Are you scared? (Reto Gimnasio)

Team para Reto:

Odiaba Dark Dust, sabía el por qué y sin embargo era una sádica. Porque el haber escogido aquella ciudad como su primer gimnasio parecía convertirla en una loca ¡Una desquiciada! Soltó un suspiro en un desesperado intento de calmar sus nervios, aun quedaba mucho camino por delante, no se daría por vencida tan fácil. Sin embargo su sorpresa había sido mayor al enterarse que el líder no residía en la misma ciudad maldita, no, el hombre se escondía en una pequeña villa que le habían dicho “Death City” para referirse a ella. Su cuerpo tan solo al escuchar tal nombre se había puesto tenso ¿Sería una señal que debía largarse de allí lo más rápido posible? Claro que sí, sin embargo el regresar no era opción.

—Sé que me arrepentiré — se acomodó su cabello mientras veía la entrada del dichozo lugar ¿Cómo alguien podía vivir allí sin volverse un loco? — Pero debo hacerlo…

Los tacones  de sus zapatos eran el único sonido que se sentía en el lugar, seguramente si aquella fuese una película de terror… los muertos saldrían de sus tumbas para comerse sus cerebro. Meneó su cabeza, mientras empujaba suavemente la reja que pareció saludarla con un chillido tan fuerte que la obligó a cerrar los ojos.

La luna era su única compañera visible, después de todo había tenido que  esperar la noche para hacerse presente en aquel lugar de pesadilla. Caminó apresuradamente casi a tropezones al no poder bien en donde estaba pisando, porque la paranoia sería su mejor amiga desde aquel instante.
Cuando por fin pudo divisar un enorme edificio, sintió como su corazón se llenaba de dicha ¡Terminaría todo al fin! Seguramente retaría al líder y luego se piraría de allí lo más rápido posible, si es que no se moría del susto primero.

Comenzó su carrera hacia el edificio, como si éste mismo la atrajera con un magnetismo indescriptible ¿Qué sería? No lo sabía, sin embargo se dejaría llevar, como una mosca hacia la miel. Ya en la cercanía supo que aquello no acabaría allí… estaba cerrado y la altura imponente le indicaba que intentar entrar por otro método no era una opción.

—¿Hay alguien aquí? — habló mientras se llevaba su mano hacia la boca, en un intento de expandir la onda sonora

Escuchó un chillido, que la hiso voltear, notando como un pokémon yacía allí. Un pequeño fantasma.

—Que oportuno — pensó la muchacha mientras la calabaza se lanzaba hacia ella ¿emocionado?

No era emoción, al parecer lo había confundido, su histeria no se debía a que un retador estaba allí y se sentía feliz, no, eran nervios ¿Por qué? No lo sabía ¿Ella también debía sentirse nerviosa? Su estómago se revolvió, mientras agradecía eternamente el no haber comido nada hasta entonces o seguramente el piso no estaría tan limpio. Notó como algo era posado en su mano, un lámpara con un manto negro. Si hasta esos detalles le ponían los pelos de puntas. Miró con atención el contenido, sacando el trozo de papel. Lo miró con atención, notando como traía un mapa consigo, además de una pequeña nota al final.

“Por favor llenar de sabia del arbol”

“Advertencia: solo quien sostenga el farolillo  puede participar, portaos como un buen chico y no soltéis la linterna o morirás...”

P.D. por muchos que mires no hables con nadie… Atte: El líder de Gym…

Su cuerpo se heló, mientras su mano tiritó ¿Qué debía hacer qué? Además ¡Podía morir! Apretó con más fuerza la lámpara que tenía en sus manos.

—Lo haré… — habló segura de si misma, sin embargo su cuerpo le jugaba en contra — Y acabaré contigo por hacerme sufrir

Caminó a paso firme, siguiendo el dichoso mapa que tenía en sus manos. Iluminando el papel y el sendero con la pequeño candil, que parecía extinguir su flama en cualquier segundo. Unos extraño árboles formaron un patrón, como si supieran hacia donde se dirigía… por lo menos algo allí era amigable.

Una masa pareció frente a ella ¿Serían más personas? Tragó saliva mientras se acercaba, notando como una marcha seguía su mismo destino… Ahogó un alarido mientras se llevaba sus manos hacia la boca en señal de repulsión.

Muertos…

No había más palabras para describir lo que estaba viendo, el mismísimo infierno estaba frente a ella… otra vez. Intentó no vomitar, mientras su estómago lanzaba espasmos con tan solo saliva y bilis.
Se atragantó mientras lagrimas salían por sus ojos, sin saber si era por el mismo espectáculo o su ahogo repentino.

Le haría pagar cada sufrimiento ¡Si lo haría! Intentó levantarse, con sus piernas siendo gelatina, luego de unos cuantos intentos lo logró, encontrándose su primer obstáculo. Una mujer de un cuerpo envidiable caminaba delante de ella, parecía normal… hasta que algo la hiso cambiar de dirección quedándose quieta, para luego comenzar a regresar por sus pisadas. Encontraron sus miradas por unos segundos que parecieron eternos. Edea, la cual sólo le había visto la espalda palideció, la mitad de su cara parecía hacer sido… cortada a tal punto que no era nada más que un trozo de carne, mientras el cuenco de su ojo contenía algo que parecía haber sido un globo ocular en algún momento.

