Pesadillas para no dormir [Reto Gimnasio]

equipo que usaré:

La luna llena acechaba en aquel entonces el cielo sombrío de la noche. Iluminado por los astros del cielo, eran las únicas guías que podía consultar el joven aquel viernes de fecha desconocida para encontrar el camino que lo condujera hacia Darkdust City ¿Por qué preguntáis? ¿No es obvio? Para desafiar la líder de gimnasio que allí residenciaba.

Había recorrido un largo camino lleno de peligros y dificultades que lo hicieron fortalecer no solo como entrenador si no también como persona para cumplir su sueño de pequeño: participar en la Liga Pokémon y ser el campeón de los campeones. Total, como cualquier adolescente de su edad pero no solo eso; nunca tuvo antes una oportunidad como aquella de demostrar sus cualidades natas antes quienes eran sus padres. Fruto del matrimonio de una familia adinerada, lo que menos deseaban estos era que su futuro gran heredero se olvidara de sus deberes matutinos y se mezclara con esas criaturas horrendas y vulgares llamadas Pokémon. No tuvo un solo amigo y ni si quiera le dejaban que asistiera a un colegio público como todo el mundo. No podían permitir que su “eminencia” se relacionara con gente de “clase inferior” ¡Dios mío! ¿A qué estaban jugando los Ichinose? ¿Pensaban que aún vivían en la Edad Media con los reyes, las princesas y los caballeros? Cada día de su infancia estaba guiado por una estúpida agenda que le decía qué tenía que hacer y a donde sin poder si quiera rechistar a la mínima. Estaba harto de que lo trataran como si fuera un niño pequeño y por ello, logró escapar de su casa con un avión privado hacia Khannos. Desde entonces, no se arrepintió para nada y sigue fiel a su decisión para regresar a Kalos con una sonrisa y el título de campeón bajo el brazo o bueno, con que tuviera todas las medallas se conformaba pero ya que estaba ¿Por qué no aspirar hacia lo más alto? A fin de cuentas, lo principal por lo que empezó su travesía era la sensación de sentirse liberado y vivir millones de experiencias nuevas que nunca se aventuró a hacerlas con temor a ser rechazado por los suyos, su familia pero ahora podía decir con total tranquilidad:


El sendero de tierra se hizo cada vez más corto hasta que finalmente, pudo localizar la civilización perdida. Una sonrisa a medio hacer se dibujó en sus labios mientras sacaba el PokeGear con el mapa. Quería asegurarse que en verdad no se había equivocado pero por algún extraño motivo, el artilugio no funcionaba. En su pantalla solo se veían rayas blancas y negras a lo ancho de la misma sin cambiar. Probó apagarlo y encenderlo unas tres veces consecutivas pero nada - No me hagas esto por dios. Ya van tres veces esta semana - tecleó todos los botones sin control cada vez más rápido y con una voz cargada - ¿En serio? - una vena estilo anime se dibujaba en su cabeza mientras ejercía más fuerza y desesperación - ¡Arréglate de una maldita vez! - resultando casi imposible seguir la velocidad con la que movía sus dedos, hizo explotar el artilugio literalmente hablando ya que una pequeña humareda salió de un lateral suyo acompañado de un ¿Chasquido? Ya me entendéis. Le entró un tic nervioso en el párpado derecho que no acababa por abrir o cerrar el ojo. Deseaba que se lo comiera la tierra si así lograría no saber nada mas del dichoso montón de chatarra que mandó a pedir a Johto. Una auténtica estafa. Una vez pasado el enfado, relajó las facciones de su cara y dejó escapar un leve suspiro exhausto. Tanto cabreo instantáneo le hacía doler la cabeza con pequeñas punzadas instantáneas - Bueno, mala suerte. Eso es todo - y dicho esto, lo guardó en la bandolera aun rencoroso y continuó con su andar. Lo que no se percató con tanta revuelta es que en verdad, no se encontraba en Darkdust City si no a punto de entrar al cementerio. Había dado toda la vuelta y no se enteró de nada.

