasillo con sólo 6 habitaciones. La mía era la última al lado izquierdo. Caminamos a paso lento, esperando escuchar más ruído, pero solo sentíamos el crujir del piso de madera, ya desgastado. Al abrir la puerta de mi nueva habitación, me sorprendí al encontrar un lugar muy amplio. Una cama extensa, un enorme closet, un espejo de cuerpo completo y un ventanal que daba hacia la calle, en donde se podía ver cómo la gente se alistaba para esta gran fiesta.

Dejé todas mis cosas sobre la cama, me acosté un momento y medité si  todo lo que escuché o me dijeron será verdad. ¿Tan malo será salir en esta fecha a retar al Líder de Gimnasio? - Quizás también esté de fiestas ... - Musité mientras sentía que Eevee iba saltando de un lado a otro de la cama. Cerré mis ojos y pensé si tenía algo para la ocasión. Me levanté rápido y busqué en mi mochila algo que simulara un disfraz.

- Si modifico este traje y lo mezclo con este otro ... - Pensaba y pensaba, mientras Eevee se dedicaba a jugar en la ventana. - Veamos que tal este traje. - Me desvestí rápidamente y me probé todo lo que desarmé. Un traje bastante aceptable según yo para la ocasión. Tenía un cintillo con cuernos los cuales arreglé para que se vieran de forma más natural en mi frente y busqué algo de maquillaje para estar más tétrica y espeluznante. - Creo que logré un buen resultado. Que bien que traje algo de ropa del circo. - Reí feliz mientras me miraba en el espejo de cuerpo completo.

Traje Rumiko:

- Ahora ... ¡Al Gimnasio Fantasmal! - Dije con cara de mala, mientras Eevee saltaba de felicidad. - Hoy daremos un muy buen espectáculo. - Eevee saltó a mi espalda hasta llegar a mis hombros. Acaricié su melena blanca y sin mucha espera, buscamos nuestras cosas y salimos de la habitación. La mujer que nos atendió hace poco, me miró sorprendida. - ¡¡¡Que linda que estás!!! Podrías concursar en Miss Darkdust este año. Habrán muy buenos premios. - Dijo la mujer, mientras Meowth ronronea aún más fuerte. - Jejeje, no ... Yo creo que saldremos a caminar cerca de acá. Podría ver mejor las fiestas si estoy en ella. - Hice una reverencia y me retiré del lugar.

Ciertamente todo era muy lindo, y más cuando poco a poco comenzaba a anochecer. La gente se tomaba muy enserio el tema de los disfraces. Hasta parecían seres espectrales. Algunos Pokemon tipo fantasma se hicieron presentes. Hasta me dio la impresión de que eran má Pokemon fantasmas que personas en estas fiestas. Pero no era algo que me importase en este momento. Ahora, tenía que ir al cementerio y buscar esa dichosa edificación.