—No mires — escuchó a la mujer decir — ¡NO MIRES! NO LO HAGAS

Su corazón latió a mil, mientras notaba como comenzaba a llamar la atención de todos los seres allí. No sabía cómo, pero hasta ahora había pasado desapercibida por todo los no muertos.
No los podía mirar, no podía hablar ¿Qué debía hacer? Entró en desesperación, mientras sentía como la rodeaban, al parecer a los seres no le gustaba que fuesen observados… En un acto de locura, se sacó rápidamente la corbata que llevaba siempre sobre su cuello, amarrándosela sobre los ojos. Sabía que era imprudente, pero no quedaba mucho más de la marcha para llegar. Suponía que serían unos veinte metros, nada más.

No veía nada, la oscuridad parecía reconfortante, sin embargo el sonido seguía allí y su oído se había vuelto más agudo que nunca. Chillidos de dolor, llantos desgarradores, súplicas… todo unido en una caravana de la muerte… literalmente. Sintió como en un momento los mismos muertos parecieron tocarla, como si el tacto les fuese a devolver a la vida ¿Sería que querían sentir algo vivo nuevamente? No podía ver, pero sí sentir y la indescriptible (y terrible) situación logró sacarle más que un par de lágrimas, al sentir la viscosidad tocando sus piernas, brazos y la mayoría de sus extremidades de una forma grotesca, casi repulsiva.

—No mires, no mires, no mires… — se repetía una y otra vez, intentando calmarse — No grites, no grites, no grites…

Sintió como una mano pequeña tomaba de su brazo suavemente, como si de una pequeña luz en medio de la oscuridad se tratase. Una inmensas ganas de ver que era se apoderaron de ella, quizás era el hecho de que no era la única allí… o simplemente el terrible morbo.

—Estoy buscando a mi mami — sintió la voz de un infante que le rompió el corazón casi al instante de escucharlo — P-pero no la encuentro… ¿Podrías ayudarme? Ella me dijo que vendría pronto, que intentara llamar a papi mientras jugábamos a las escondidas para que él también jugara

Escuchó lo que el pequeño tenía que decir, mientras sus manos se helaban al escuchar la historia. Sus mente no se opuso por primera vez a soltar lágrimas, mientras el pequeño ahora tomaba de su mano.

—Pero el hombre que entró a la casa encontró a mi mami haciendo trampa — comentó con suma inocencia sin saber lo que realmente había ocurrido — porque ella le pedía a gritos que la perdonara… después de estar escondido mucho tiempo en el closet el hombre me encontró y no recuerdo más, extraño a mi mami

Su corazón se apretó y unas inmensas ganas de abrazar al infante aparecieron, sin embargo… no podía, el terrible miedo de encontrarse con un ser hecho trizas le aterraba, por lo que apretando fuertemente los dientes, siguió su camino aun con el niño tomado de su mano.

Notó como los seres parecieron soltarla al instante luego de pasar cierto límite ¿Qué sería? Suavemente corrió su corbata, dejando sus ojos libres. Un árbol frente a ella le llamó la atención, no parecía ser uno cualquiera. Lo tocó, notando como el parecía ser lo único vivo en aquel lugar… además de ella, claro estaba. Un líquido ambarino salía entre un pequeño agujero en la corteza ¿Esa sería la sabia? Llenó el recipiente con la sustancia. Cuando finalmente se dispuso a regresar (no sin antes revisar que todo estuviese en orden) notó como todo no parecía nada más que una ilusión ¿Sería una jugarreta del líder? Todo había parecido tan real…

Con fuerza sujetó la lámpara y el preciado recipiente, ahora sí no podía regresar, acabaría con el líder sin importar como. Se convenció que lo vivido era tan solo una mentira, mientras regresaba a la fortaleza que escondía al líder. Ya en la puerta principal vio como las puertas se abrían ante su presencia.

Soltó un suspiro cansado, por lo menos lo peor había pasado ¿No? Eso esperaba, porque realmente sus fuerzas no podrían sosportar pasar algo así nuevamente.

Miró hacia atrás, revisando que nada estuviese allí. Por unos segundos vio (o quizás imaginó) a una mujer, la cual con una mano se tapaba los ojos y con la otra sostenía la mano de un niño, el cual ya no poseía rostro alguno, sólo marcas e indicios de lo que alguna vez fueron razgos suaves de un pequeño. En menos de un pestañeo la fémina se había ido, dejando finalmente a Edea en la soledad, como si le recordara que lo vivido no era nada más que la verdad.  

Con más fuerzas que nunca entró a la mansión, esperando encontrar a el hombre detrás de todo aquello, porque… lo haría pagar, oh sí que lo haría, no le importaba qué tan fuerte fuese ¡Le daría su merecido! Y de pasada le haría pagarle un psicólogo, porque realmente desde ahora necesitana uno más que nunca.