Tenía la corazonada de que la ciudad era muy lúgubre y espeluznante por lo que le informaron los habitantes de otros sitios pero vamos a ver, la estupidez tiene un punto límite ¿No? Digo yo o llamadme loca. Algo le tiene que sospechar o intuir o lo que sea de que cada vez que daba un paso al frente, una nueva tumba se formaba a su lado por la niebla tan densa que había allí. Si yo fuera un personaje de esta historia de locos, me acercaría al chico por detrás y le premiaría con un golpe en la cabeza con una lápida lo más fuerte posible por idiota pero no. Seguramente si hiciera eso, lo dejaría más tonto de lo que ya es el pobre así que mejor narro de que se golpeó "accidentalmente" con una columna a ver que si por suerte, se vuelve menos bakka porque decir listo es un término demasiado grande para su brillante intelecto de mosquito.

Estaba completamente seguro de que lo que veía era simple decoración, que aquella ciudad todos los días era Halloween y que no tenía que preocuparse de nada. Su imagen era como la de un niño dentro de un parque de diversiones, caminando tal cual se diera la cosa ignorante de que la arboleda muerta de espanto y la putrefacta tierra que pisaba era real. Estaba la mar de ilusionado volteando de izquierda a derecha. La niebla cada vez más abundante y espesa, llegó un momento que tuvo que reducir el ritmo, temeroso de no saber donde colocaba el pie; ni siquiera se veía sus propias manos. La humedad se filtraba por debajo de su chándal estremeciéndose de hombros y frotándose los antebrazos con las manos enérgico. El frío le invadió de pronto tiritando entre dientes como en pleno invierno ¿Cómo sería sus días? ¿Igual de gélidos que sus noches? Quien sabe. Sin parar de caminar, llegó a lo que parecía ser un claro no vivo donde solo reinaba el color gris de las cenizas que recubría el suelo - ¿Uh? - antes de que pudiera decir algo, la niebla se disipó y dejó que mostrara ante sus ojos las puertas de lo que parecía ser un enorme  castillo - ¿Esto será el gimnasio? El detalle de las velas mola mucho - sin pensárselo dos veces, se acercó y estiró el cuello a ver por detrás de la verja - Mmm - alzó sus brazos a ejercer fuerza en contra de la puerta pero estaba cerrada - No. Nada de nada - para su desgracia, así era y dejó escapar un suspiro. En ese mismo instante, el brusco movimiento de algo que se alzó en los aires justo a su lado lo asustó de golpe haciendo que diera un brinco acojonado - ¡AHHH! - un poco más y se le salía el corazón por la boca. Era un Pumpkaboo que dormido, se despertó ante la inesperada presencia de Kalm. Éste sin embargo, había dado un paso atrás sosteniéndose el pecho con ambas manos dándole la espalda al Pokémon intentando relajarse un poco. Tras recuperar el aliento, se mentalizó y prestó atención a lo que sostenía; un farolillo con forma de calabaza - ¿Qué? ¿Para mí? – lo aceptó sin quedarle otra echándole un vistazo a su interior. Había una nota que leyó un par de párrafo en voz alta - "Llenar de sabia el árbol... no soltéis la linterna o morirás" ¡Ala! Qué bien. La cosa se va poniendo interesante - tomó la nota y se la guardó en un bolsillo - ¿Será verdad? No puede ser peor que mi vecina de Kalos cuando se enfada - con parte de razón, inmediatamente comenzó a caminar de regreso a las profundidades del cementerio para cumplir el cometido ¿Tal vez así le dejasen entrar al gimnasio? Tal vez sea una broma pero no perdía nada por intentarlo a ver que pasaba.

Las ramificaciones superiores de los árboles al desnudo sobrevolaban la cabeza del muchacho incluso en una llegándose ver a un Murkrow observándolo con descaro ¿Un visitante nuevo? Seguro que era eso en lo que estaba pensando su cerebro de pájaro para luego, emprender el vuelo atrayendo la atención del susodicho - Tengo un mal presentimiento - y lo decía mas que nada porque los cuervos nunca traen nada bueno. En caso contrario, seguiría dando saltitos por el lugar a lo Heidi por el campo si no fuera que a lo lejos le pareció ver algo raro - ¿Y eso? - se llevó una mano a la frente a modo de parasol aunque fuera de noche. Unos extraños destellos de luz iluminaba la zona de más adelante con una distancia de unos cuantos metros, imposible de identificar algo mas que eso - Parece fuego ¿O me equivoco? - para evitar mas incógnitas, prefirió  sacar el mapa que le dieron con anterioridad dentro del farol. Tenía marcado con una X seguramente el lugar donde tenía que sacarle la sabia al árbol. El pergamino señalaba que si o también tenía que ir hacia donde estaba el resplandor dorado de antes. Tragó saliva empezando a despender alguna que otra gota de sudor frío por el cuello y prosiguió con su andar. Kalm estaba por dar un rodeo pero la petrificante mirada de unos Trevenant le hizo cambiar de opinión. Contaban que una vez atrapaba a alguien dentro de un bosque, nunca más se vuelve a saber algo de él y si, me refiero a la persona no al Pokémon.