Todo se complicaba cuando quise llegar a tal lugar. La gente llegaba de a montones y me dificultaba el caminar, pero cuando llegué al cementerio, el panorama fue muy diferente. Un cementerio mixto, en donde entrenadores y Pokemon tenían lápidas muy simbólicas. Muchas de ellas con los nombres de sus difuntos y una imagen de como eran ellos en esos tiempos. No podía ver nada fuera de lo común, por lo que me tranquilice un poco, ya que el nerviosismo no me lo sacaba nadie.
Caminamos por varios caminos. Muchos de ellos mostraban diferentes lápidas o cruces. Era algo muy variado en cuanto a esculturas y monumentos. Hasta ... Fijar mi vista en un lugar que no se veía a lo lejos. Aceleré el paso y cada vez que nos acercábamos observábamos una edificación enorme. Pilares de hermosa terminación, y velas gigantes que nos guiaban a nuestro destino. La llama de aquellas velas era de un azul muy característico, cosa que no se veía frecuentemente. Las puertas de aquel lugar estaban cerradas, por lo que me acerqué para tocarlas y esperar una respuesta. Pero ... Algo pequeño llamó mi atención. Una clase de calabacita pequeña dormida plácidamente en la entrada a esta edificación. Se movía tiernamente como si nada interrumpía su sueño. - Creo que es lo más lindo que he visto hasta ahora. - Murmuré evitando despertarle, pero el pequeño abrió los ojos de par en par, y casi de un salto, corrió de un lado a otro. Nos miraba de reojo, y volvió a correr. Movía su peculiar sombrerito en todas direcciones y casi por susto, que por cortesía, me pasa una clase de farol de calabaza envuelto en una manta negra. Fruncí el ceño, ya que no entendía nada. Miré dentro del tiesto y vi una clase de mapa y algo que parecían ser instrucciones. Estiré aquel papel viendo si el castillo tenía alguna entrada extra, pero no se veía nada como eso. Suspiré y busqué con la mirada a ese Pokemon tan particular, pero para nuestra sorpresa había desaparecido. - Vaya ... Esto será más largo de lo que pensé. - Vuelvo a mirar el mapa y había una nota que decía:


Reí nerviosa y asustada. ¿Qué clase de nota es esta? Pensé mientras miraba a Eevee con un rostro pálido. Fruncí el ceño y busqué aquello en lo que mi pequeño amigo miraba sin despegar la vista, y me sorprendí al ver dentro del farol espectros de todo tipo y especie. Algunos lloraban su descontento, otros reían de locura, y otros sólo agonizaban parte de lo que alguna vez fue su existencia. Tragué saliva y sólo atiné a tapar un poco el farol. No podía taparlo por completo, así que dejé la parte de enfrente iluminada y así buscar el dichoso árbol que me daría la sabia.

- Buen ... Ni modo. Hagamos esto rápido. - Ambos sonreímos y se me ocurrió una idea. Busqué una de mis Pokeball y la lancé al cielo oscuro. Ledian salió vigoroso y lleno de energía. Posó sus patitas en mi cabeza como acostumbraba, pero aún así, sintió el ambiente denso de este cementerio. - Ledian, necesitamos tu ayuda. - Le mostré el farol. - Necesitamos buscar la sabia de un árbol que está dentro de este lugar. Sé que eres experto en ello, por lo que con tu ayuda será más fácil. - La chinita asintió, pero no muy convencida de aquella orden. Abracé a mis Pokemon y seguimos caminando.

Música ambiental :3:

Cada paso era un encuentro con algo espeluznante. Una hilera de espíritus recorriendo de punta en punta el cementerio. Era como si se dirigieran a la ciudad. Cada uno de estos espectros con aspectos terribbles. Algunoss mostraban rostros de llanto, dolor y frustración. Otros, y en esta ''categoría'' entraban las personas, que mostraba rostros de locura, siendo estos los que portaban los cuerpos de algunos Pokemon. Y lo peor, es que estos cuerpecitos tenían incrustados o sólo eran mutilaciones de aquellos ''seres''. Todo era muy triste. Otros, mostraban una alegría única, que rápidamente se transformaba en trastornos faciales. Y por último, algunas almas que sin perder el hilo del caminar, se acercaban y trataban de hablar con nosotros.

- ''Ayúdame'', ''¿Eres mi mamá?'', ''¡Jajaja! ¡Te mataré!¡Te mataré!'' - Miré hacia abajo. No podía soportar todo esto. Algunas lágrimas se hicieron presenten y rodaron por mis mejillas. Eevee y Ledian trataban de animarme, pero la carga espiritual de todo esto, era demasiada. Más voces se acercaban a nosotros, más gritos desesperados, más llantos desconsolados, más risas indescriptibles, más almas sin cuerpos ...