Caminó a paso firme, refugiándose entre las paredes del enorme edificio. Las pareces parecían estar iluminadas por pequeños candiles que no iluminaban lo suficiente. El Líder debía ser un hombre bastante loco para vivir en un lugar así, ella no llevaba más de una hora y seguramente algo de su cordura se había ido.
Una figura femenina se hiso presente frente a ella, llamándole la atención. La pokémon flotó con gracia posándose frente a ella.

—Bienvenida a el gimnasio fantasma — comenzó a hablar con una voz melodiosa — Has pasado la primera etapa, el líder desea celebrar su éxito con una pequeña fiesta

Pestañeó un par de veces sorprendida por tal declaración ¿Es que el líder estaba demente? Primero la hacía pasar un infierno y ahora… le hacía una fiesta. Soltó un pesado suspiro mientras se calmaba, por lo menos ahora podría disfrutar un buen rato.

—Sígame señorita… — habló mientras flotaba guiándola por un largo pasillo que parecía no tener fin

—Edea… Edea Oblige — la muchacha pronunció mientras caminaba con sus brazos cruzados — Un gusto

—¡Un gusto también! Mi hombre es Yuuko — respondió alegre el ser fantasmal — Todos la están esperando

Siguieron el camino por un par de minutos, con solo el sonido de los tacones de Edea provocando ruido, después de todo… los muertos ya no respiraban. Llegaron a una gran puerta, la cual el pokémon de hielo empujó suavemente, abriéndola irónicamente de golpe.

La Sala estaba iluminada ¡Parecía ser otro lugar completamente contrario! Un montón de fantasmas parecían jugar, mientras otros se acercaban a la jovencita, como si la inspeccionaran. Sonrió levemente al ver como todos buscaban su atención.

—¡Atención! — llamó la atención de todos Yuuko — Ahora que nuestra invitada llegó, daremos comienzo la fiesta

Escuchó los chillidos de todos al unisonó. Pudo observar como los pokémon comenzaban a bailar ante el sonido de un viejo vinilo, bastante acorde a la situación. Soltó una risita, mientras tomaba en sus manos un pequeño Gastly. Le gustaban los pokémon, cuando estaba sola con ellos solía ser algo más… amorosa.

No pudo evitar soltar unas cuantas carcajadas al ver como algunos hacían sus gracias ante ella. Se fijó de reojo como Yuuko la miraba a la distancia, algo triste. Caminó hacia su lado, dejando a los otros jugando entre ellos.

—¿Qué ocurre? — le preguntó como si de una madre fuese — ¿Te puedo ayudar?

—No lo creo — respondió — Todos están tan felices  hace tanto que un entrenador no venía, pero esto tiene que terminar en algún momento

Edea se sorprendió, realmente no había pensado algo así… cuando ella se fuera la fiesta acabaría y ellos volverían a su descanso en la soledad.

—Entonces hagamos que estos momentos valgan por mil horas — tomó la mano de la Froslass — Venga ¡Vamos a bailar!

En cierta forma había obligado a la fantasma a seguirla y como si de un muchacho se tratase la sacó a bailar, tratándola como si de una princesa se tratase. Lamentablemente la diversión tenía que acabar en un momento, en su caso… algo antes de lo esperado. La luz se fue, dejando a  todos sorprendidos, para luego volver luego de unos segundos después ¿Qué había pasado? Miró hacia todos los lados, buscando alguna anomalía… pero nada. Se fijó en la pequeña calabaza que había dejado sobre una mesa, después de todo ¿Qué le podía pasar?

Su rostro palideció al ver que no estaba.

—¡La savia! — chilló la muchacha, causando una risa estruendosa en todo el salón

—Chiquilla, no debiste dejar tu tesoro en la mesa — notó como el pote flotaba, para luego formarse la figura de un Gengar — ¡Qué tonta!

Frunció el ceño, mientras notaba como estaba lo suficientemente alto como para no llevar… a menos que volara o algo así. Maldijo por lo bajo, mientras veía como la pequeña Yuuko parecía enojada con su compañero.

—¡Estamos todos celebrando! — lo regañó al ver como acababa con toda la diversión — Regrésale a Edea el licor

—No — respondió burlón, sacando su larga lengua — ¿Por qué haría eso? ¿Para que tus ilusos amigos se diviertan por unos minutos más? Debes estar loca. Ahora ella jugará conmigo ¡Juguemos a las escondidas! Si me encuentras claro está

El pokémon desapareció, dejando a todos en la sala en silencio. La pobre anfitriona pareció querer decir algo, pero estaba lo suficientemente choqueada como para hablar.

—No te preocupes… las princesas no deben acabar con el fiero dragón venenoso — le tomó la mano, mientras ponía una de sus piernas en el suelo, en un acto galante — Sin embargo he de pedirte una cosa…

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El Gengar se rió, mientras jugueteaba con el líquido que tenía en sus manos. Pasó unos minutos en eso, cuando sintió un par de pasos frente a él.

—¿Así que has venido a jugar conmigo? — se rió grotescamente — ¿Dónde está tu princesita?

Edea lo miró, para luego sonreír, causando un leve enojo en el ser fantasmal. La muchacha de largos cabellos se acomodó un mechón rebelde que caía sobre su hombro, para luego mirar seria a el ser morado.