Un llano sombrío evocado por almas solitarias en vela. La presencia del chico no pintaba para nada donde la única similitud que compartían era el farol. Todos ellos llevaban consigo una réplica exacta del objeto en sus manos como si así algún día lograran encontrar el camino de vuelta al mundo de los vivos. Kalm los ignoraba mientras andaba por medio del pasillo que formaron los espectros con miedo. Estos en silencio, voltearon a verlo clavando sus miradas de pena recelosos del vivo; opacas como la madera chamuscada en la chimenea tras apagar la hoguera. Al segundo, los cuchicheos empezaron a darse en el aire ¿O se daban en la mente del moreno? Lo único seguro es que el entrenador estaba metiéndose en territorio peligroso - Estas solo, siempre has estado solo - como si hubiera recibido un toque por el hombro, volteó hacia su espalda en un santiamén con un giro brusco de cabeza - ¿Qué? - permaneció inmóvil, observando la transparente figura de un niño pequeño de 5 años aproximadamente - Lo se. Reconozco esos ojos. Son iguales a los que tuve antes de que me degollara. Yo, una pobre víctima que nada pudo hacer ante sus artimañas menos aceptar el castigo por ingenuo - estaba helado, sin la felicidad de siempre. Malos recuerdos le venían a la mente. No encontraba la forma de responder - ¿Lo recuerda? Aquel día de verano me tenía sostenido de la mano mientras mirábamos el mar con una sonrisa - cada segundo, lo estaba haciendo enloquecer - ¿C-Cómo lo... - ese mismo instante, su otro yo lo detuvo - No caigas en su trampa. Recuerda que no tienes que hablar con nadie - tenía razón pero todo esto se estaba yendo de las manos. Si sabe tanto es que no debería tratarse de ninguna broma ¿Los fantasmas existen? - Su mamá fue muy amable ¿Qué ha sido de ella? ¿Le sigue odiando? Debería contar la ver... - el sonido de un fortísimo golpe lo interrumpió - ¡CÁLLATE! - tenía el puño cerrado posado sobre el tronco de un árbol justo a su izquierda. Sus ojos irradiaban odio; ira con deseos de pegar al chico en la cara si fuera de carne y hueso. Tenía el entrecejo arrugado y las pupilas dilatadas en plan gato. Le suele pasar cuando pierde la paciencia pero hoy le apetecía tomarlo del cuello y matarlo con sus propias manos - ¡ESTA CONVERSACIÓN SE ACABÓ! - se dio mediavuelta y dio un par de pasos hasta estar delante del árbol correcto, y obtener la sabia con los nervios a punto de explotar. Sin añadir nada con el objetivo cumplido, se fue alejando pasando justo al lado del espantajo con el flequillo ocultando su expresión de enfado - Como quiera. Ya nos veremos Señor Mentiroso. - ni si quiera dedicarle un último vistazo ya alejado, se detuvo a quitarse la gorra y acomodarse el flequillo. Alzó el rostro a contemplar las estrellas - Lo has vuelto a hacer - dejó escapar un suspiro metiéndose una mano en el bolsillo mientras que con la otra no soltaba el farolillo ya una vez colocada la gorra – Perdón. No volverá a pasar – acercándose a las puertas del gimnasio, seguía teniendo esa misma charla interna consigo mismo - ¿Te parece si cambiamos? - negó con la cabeza - No hace falta. Puedo hacerlo - no vacilaba en sus pasos - Descansa un poco. Yo me ocuparé del resto - ya estaba pasando por el claro de tumbas que minutos antes estaba cubierta por la neblina - En serio, no quiero estar todo el rato dependiendo de ti - su otro yo le contestó con indiferencia - ¿Piensas de verdad que me importas? - el moreno esbozó una sonrisa - Sé que me odias - se detuvo a apartar unas ramas que le impedían el paso - Odiarte a matar - se le escapó una risa - No nos queda otra que convivir juntos. A fin de cuentas, nos necesitamos el uno al otro o bueno, yo mas que tu pero te guste o no solo hay un cuerpo y tenemos que compartirlo - agachándose y escabulléndose por un hueco de ramas moribundas, logró seguir con su trayectoria - Ya. Es difícil hacerte pensar en negativo aunque te haga tirar por las escaleras - a la velocidad del rayo, le respondió - ¡Oye! No me lo recuerdes. Me perdí el festival de verano por culpa de tus intentos de homicidio - ahora el que sonreía era su otra identidad pero por dentro - Y el otro año, el otro, el antipasado, el que iba después... - una gota estilo anime caía de su frente - Si, si. Tu ganas - se paró frente a la verja observando con indiferencia como automáticamente, las puertas se le abrieron de forma lenta a lo casa embrujada.  Se quitó la gorra y se la colocó a Pumpkaboo - Cuídamela por favor - Y sin pensárselo dos veces, ingresó con paso firme y decidido a darlo todo en el combate para conseguir la dichosa medalla ganándose el respeto de su familia.