En algún momento, dejé de caminar. Tenía la mirada perdida de todo esto. Sólo miraba la hilera de espíritus que se acercaban a esa hilera interminable. Pero .. Algo me hizo volver. Ledian comenzó a olfatear algo. Se acercó a mi rostro tratando de hacerme reaccionar, y casi sin poder lograrlo, me golpeaba con Puño Cometa. Bueno o no, me hizo reaccionar de mi estado de shock. Me hizo caer al suelo, pero al mirar a Eevee y Ledian cerca de mí, pude sonreí abiertamente. Mi chinita trataba de decirme con sus manitas, que fuésemos al inicio de la hilera fantasmal. Y al fijar la vista, pude ver un árbol de un brillo particular. - Será ese nuestro objetivo ...? - Dije feliz, mientras Eevee y Ledian se adelantaban hacia aquel árbol.

El camino era corto, pero aquellos espíritus dificultaban que pasáramos más rápido. Y cuando por fin estuvimos lo suficientemente cerca, vimos un árbol vigoroso, lleno de vida, que era una clase de salida para tanto espíritu que salía de él. Con la calabaza en mis manos, nos acercamos a un hueco que éste árbol tenía, y dentro de él, había un líquido dorado y pegajoso. Nos acercamos lentamente sin causar alboroto. Cuando llegamos a ese hueco, acerqué a calabaza, hasta hundirla y sentir el peso de que estaba lo suficientemente llena. Satisfechos, dimos unos cuantos pasos y fuimos a nuestro destinos, pero la vuelta fue algo más insoportable.

Los fantasmas que antes tenían la mirada perdida en su camino, ahora fijaban su vista en nosotros. Algunos iban de lleno a buscar nuestras miradas, otros gritaban por la insolencia de haber robado parte de la sabia de aquel árbol. Otros trataban de quitarme aquella sabia, pero por suerte Eevee y Ledian hacían de escudo. Llegamos como pudimos a nuestro inicio. Y sin soltar el farol de calabaza, nos quedamos en la entrada.

¿Puede esto ser peor?

"Hasta los malos poetas aman la muerte."

Prueba Superada

PD Que genial traje e.e xD

Me levanté con cuidado del suelo, sujetando aún aquella calabaza. Eevee, que estaba en los brazos de Dragonite, saltó rápidamente para quedar sobre mis hombros. Con mi diestra libre, acaricié la melena de mi pequeño pompón. - ¿Estás bien? - Pregunté, mientras sentía como nuestras se juntaban. - Jejeje, me haces cosquillas. - Reí un momento. Dragonite se acercó, buscando también mi mano para darle amor. - Muchas gracias bebé. Eres un sol. - Musité mientras saqué la Pokeball del dragón y sin demora, lo guardé. Se merecía un gran descanso por aquel inconveniente, que casi nos dejaba sin poder llegar a nuestro objetivo: Encontrar al Líder que hizo todas estas ''pruebas'' posibles.

Mágicamente, si es que pudiese describirlo de esa forma, una gran puerta al final del salón se abrió y todos los fantasmas del lugar, nos dieron paso hacia aquella gran entrada. Mi calabaza en mis brazos y Eevee en mis hombros, caminamos siendo observados por todos. Froslass y Gengar a lo lejos se despedían de nosotros, riendo y bailando sin parar. Tragué un poco de saliva. La verdad es que esta sería mi primera experiencia luchando contra un Lider de Gimnasio. Mi cuerpo comenzó a temblar y sudar. Bajé la mirada justo en el umbral de aquel gran portal. Eevee se acomodó en mis hombros, y movía su cabeza contra mi mejilla derecha. Quizás en señal de que confiase en mi gran equipo.

- Tienes razón. - Suspiré y con los pasos más firmes que di desde que llegué a este lugar, caminamos. Un campo de batalla, caracterizado por otro gran salón, pero a diferencia del anterior, éste estaba vacío. Lo único que destacaba en aquella gran habitación era la forma - humana quizás - de un joven, de cabellos claros, tez blanquecina como la mía y fija sus orbes en nosotros. Peculiarmente, portaba una gran cruz y vestía un traje tan exótico como el mío. Por un momento pensé qué que podría ser Sky, ya que sus facciones eran muy similares, pero estaba dudosa, ya que la distancia no me dejaba diferenciar bien si era o no mi joven amado. - Vaya ...