—Si tanto la quieres… entonces será mejor llevarte a donde está — habló haciendo eco por todo el lugar

—¿Tú crees que iré por voluntad propia? — escuchó la risa del ser, sin embargo ésta pareció desaparecer al ver como una gran ventisca aparecía detrás de la muchacha.

El Gengar cerró sus ojos por unos segundos, para luego encontrarse en una sala completamente congelada, con cristales rodeándolo. Ya no podía escapar. Intentó desaparecer, sin embargo seguía con el líquido ambarino sobre sus manos, que lo delataba.

El ser venenoso sintió nervios al notar como un montón de jovencitas con apariencia de la entrenadora aparecían rodeándolo, sentadas sobre un trono de bello hielo.

—Te has metido con la persona equivocada — habló desde su asiento — Porque aquí… la reina soy Yo

Se levantó con calma, mientras los pasos sonaban en un eco constante, causándole gran confusión al fantasma, después de todo… ellos no se reflejaban en los espejos ¿O sí?

—Adivina, buen adivinador — canturreó la chiquilla — ¿Cuál de todas seré Yo?

Todas parecían poder ser, después de todo el reflejo era una copia exacta. Edea aprovechando la confusión del fantasma, le arrebató el recipiente, recuperando el preciado líquido. Lo agarró cubriéndolo con recelo, porque esta vez… no lo dejaría ir.

Buen trabajo, ya puedes iniciar con la siguiente fase del reto debes escoger el stage de la primera batalla y dar el primer ataque (tendras ventaja de combate en el primer encuentro por buen rol)

Equipo a enfrentar:

Exito

Ya con el recipiente sobre sus manos no pudo evitar soltar un grito de victoria. La nieve comenzó a desaparecer tan rápido como había llegado. El Gengar aprovechó aquel instante para desaparecer aprovechándose de la distracción de Edea.
Notó como Yuuko se acercaba a ella, al parecer todo había acabado…

—Muchas gracias — sonrió suavemente Edea con la savia en sus manos  —Pero creo que es hora de continuar, aun tengo a un líder que enfrentar

Ambas se miraron unos segundos, para luego soltar una risita. La poseedora de orbes color violeta  se despidió, para luego alejarse de la fantasma en la indicación que ella le había dado, era hora de terminar con todo aquello.

—Nos vemos… Edea — habló la fantasma antes de desaparecer soltando una risita — más pronto de lo que crees

La albina caminó a paso rápido bastante segura de sí misma, por fin terminaría con aquella pequeña travesía al inframundo. El largo pasillo llegó a un fin y frente a ella se encontraba una enorme e imponente puerta.

La tocó con suavidad, empujándola, sin embargo ésta se abrió fuertemente sacándole un chillido a la muchacha ¡¿Por qué todo allí debía ponerle los pelos de punta?! Soltó un bufido, para luego caminar hacia en donde la luz de la luna se filtraba.
El sonido de sus tacones parecían ser sus únicos acompañantes en la tierra de los muertos, dándole un toque mucho más lúgubre al lugar (si es que eso era posible). Ya en medio de la luz, como si ésta la resguardara, se quedó quieta esperando que algo ocurriera.

La oscuridad absoluta no lograba hacerla ver mucho más allá de su nariz, sin embargo ya no tenía miedo, las pruebas parecían haberla preparado para aquello.  Escuchó un sonido para que luego todos los candiles a ambos lados del salón se prendieran en un segundo. Allí estaba, al otro lado del vacío, el hombre que le haría pagar todo el sufrimiento vivido. Caminó con el recipiente en sus manos, acercándose a él de forma pausada, cuando estuvo lo suficientemente cerca le entregó el dichoso líquido al rubio, otorgándole unas cuantas palabras.

—Mi nombre es Edea Oblige — habló con fuerza en sus palabras — Y he venido acá para llevarme la medalla fantasma

Sus palabras sonaban seguras y pues… así estaba, no había nada que temer. Se acomodó el cabello, mientras cerraba los ojos por unos segundos.

—Brujo de Khannos, prepárate — terminó mientras se acomodaba los guantes que siempre solía llevar consigo, mientras regresaba hacia el otro lado del cuarto, no tenía tiempo que perder — no vengo con intenciones de perder…

Sabía que no podía confiarse, los líderes no estaban allí al azar, debían ser personas con cualidades muy especiales. Pensó en qué pokémon ocuparía primero, realmente no tenía una estrategia muy bien pensada…

—Bien — susurró mientras sacaba la pokéball de su primer guerrero — ¡Shuckle ve!

La lanzó a su caballito de batalla, realmente no sabía qué esperarse del líder fantasmal, por lo que su pokémon con más defensa comenzaría la batalla. Vio en los ojos del pequeño como éste se sentía completamente halagado porque su “madre” quería que él fuese el primer pokémon de su primer gimnasio.


—¡Comenzaremos con Estoicismo! — le ordenó mientras el pequeño Bicho lanzaba un chillido
Una aura se centró en el pokémon, rodeándolo, indicándole que su pequeño amigo estaba listo para comenzar la batalla, ya no había vuelta atrás.