Adentrándose con paso indiferente hacia las entrañas de la fortaleza, Kalm se lo veía muy relajado y seguro de sí mismo. Con una mano en el bolsillo derecho, no vacilaba en su caminada manteniendo la vista al frente sosteniendo con la otra la tan preciada calabaza que tanto le costó rellenar. Mas bien que un esfuerzo físico, se trató de uno psicológico y aquello tomó a los dos por sorpresa completamente ¿Cómo rayos sabía el incidente de alta mar aquel niño de aspecto fantasmagórico? Una de sus partes estaba pensativa - Ya, deja de pensar en eso. Es irritante - dijo el moreno escuchando el eco de sus propias pisadas. Estaba atravesando un pasillo hueco y oscuro con sus paredes hechas de piedra reforzada. Parecía como si nadie hubiera entrado antes acá - ¿No te remueve la conciencia? - cerró los ojos a responder a su otro yo sin detenerse - Nada de nada - un suspiro se dio en su subconsciente - ¿Aunque tan solo sea un poco? - los candelabros que parecían estar apagados, se iluminaron ante la presencia del muchacho que ni siquiera volteó o giró los orbes para averiguar de donde provenía la luz. Sabía de qué se trataba y no se iba a detener a ver aquello tan característico de las casas embrujadas - Oye ¿Me estas escuchando? ¡No me ignores! - se había parado. A lo lejos escuchaba música clásica y unas compuertas le impedía continuar ¿Otra prueba? A saber pero de todos modos no le quedaba otra. No parecía que hubiera otro camino a escoger.

Tuvo que achicar los ojos molesto por el repentino resplandor que se le vino a la cara. Una espectacular fiesta se estaba dando en estos mismo momentos con grandes decorativos y banquete para dar y regalar. Como si se hubiera teletransportado al mismo corazón de la Edad Media, estaba de pie sobre la gran alfombra roja. Una enorme habitación rectangular cuya infraestructura esta sujeta con arcos.  En su centro, una mesa de la misma forma estaba repleta con sin fin de alimentos esperando a ser devorados en bocas de reyes. Sobre sus cortinas rojas y el suelo incluido estaba repleto de hermosas manifestaciones de pétalos de cerezo en flor. El mármol blanco junto a las paredes color ocre y el rosa de los pétalos, le daba un toque elegante y a su vez único y personal, y en el techo colgaba una enorme lámpara de araña de puro cristal transparente en donde sus brazos sostenía cinco velas prendidas en todo su resplandor. Parecía como si toda la tristeza del cementerio no le importarse en lo más mínimo a los espectros que ahora bailaban alegres con sus voluminosos vestidos en pareja por el gran salón. Imposible de contar con las manos. Eran como cientos de ellos tanto en el escenario que como los que estaban suspendidos en el aire casi tocando el techo con sus cabezas - Curioso - se dio un vistazo de arriba a bajo alzando un brazo a observarse las mangas. Como por arte de magia, su vestimenta fue cambiada a una de etiqueta. Llevaba puesto un esmoquin negro con sus zapatos oscuros, una camisa blanca y una corbata azul marino alrededor de su cuello. Todo a juego - Mmm - estaba por dar un paso cuando de pronto, la simpática sonrisa de una Froslass le dio la bienvenida - ¡Froslass! - lo tomó por una de sus manos zarandeando ese mismo brazo de un lado para otro la mar de contenta y jaló del mismo con insistencia hacia adelante. El moreno curvó sus labios con levedad en forma de media luna - Voy, voy - la orquesta formada por mas fantasmas hacía tocar los instrumentos compuestos por un par de violinistas, dos violas, un violonchelo y un contrabajo. El Pokémon arrastró al joven hasta estar en medio de la sala. Lo incitaba a que bailara con ella realizando piruetas sin soltar su mano. Deseaba divertirse y Kalm tenía otras cosas en mente. No podía permitirse el lujo de perder mas tiempo innecesario y mucho menos estar disfrutando de una fiesta estando ya a unos pocos metros de su objetivo.