Eevee que estaba en mis hombros, saltó rápidamente y optó una posición ofensiva. Dejé la calabaza en una mesa cercana a la puerta que nos vio entrar y con un tono de voz tembloroso pregunté. - ¿Eres tú el Líder de Gimnasio?¿O acaso serás otra prueba rara que nos colocó el loco que planeó todo esto? - Dije, pero aún no recibía una respuesta. - Siendo así ... - Mi pequeño pompón café se adelantó. - Que sincronizados estamos Eevee. - Sonreí mientras veía a mi bebé emocionado por ser el primero en empezar. - Vamos Eevee, comienza con Ataque rápido. - Y con aquella velocidad tan característica, el cuadrúpedo salió a gran velocidad en contra de nuestro nuevo adversario.

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'Batalla' :

El chico  parecía descansar en aquella habitación final escuchando el alboroto de todo aquella fiesta fantasmal sin duda alguna parecía tener un nuevo retador en aquel fantasmal gym, últimamente su gym parecía ser la entrada de nuevos y mejores entrenadores, pensado que seria aquella chica castaña que perdió su encuentro en esa ocasión mas sin embargo solo podía esperar a ver de quien se trataba  en esta oportunidad.
El chico espero de pie mientras parecía sostener aquella enorme cruz de plata que usaba frecuentemente para buscar fantasma aquel era como una especie de objeto mágico mas sin embargo lo usaba para fines defensiva el chico observo como una joven con un estenso kimono parecía abrir las enormes puertas principal llamando completamente su atención. Observando detalladamente aquel hermoso kimono azul noche con flores rojas como estapado sin duda alguna aquella chica parecía estar vestida para la ocacion mas sin embargo antes de que pudiera decir alguna otra cosa aquella muchacha parecía expresarle si aquel rubio era el líder o alguno de esos trucos del gym haciendo que el muchacho comentara.
-Humph, soy Arthur lee jevou el líder de gym de pokemon fantasma y disculpa los inconvenientes anteriores… comento el chico mientras finalmente se presentaba para luego sacar una de sus pokebolas comentándole a la muchacha.

-si estas aquí sinifica que estas listo para el combate ¿cierto?.... pregunto el chico iniciando aquel combate pokemon clavando su cruz en el suelo dejando una pequeña crieta en la tierra mientras que lanzaba su primer pokemon el cual era un sableye que respondia a el nombre de noa en honor a un líder de gym de pokemon fantasma de otra región.

-Bien , tienes el primer turno… comento el chcio serio mientras observaba a el eevee de su retadora el cual parecía estar listo para iniciar el combate  iniciando  con un aque rápido haciendo que el pokemon de Arthur desapareciera logrando esquivar aquel ataque comentándole a la chica.-Humph, buen trabajo noa ahora contraataquemos con un ataque de pulso umbrío!!!! Comento el chico su primer movimiento haciendo que su pokemon comenzara a alaznar un rayo de oscuro color contra el pokemon enemigo esperando hacerle el mayor daño posible iniciando asi lo que seria su cuarto reto de gym esperando poder darlo todo en el combate.

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'Batalla' :

El joven pelirubio se dignó a hablar. Su nombre era Arthur Lee ... Algo, el líder del gimnasio fantasmal. Pidió disculpas por los inconvenientes pero que si estaba allí y ahora, era poque quería pelear. Y en ello, no tenía nada que refutarle. El joven sacó una de sus Pokeball para dejar a la luz un Pokemon morado. Me recordó al Gengar con el que disputamos aquel licor. Pero era más pequeño y ágil. Saqué mi Pokedex para saber cómo se llamaba en realidad.