El miembro 'Edea Oblige' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Había pasado algunos meses desde que aquella área de duelo se había en un combate, observándose a un joven muchacho de cabello rubio esperar en la última puerta a una insistente retadora que pareció adentrarse en aquel lúgubre lugar, el chico suspiro levemente mientras escuchaba como aquel seguro de la puerta parecía ceder escuchado el chirrido de aquella puerta principal abrirse y con esta la luz parecía volver a aquella extraña habitación, el muchacho sonrió levemente mirando fijamente el rostro de su joven retadora suspirando levemente acercándose a la misma notando como la muchacha parecía tener en su manos aquel pequeño envase lleno de la deliciosa sabia de los muertos, el muchacho sonrió levemente al recibir aquel irresistible licor colocandolo en una pequeña mesa expresándole a la muchacha después de escuchar su presentación.

-Humph, Bienvenida a el Gym de pokemon fantasma Edea mi nombres es Arthur Lee Jevou y sere tu oponente en esta oportunidad… comento el muchacho serio mientras parecía preparándose para iniciar aquel combate notando la voz de su retadora el cual parecía estar muy segura de si misma dispuesta a dar una excelente batalla. El muchacho escuchaba a su retadora mientras se colocaba sus guantes de cuero negro.

-Humph, Entonces prepárate para dar todo en esta batalla. Expresándole a la muchacha mirándola con una expresión seria y confiada casi como si su espíritu de batalla podría verse en sus ojos. El muchacho saco una pokebola de su bolsillo Observando aquella primera jugada de la muchacha lanzando su pokebola al aire expresándole. –Bien, adelante Noa!!! Comento el muchacho al seleccionar su primer pokemon observando como aquel Sableye parecía dar su debut luchando contra el pokemon de Edea.

El rubio permaneció en silencio observando como aquel Shuckle iniciaba su movimiento de estoicismo generando ondas de rojizo color hacia el pokemon purpura del muchacho haciendo que le muchacho comentara.
-Humph, muy lento!!! regaño a la rival mientras le expresaba a su pokemon- Ahora noa contraataquemos con Garras Sombra!!! Ordeno el rubio dando su primer contra ataque observando como su pokemon parecía esquivar aquel movimiento mientras sus garras aprecian emanar un aura fantasmal lanzándose sobre aquel pokemon con intenciones de lesionar lo con aquel poderoso ataque en espera de causarle el mayor daño posible.

El miembro 'Arthur Lee Jevou' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

El hombre se había presentado y lanzado su pokémon, uno bastante fuerte para su gusto. Intentó mantenerse en calma, más cuando notó que su pokémon había fallado en su primer ataque. Había perdido toda la ventaja inicial que tenía, el problema era ¿Podría recuperarlo? Shuckle era un pokémon lento y por eso el enemigo había lograr esquivar el ataque de esa manera… debía haber alguna forma de lograrlo sin que tuviese que ser tan directo.

-Humph, Entonces prepárate para dar todo en esta batalla.

—Estamos recién comenzado — comentó mientras intentaba mostrarse segura de sí misma — Ya verás lo que puedo hacer

El enemigo atacó con sus garras afiladas, sacándole un pequeño quejido a su pokémon, asustándola.

—¡¿Estás bien?! — le preguntó, para luego ver como el bicho parecía estar en buenas condiciones a pesar de ser un golpe directo… al parecer tanta defensa servía de algo — Bien, es nuestro turno

Se mordió el labio pensando en qué hacer, no tenía muchas opciones, estaba atrapada… Solo le quedaba una opción, que ocuparía, se las jugaría al todo o nada.

—¡Picadura! — le ordenó mientras el pokémon acataba la petición de su entrenadora, acercándose hacia el enemigo

Sabía que el mantenerse cerca del Sableye era peligroso, pero seguiría sus instintos, confiando en la dura defensa de su pokémon, tenía que confiar en él…

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'Batalla' :

Aquel pokemon había herido a el suyo levantándose del suelo su sablaye parecía estar dispuesto a luchar contra aquel pokemon a pesar de que tenía desventaja de tipo parecía seguir luchando.

–Humph, venga no te desanimes noa!! Comento el chico mientras su pokemon parecía finalmente colocarse de pie dispuesto a luchar con todo su alma contra el pokemon bicho/roca. El rubio sonrió al ver como la muchacha parecía comenzar a tener más confianza en si misma al igual que su pokemon comentándole.

-Humph, se te nota más segura… suspiro el muchacho un poco satisfecho por la actitud de su retadora el cual parecía mejorar a medida de que avanzaba la batalla haciendo que el chico le comentara a su pokemon. –Bien Noa usemos ahora bola sombra a todo poder!!! Comento el chico mientras su pokemon parecía juntar sus manos y de ellas comenzó a acumular una gran cantidad de energía fantasmal que se condenso en varias bolas de oscuros color el cual arrojaba con mucha fuerza como si de una pelota se trataba sin duda alguna aquel sablaye era un pokemon un tanto bromista y un poco loquillo asi que no era de sorprender la muecas y burlas que tenía su expresión facial al momento de atacar ya que solía tener esa extraña pero divertida personalidad.