Continuó danzando con Froslass hasta dos canciones al completo de ritmo lento aunque ésta se movía con desenfreno sin liberar a su acompañante del agarre. Tan solo utilizaba su diestra para guiar los movimientos del Pokémon. Parecía estar jugando con una cría. Era adorable ver como se alegraba tanto por tan solo una mera visita de un viajero por lo que no quiso hacerle el feo de aguarle el momento. Realizaba piruetas sobre su mismo eje y a veces, intercambiaban puestos pasando a tener que dar un par de vueltas el entrenador. Nada lo incomodaba incluso las miradas de los otros bailarines que se detuvieron a observar la pareja. Lo que nunca sospechó es que de entre las sombras, alguien los miraba con recelo. Una sombra que se acercó con disimulo a las espaldas de Kalm cuando estaba despidiéndose de su amiga - Ha sido magnífico. Bailáis como los ángeles pero he de retirarme a seguir con el desafió. Lo siento de veras pero me gustaría que continuáramos en otra ocasión. Hasta entonces, se paciente os lo suplico - sonrojada y maravillada al mismo tiempo, Froslass asintió en respuesta y lo dejó marchar despidiéndolo con la mano apenada por dentro. A diferencia de su otro yo, éste le gustaba hablar con propiedad cuando la ocasión le permitía. A su vez, la educación que recibió de pequeño tanto uno que como otro, hace que le salga con total naturalidad. Cuando Kalm le dio por mirar la calabaza ¡Ya no estaba! - Tsk - chasqueó la lengua molesto conteniendo las ganas de soltar cualquier palabra malsonante - ¿Todo estaba planeado? - volteó a observar todo su alrededor. Desde el ventanal que daba al balcón, un Gengar tenía consigo el objeto meciéndolo burlesco buscando el provocar de su víctima. Si la memoria no le fallaba, a éste Pokémon le gusta gastar bromas a todo el mundo así que lo más sensato sería actuar con la cabeza bien fría y para eso, Kalm era una persona bien apta - Me da a mi que no me la darás por las buenas - el Pokémon se reía en su cara guardando la calabaza en su gran boca empujada hacia su interior por su prolongada lengua - Perfecto. Prefiero a las malas - sacó una Pokéball y la arrojó mostrando enfado en su arrugado entrecejo - ¡Que no se escape Kangaskhan! ¡Utiliza Sorpresa! - el espantajo estaba confiado que al tratarse de tipo normal, no le afectaría el golpe pero debido a su habilidad Kangaskhan podía herir a fantasmas con sus manos desnudas. El impacto fue tal en su estómago que escupió la calabaza y el moreno lo atrapó en el aire - JÁ ¿Eso es todo lo que tienes? - esbozó una sonrisa arrogante a la vez que Froslass malinterpretaba la situación. Un gran odio se fue formando en su mente. Estaba segura de que había parado de bailar con ella para irse a pasar el rato con Gengar. Hablando de eso, el susodicho se recuperó del ataque y se acercó en un abrir y cerrar de ojo frente a Kalm, y le dedicó a parte de otra sarcástica risa, un Lengüetazo que cubrió toda su cara de abajo a arriba. Entre la confusión, se volvió a apropiar del item - Mmm - el mamífero permaneció observando al fantasma levitando por los aires - Tu lo has querido - se limpió las babas con la mano cambiando a ver a Gengar con gran furia - ¡Te  vas a enterar! - bajaba una mano a tomarse una esfera del cinturón. Terminó por invocar a Flygon y a montarse sobre él mientras que Kangaskhan se quedaba en tierra firme.