- ''Sableye ...'' - Murmuré y evité perder mucho tiempo buscando información de éste Pokemon. El joven líder nos dio la primera indicación de atacar primero, cosa que Eevee ya había adelantado, pero para nuestra sorpresa, Sableye había desaparecido, esquivando Ataque rápido. Mi pompón chocolate miró en todas direcciones, buscando el nuevo paradero del  púrpura, pero casi de la nada, Sableye preparó Pulso Umbrío, el cual lanzó un rayo de color oscuro a Eevee. - Eevee, salta y esquiva Pulso Umbrío. - Aforutnadamente, aquel poderoso ataque fue evadido justo a tiempo, dejándonos a Eevee y a mí colgando el alma en un hilo.

- Uf ... ¿Estás bien Eevee? - Pregunté mientras mi pequeño se giró muy enérgico. - OK. Vamos ocupa Mordisco. - Mi pequeño corrió velozmente contra Sableye. Abrió de par en par sus mandíbulas, preparando su mejor mórdida al púrpura. Esta vez tenía la certera de que no fallaríamos.

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'Batalla' :

El primer movimiento parecía fallar al parecer aquel eevee era mas veloz de lo que aparentaba sin duda alguna ya no le volvería a subestimar… el chico medito su situación mientras esperaba poder tener la oportunidad de dar el siguiente ataque observando como su pokemon era mordido por aquel pokemon normal haciendo que el muchacho comentara.

-Humph! Vamos noa contraataquemos con un ataque de bola sombra a todo poder!!! Comento el muchacho mientras que esperaba poder ganarle a el pokemon rival o al menos hacerle el mayor daño posible puesto a que había esquivado su antiguo movimiento observando como su pokemon parecía generar una enorme bola sombra en la palma de su manos y parecio acercarse contra aquel pokemon esperando golpearla con ella sin arrojarla tal como otros pokemones solian acostumbrarse esperando poder causarle daño haciendo que el muchacho comentara.

-Vamos!!! Con todo Noa!! Apoyo a su pokemon mientras esperaba poder tener la oportunidad de dar un mejor combate en esta primera ronda por la medalla espectro en el gym cercano a la ciudad. no podia darse el lujo de fallar nuevamente asi que debia concentrarse para dar su primer golpe certero ya que habia fallado anteriormente su ataque.

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'Batalla' :

Después de que Eevee mordiese el cuerpo de Sableye, retrocedió. Parecía contento con haber acertado aquel ataque, por lo que movía feliz sus orejillas puntiagudas y su cuerpo. Sonreí de medio lado, pero esto acaba de comenzar. El joven de cabello claro dio las instrucciones  a su Pokemon. Y nosotros estábamos listos para recibir lo que sea. O ... Casi lo que sea.

''Bola de sombra'' fue la nueva instrucción, viéndose una enorme bola en las palmas de aquel Sableye. Éste se acercó para dar con todo en mi pequeño Eevee, el cual recibió un fuerte golpe. Sin embargo, mi pompón se sacudió rápidamente, haciendo un afán de que aquello no fue nada, aunque ... Si se notaba que ya estaba un poco más exhausto. - ¿Estás bien Eevee? - Pregunté preocupada. No podíamos darnos el lujo de perder esta ronda. Eevee estaba en excelente condiciones de dar una buena batalla. Por lo que el castaño, movía su cuerpo esperando a que le ordenase que debía hacer. Respiré varias varias. La tensión de la batalla se hacía notar, pero traté de estar lo más relajada posible.

Mi pequeño me miraba de reojo. Ya no podía hacerle esperar más. - Eevee, usa Placaje contra Sableye. - Dije en tono ya más desafiante para nuestro adversarios. Mientras Eevee se acercaba a más velocidad, elevé mi diestra para animarle con todo. - ¡¡¡Ahora Eevee!!!

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