-Venga deja de bromear hombre… regaño Arthur mientras veía como su pokemon parecía disfrutar mucho aquel combate mientras buscaba con sus bola sombra generarle el mayor daño a el pokemon enemigo el cual parecía tener una excelente defensa asi que debía esforzarse al máximo para lograrle debilitar por completo.

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'Batalla' :

Sonrió al ver como su ataque había encestado bien, por alguna razón sus pokémon tenían ciertas manías por comenzar con buenos ataques, era como si necesitaran un pre calentamiento… o por lo menos los nuevos lo necesitaban.

Soltó un suspiro cansado, en un intento de sacarse la tensión del cuerpo. No pudo evitar acomodarse los guantes que siempre traía consigo, era como una terrible manía que hacía cuando estaba nerviosa o sentía emociones fuertes.

Escuchó como el rubio daba la siguiente orden, un fuerte ataque que sabía que su lento pokémon no podría esquivar ni aun que lo intentara, ella había apostado a la defensa, no a la velocidad.

—¡Resiste! — le ordenó, notando como el pequeño bicho parecía saber lo que seguiría

Se mordió suavemente el labio, mientras veía como los ataques impactaban al rojo ser frente a ella ¿Estaría bien? Sabía que debía confiar en él, no podía darse por vencida ¡Más si ella lo había escogido como su primer atacante!

—¿Estás bien? — le preguntó, escuchando un chillido feliz del pokémon, que aun tenía fuerzas para continuar — ¡Bien! Sigue así… Quiero que ahora sí uses Estoicismo, yo sé que tu puedes

Notó como el pequeño Shuckle parecía entusiasmado por las palabras de su entrenadora. El pokémon se concentró en el ataque, después de todo, ésta vez sí lo daría todo, no podía fallar.

—¡Ahora! — le ordenó, apuntando al oscuro ser frente a ellos

Sintió como su corazón latía a mil, sin embargo era muy distinto a las situaciones, era una sensación que la llenaba por completo, como pequeñas cargas eléctricas que no dolían, que le daban energía ¡Era algo sumamente indescriptible y que le gustaba… demasiado!
Miró todo con atención, esta vez, no tenía permitido fallar, un pequeño error y todo se habría terminado, debía tener cuidado.

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'Batalla' :

Humph, buen trabajo… comento el chico mientras finalmente su pokemon parecía dar nuevamente en el blanco sin duda alguna debía aprovechar al máximo la poca velocidad de su rival para buscarle hacer el mayor daño posible. El rubio sonrió un poco al ver como aquella batalla parecía estar un poco mas emocionante observando como aquella entrenadora parecía usar nuevamente estoicismo haciendo que el chico sonriera un poco debido a que ya había usado aquel movimiento anteriormente, expresándole a su pokemon.

-Humph, vamos no te dejes vencer y contra ataca con tinieblas a todo poder!!! Comento el chico mientras su pokemon parecía sonreír ya un poco animado mientras que de sus ojos de diamante parecían salir una especie de rayo oscuro y fantasmagórico disparándolo hacia el ataque del enemigo buscando disminuirle su poder para recibir el menor daño posible.

-Ahora aprovecha para darle un golpe con sombra vil!!! Comento el chico serio observaba como ambos rayos parecían generar una pequeña explosión de energía justo después de ambos ataques, su pokemon asintió ante la segunda orden de su entrenador y pareció extender su sombra con mucha velocidad hacia el pokemon rival aprovechando la oscuridad de la noche extendiéndola por casi toda la habitación, buscando sorprender a el pokemon enemigo con un ataque muy veloz.

–Humph, vamos utiliza todo tu poder!! Comento Arthur mientras su pokemon de manera repentina parecía comenzar a elevar su veloz sombra en dirección a el pokemon enemigo, mostranose una especie de expresión tenebrosa en aquella oscura sombra siniestra el cual buscaba atormentar a el pokemon insecto roca que luchaba con mucha pasión. El chico suspiro levemente mientras deseaba poder generarle el mayor daño posible a el pokemon rival ya que ambos parecían luchar con mucha pasión. –Humph, venga esforcémonos y demos todo en la batalla le comento el chico a su pokemon buscando animar a el mismo en su primera batalla en el gym de pokemon fantasma de ciudad Darkdust.

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'Batalla' :

Al parecer la pelea terminaría pronto y no sabía cual sería el vencedor, en la academia solía saber cual ganaría con tan solo ver el comienzo de la pelea, pero aquí… todo era tan distinto y emocionante. Su corazón latía a mil, mientras sus sentidos parecían mucho más alerta de lo normal.

Pudo escuchar como el rubio comentaba que comenzarían su contraataque, debía prepararse, además que pedirle a su pokémon que esquivara no era opción, seguiría con su estrategia hasta el final.

—¡Debes resistir! — Le ordenó al pokémon bicho, el cual asintió, preparado para lo peor — Solo así podremos ganar…

El Shuckle lanzó un chillido de emoción, al parecer el también se estaba divirtiendo con la pelea. Vio como el primer ataque era lanzado hacia su compañero, haciéndola apretar los puños, sin embargo ya había terminado ¿No? Mucha fue su sorpresa al saber que una nueva ráfaga azotaba a la roca roja.