Froslass seguía cultivado oscuridad y en eso, cerró los ojos y el escenario cambió en cuestión de segundos. Solamente quería que el chico tuviera una velada entretenida y divertida a su lado ¿Por qué lo había mentido de aquella manera tan ruin? Un Mismagius estaba haciendo pasar a todos los presentes por el sueño de Froslass que era celebrar y vivir una auténtica fiesta. El banquete, la música,... todo era fruto de su imaginación que a causa de su enfado estaban desvaneciéndose por completo y mostrando la auténtica cara del salón. El mármol era piedra carcomida, las cortinas estaban rasgadas y descolgadas a punto de caer, la mesa estaba partida por la mitad, la comida en verdad era vasos rotos y la pintura era morada por las paredes y el techo. Kalm giró un poco los ojos a observar la transformación pero inmediatamente redirigió la mirada hacia adelante. Estaban sobrevolando a todos los estupefactados espectros que empezaron a desalojar el lugar aterrados. Gengar le hacía gracia y esperaba a su invitado - Bonito truco. Me gustaría aprenderlo - acercándose a la lámpara de araña donde estaba descansando el Pokémon, ésta cobró vida propia y se tornó de una tonalidad como negra, algo muy extraño. En verdad se trataba de un Chandelure de 3 metros de altura que estaba escondido por el hechizo - ¡Maldición! - estiró los brazos a tomar el cuello del dragón y jalarlo para atrás sin buscar hacerle daño si no que frenara. Fue disminuyendo la velocidad y el candelabro giró a verles con indiferencia. Comenzó a dar vueltas sin control generando pequeños fuegos fatuos - ¡Para a un lado! - efectuó a tiempo un movimiento evasivo para alejarse de las flamas antes de que le salpicaran y el ladrón continuaba desde la lejanía riéndose a panza arriba. Rápidamente, tomaron la persecución de vuelta y las llamas anteriormente nombradas seguían a Flygon y a Kalm por detrás - Usa Lanzallamas - mientras, Gengar corría evitando las mortíferas ráfagas del bicho verde sin parar de aletear cogiendo las curvas cada vez más cerradas. Tarde o temprano, acabarían alcanzándolo y el chico lo sabía pero el Fuego Fatuo estaba a punto de hacerlo igual. Tuvo que darse la vuelta y detener el ataque con otro Lanzallamas. Cuando le dio por mirar el suelo, vio a Froslass aburrida sentada sobre una silla - Un momento. Así que todo esto... ya lo entiendo - con un simple choque de miradas, Flygon captó el mensaje y se detuvo. Gengar hizo lo mismo al voltear que se paró ¿Se rindió? No. Kalm ordenó a que descendiera hasta dejarlo que se bajara del mismo y luego, dirigirse hacia donde estaba su compañera de baile - ¿Sigue esperando? - la fantasma se negaba a mirarlo a la cara girando a observar su derecha enfadada - Venga ¿A donde fue a parar aquella cálida sonrisa? Quiero volver a verla - su cabezonería le impedía que cambiara de opinión. Esta vez, el moreno tomó la delantera y tomó una de las manos de la mujer de las nieves - Vamos a divertirnos. Por algo es una fiesta - al escuchar aquello último, volvió a mostrarse la felicidad en sus labios y consigo la ilusión que engañó minutos atrás a todos. Daban pasos de baile uno detrás de otro con la música resonando por el lugar. Gengar lo vio y de inmediato los interrumpió celoso - ¿Qué sucede? ¿No ves que estamos ocupados?- se hizo el loco con una sonrisa a medias. Si le seguía la corriente, le acabaría entregando la calabaza y efectivamente. Abrió la boca al máximo y con ambas manos, la sacó. Justo entonces se acabó la melodía y tomó de vuelta el objeto - Gracias - se despidió besando la mano de Froslass muy caballeroso y regresó a Kangaskhan y a Flygon a sus Pokéball correspondientes. Estaba preparado para lo siguiente y seguidamente, atravesó la puerta con el optimismo a lo más alto.

Magnus Heel aprueba este post

puedes elegir el stage de la primera batalla y dar el primer golpe

Tomó ambos pomos carcomidos por el tiempo con las dos manos y tiró con fuerza hacia sí mismo. La puerta se fue abriendo a un ritmo lento y tardío. Aunque físicamente se veía como nueva, no lo era. La ilusión de Mismagius seguía presente pero en cambio, devolvió sus prendas correspondientes a Kalm incluyendo la gorra que pensó que la había extraviado ya puesto en su cabeza. Continuó ejerciendo más esfuerzo escuchando el crujir de las oxidadas bisagras que le dificultaba la tarea hasta que finalmente fue bañado de nuevo con un resplandor de luz cegador.

Buscaba las paredes de la siguiente sala pero no ¡Era cosas de magia! En su lugar, el campo entero estaba envuelto en una especie de espacio alterno que alrededor se apreciaba el cielo y la tierra. Nubes pasaban como si nada de un lado a otro con forma de garabato que hasta tocaban el suelo despreocupadas mientras que las lápidas lo formaban una vara de metal oscura con aspecto de crucifijo. Todo muy tétrico y cómico a la vez como si se hubiera adentrado en el interior de una viñeta de cómic antigua aunque a color ¡Ah! ¿Y dije que también había ventanas suspendidas en el aire? Una enorme placa circular ubicada en su centro con unas escaleras que ayudaba a cualquiera a subir y al fondo, un trono donde el líder de gimnasio allí sentado, esperaba la presentación del muchacho. Para ser todo tan fantástico, al moreno se lo veía relajado. Ni si quiera se fijó en el decorado.

Ignorando cualquier tipo de cortesía, dio un paso tras otro sin miedo adentrándose en su dominio mas preservado. Le daba igual que lo observara con la expresión mas aterradora del mundo. Había pasado de todo y ya no le sorprendía esas pequeñeces. Estaba listo para lo siguiente - Eres Magnus ¿Cierto? - dijo una vez delante suya con el entrecejo arrugado con cara de pocos amigos - Si te lo vas a beber ahora, espero que al menos lo saborees al máximo porque no pienso volver a traerte mas sabia aunque conociéndome, acabaría yendo si me lo pidieras - dijo estirando la mano que sostenía la calabaza y entregársela sin mas - Ni te imaginas la infinidad de vueltas que he tenido que dar para llegar acá con el dichoso licor pero ¡Rayos! Si eres el líder ¿Qué hago hablandote de esto si lo tenías todo organizado desde un principio? Tanto tiempo rodeado de fantasmas me ha vuelto loco - retrocedió un par de pasos mientras se acariciaba la nuca con la diestra. Le tocaba presentarse - Soy Kalm, un entrenador como otro cualquiera procedente de la región de Kalos y he atravesado todo ese maldito infierno solo para tener una batalla contigo. Te ruego que aceptes mi desafío y si no, también. Si tengo que acampar una noche entera en el cementerio, lo haré. Me da igual todo siempre y cuando tenga tarde o temprano el enfrentamiento. Desconozco Khannos y el nivel del resto de los líderes pero me da a mi que nunca olvidaré este combate - acto seguido, tomó una de sus Pokéball y la tiró al campo dejado que de su láser saliera Flygon listo para cualquier orden de su entrenador - Comencemos con Tierra Viva - de un mero pisotón, pequeñas grietas se formaron en el terreno haciendo que de estas salieran disparados hacia arriba destellos dorados que herirían al Pokémon que entrara a continuación sacudiéndolo el poder de la tierra.

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Finalmente, tal y como se lo habia esperado  y aquel rumor de la apertura del gym fantasma parecía llamar la atención del primer retador, aquel rubio parecía encontrar justo en la habitación central, era un espacio amplio y  quizás un poco distorsionado de la realidad, mas sin embargo era ideal para sus batallas. Aquel mayor parecía encontrarse sentado sintiendo como alguien parecía mover la perilla desde el exterior, haciendo que abriera los ojos y mostrara una leve sonrisa seria al ver quien sería su nuevo invitado. Sin duda alguna ya hacia algunos meses que deseaba tener su primer reto de gym y al parecer la espera se había terminado. Levantándose de su asiento caminado en dirección del muchacho escuchando sus palabras asistiendo al oír la pregunta del joven pelicastaño sin duda alguna aquel muchacho parecía venir de tan lejos solo para este simple momento. Expresándose.