—¡Shuckle! — lo llamó esperando que este le respondiera algo luego de tales ataques

Se quedó en silencio, para luego notar como el pequeño aun seguía firme en su puesto, apenas podía seguir ¡Pero lo estaba intentando! Llena de orgullo sonrió satisfecha, mientras en su pensamiento notaba como podía hacer una estrategia con más de un ataque, después de todo… lo había aprendido recién, era tan obvio, pero hasta ahora no lo había visualizado.

—Bien hecho — sonrió, mientras se acomodaba sus guantes — Ahora es nuestro turno, demostrémosle que lo daremos todo hasta el final

Una lista de ataques apareció en su mente, se había memorizado unos cuantos y qué hacía cada uno, era útil y realmente ahora sí le serviría demasiado.

—¡Red viscosa! — le ordenó a el Shuckle, el cual lanzó unas cuantas sustancias pegajosas hacia el enemigo, sin embargo éste parecía ser mucho más rápido de lo que esperaba, aun así… eso no había terminado — Ahora, Tormenta de arena

Vio como todos esas redecilla parecían mezclarse con la arena, esparciéndose por todo el lugar, ya no podía huir. Con la velocidad disminuida, decidió que era su momento de atacar, no tendría otra oportunidad como esta.

—¡Termínalo con Avalancha! — habló esperando que las telas pegajosas lograran mantener quieto al enemigo
Su corazón sentía como todo parecía moverse muy lento ¡Demasiado! ¿Todo terminaría allí? Esperaba que sí.

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'Batalla' :

Buen trabajo Sablaye, haz dado una buena pelea así que vamos te mereces un buen descanso… comento el chico mientras  su pokemon parecía volver nuevamente a su pokebola esperando poder terminar aquel reto de gym aun que se comenzaba a disfrutar aquel simple combate el chico suspiro levemente sacando otra pokebola de su bolsillo escogiendo el segundo pokemon el cual sería el rival del nuevo pokemon de la retadora que había ganado su primer combate.  –Humph bien ahora vamos Yuuko demos todo en esta batalla! Inicio el líder la segunda ronda de batallas la cual debía ganar para poder continuar con la tercera ronda definitiva esperando poder tener quizás un poco de suerte y que su golpe hiciera un gran daño.

Su pokemon salio de la pokebola de manera muy elegante y calmada sin duda alguna era extraño que no estuviera ebria pensando que si se portaba bien podría ganarse aquella deliciosa sabia de árbol el cual la muchacha le había recolectado, sin duda a pesar de ser un trabajo mal pagado, sin seguro social y el salario era un poco menos que nada pero el hecho de que le traieran licor hacia que todo valiera la pena, o al menos eso le gustaba pensar a el muchacho, incluso sabiendo que yuuko su froslass al final del día seria la que se tomara a pico toda esa botella dejándole al igual que su salario sin nada.

-Humph, vamos Yuuko usemos un ataque de rayo de hielo con toda la energía ¡!! Comento el muchacho mientras su pokemon parecía concentrarse en un poderoso rayo de energía helada que salió de sus manos en dirección al pokemon enemigo. Esperando poder acertar su golpe para poder debilitar un poco a el espeon de la rival el cual parecía estar listo para la lucha. dando inicio a la segunda ronda de batalla por la medalla espectro el cual parecía ser el objetivo principal de la retadora que se mostraba muy confiada despues de su primer combate. 

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'Batalla' :

Sonrió al ver como el ataque de su pokémon había funcionado a la perfección, su estrategia le estaba dando resultado y eso le alegraba un montón. Intentó esconder sus emociones, manteniéndose en calma, mientras veía como el pequeño se acercaba a su posición.

—Lo has hecho bien — le comentó, soltando una suave sonrisa — Bien hecho, Shuckle

Pudo ver como los pequeños ojos del pokémon brillaban ante su adulación, realmente debía quererla un montón para que se comportara de esa forma. Miró al líder de reojo, seguramente se preparaba para el siguiente combate, esto aun no había acabado.

—Regresa — lo llamó, metiéndolo a la pokéball, para que éste descansara un poco, se lo merecía bastante

Miró todas sus pokéball ¿Quién sería el siguiente? No había duda alguna quien, después de todo era el pokémon que le tenía más confianza ¡Debía apostar todo por ella! Apretó suavemente la pokéball que contenía el gato violáceo, debía confiar.

—Ve ¡Espeon! — llamó a su compañera, la cual aterrizó con gracia en el suelo — ¡Tenemos trabajo que hacer! Confío en ti

Notó como el líder llamaba a el pokémon más inesperado a su parecer, ella la conocía: Yuuko. La fantasma que la había ayudado en su tarea de regresar aquel licor para el hombre… esto se ponía cada vez más interesante, de eso no había duda alguna.

—Es bueno volver a verte — comentó Edea, mientras se llevaba una mano hacia la cintura, con una sonrisa confiada — Pero no te lo haremos fácil, no importa si somos amigas o no…

El muchacho fue el primero en lanzar su ataque, un fuerte rayo de hielo, que impactó sin piedad en contra de su pokémon. Apretó los puños mientras esperaba ver cómo se encontraba su compañera… Esperaba que bien.

—¡Espeon! — la llamó, notando como ésta movía su cola y se mantenía en pie, a pesar del golpe — ¡Bien! Es nuestro turno

Debía pensar muy bien como atacar, el fantasma era un ser astuto, no pocía confiarse, menos estando tan cerca de la victoria.

—Doble equipo — le ordenó mientras el pokémon comenzaba a correr hacia el fantasma con sus copias. Esperaba que el hecho que fuesen varios le dieran más chances para acercarse un poco más, solo necesitaba unos metros… nada más. Cuando el ser morado estuvo lo suficientemente cerca del Froslass, la muchacha lanzó otra orden — ¡Psicorrayo!

El pokémon lanzó un bramido, mientras la joya de su frente comenzaba a brillar, lanzando un rayo de múltiples colores, como si fuese un arcoíris. Debían ganar, después de todo… no había sufrido tanto para nada ¿No?

El miembro 'Edea Oblige' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Yuuko saludo animosamente a la muchacha que había ayudado hace varios minutos en la fiesta de aquel gym, sin duda alguna tanto la chica como la froslass parecían estar emocionada por la batalla contra la chica que conocio en el desafio anterior mas sin embargo aquel nuevo encuentro eran rivales. Esperando poder ver lo mejor de la retadora para ganar la medalla del gym pokemon  asi que se esforzaría para darle un combate digno.

Las cosas parecían complicarse cada vez más sin duda alguna la rival parecía ser muy buena observando como aquel espeon parecía usar un movimiento de  psicorrayo generando desde su cabeza diferentes ondas de diversos colores que se dirigían hacia yuuko la froslass de Arthur, haciendo que recibiera un golpe directo tumbándola al suelo. Haciendo que esta se enojara un poco…

-Humph, vamos yuuko aún no podemos perder!!! Comento el chico mientras su pokemon a pesar de que parecía ser de una criatura muy delicada realmente aquella era una chica con una fuerte actitud, froslass se levantó ya un poco  más centrada haciendo que el rubio le expresara. –Bien, ahora continuemos con  viento aciago!!!!  Y mezclarlo con ventisca!! Comento el chico dos de sus movimientos favoritos de diferentes elementos el pokemon de Arthur asistió levemente mientras parecía levitar un poco más encima del escenario, moviendo sus manos  generando con la misma una brisa  de oscuro color  el cual parecía dirigirse hacia el pokemon enemigo.

Pero antes de dirigirse hacia el pokemon enemigo, froslass parecía comenzar a emanar un aura de color azul cian disminuyendo la temperatura del ambiente  generando una especie de brisa helada que se mesclaba con el viento aciago dirigiéndose hacia las diferentes  copias del pokemon  enemigo, buscando eliminarlos y hacerle daño a el pokemon original ya que si no se volvería un problema.
-Vamos Yuuko debemos encontrar a el pokemon original lo mas rápido posible!!! Comento el chico mientras su pokemon parecía llenar de nieve casi todo el campo de batalla esperando que con una gran tormenta de nieve fantasmal pudiera ayudar a despejar un poco mejor el campo de batalla.


P.D.: Recuerda quitarte 5 putos por ventaja de tipo ya que fantasma le gana a psiquico

El miembro 'Arthur Lee Jevou' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Sintió como la temperatura disminuía de forma acelerada, el pokémon de hielo era un fuerte contrincante, de eso no había duda alguna. Sabía que tenía desventaja de su parte por el tipo, quizás por eso debía ser mucho más cuidadosa de lo que creía.
Se cruzó de brazos mientras intentaba mantener el calor de su cuerpo, viendo como Yuuko ejecutaba aquel ataque, hiriendo a su pequeña con un golpe fuerte. Todas las copias parecían desaparecer rápidamente gracias a el hielo y eso no era una buen señal, su mente comenzó a pensar en una estrategia rápidamente… no tenía tiempo que perder.

—Espeon — le habló a su amiga, llamando su atención — ¡Demostrémosle que esta brisa no nos hará retroceder!

El bramido pareció llenar de coraje a su compañera, al cual también lanzó un chillido hacia el cielo. Sonrió, mientras se preparaba para lanzar el siguiente ataque, era su primer duelo de Gimnacio y aun era inexperta… quizás por eso también era algo insegura de sí misma.

—¡Día Soleado! — le ordenó al pokémon del Sol, el cual llamó al astro rey

La nieve no parecía ser un problema ahora, se derretiría en algún momento o por lo menos dejaría de entorpecer sus movimientos. Miró el campo de batalla, notando como unas cuantas copias quedaban en el campo, no eran muchas… Debía actuar rápido.

—¡Destello! — le ordenó a su pokémon, el cual lanzó un chillido mirando el cielo, soltando una chispa de luz por unos pocos segundos, los suficientes como para acercarse al enemigo y prepararse para el siguiente ataque — ¡Termina con Psíquico!

Los ojos del gato brillaron tomando un color celeste, mientras dirigía su ataque hacia la pokémon enemiga ¿Sería suficiente?