-Asi es afirmo aquel chico la suposición de su oponente al preguntar por su nombre presentándose de manera formal.  –Mi nombre es Magnus Heel y sere tu oponente en esta ocasión. - asi que bienvenido a el Gym de pokemon fantasma de ciudad Darkdust,  invito aquel muchacho a su gym colocándose de pie justo delante de aquel chico.

El rubio suspiro levemente escuchando aquella extraña pero divertida historia de su primer retador aceptando con mucho gusto aquella calabaza llena un misterioso y delicioso licor el cual era querido incluso por los no vivo. El mayor cargo aquella calabaza mientras parecía atento a lo que le expresaba su retador, sin duda alguna aquel muchacho parecía haber sufrido muchos inconvenientes para llegar a donde estaba. Escuchando a el chico el cual estaba deseoso de una batalla.El mayor suspiro levemente mientras parecía colocar aquella calabaza en una pequeña mesa,expresándole.

-vale, vale, una batalla de gym es lo menos que puedo hacer por ti después de tanta molestias. Comento aquel mayor de manera seria y calmada suspirando con suavidad sacando una de sus manos una pokebola para asi iniciar aquel combate. El mayor observo como aquel entrenador sacaba a su primer pokemon este era un flygon un pokemon tierra dragon de gran poder.  Haciendo que le muchacho comentara.

-Vale, adelante Gengar, contraataquemos  con un puño sombra!!! Ordeno el chico sacando a su primer pokemon el cual era un pokemon fantasma, el cual parecer ser afectado por el ataque tierra del pokemon rival, mas sin embargo parecía levantarse nuevamente y realizar aquel movimiento fantasma. Dos enormes puños de aspectos sombríos parecían salir de los brazos de su pokemon en dirección a el pokemon enemigo buscando darle un golpe directo a aquel pokemon dragon/tierra de su rival. Dando inicio asi a la primera batalla pokemon entre ambos chicos, esperando quien ganara dos de tres combate seria el rotundo ganador del desafio.

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La ejecución del ataque anterior había dejado a Flygon pisando la tierra firme sin la oportunidad de dejar que volviera a suspenderse en el aire hasta que finalizara el seísmo. Tenía que tener las patas traseras haciendo contacto físico con el suelo si no, cortaría el efecto de la habilidad. Entre las partículas doradas que bañaron la sala en una inmensa cortina de brillo y más brillo, el acercamiento de lo que parecía ser dos sombras con forma de puño sorprendieron al dragón que nada pudo hacer menos esbozar una expresión de sorpresa mientras se aproximaban a gran velocidad hacia su frente. El golpe fue tal en su hocico que cerró los ojos dolorido y se dejó caer de espaldas por la tremenda fuerza que lo arrastró atrás. Un moretón negro se quedó reflejado en su mejilla izquierda mientras se recuperaba a mantener el equilibrio sobre sus piernas con la mandíbula fuertemente cerrada de furia, sin quitarle el ojo de encima a su rival - ¡Qué pasada! - cerró un puño entusiasmado con la adrenalina que empezaba a escalarle por la garganta. Por fin estaba peleando contra un líder de gimnasio de verdad e independientemente de que si ganara o perdiera, había merecido la pena pasar todo aquello  para llegar hasta aquí - Demostremos el fruto que ha dado nuestro entrenamiento ¡Tormenta Arena! - haciendo uso de sus prolongadas alas, levantó arena a regalar de procedencia desconocida hasta que ocultó su presencia y la del campo entero. Ni siquiera Kalm podía distinguir la silueta de Magnus, Gengar o la del mismísimo Flygon pero confiaba en él y sabía que haría un trabajo genial - Ahora, Garra Dragón - aprovechando el factor sorpresa, se acercaría por la espalda del fantasma y le atacaría por la espalda iluminando antes claro, su garra de un aura morado para buscar el herirlo de gravedad.

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Todo parecía estar yéndole de maravilla. La incómoda nube de arena que se formó en un abrir y cerrar de ojo, al mismísimo Kalm le resultaba una tarea casi imposible el seguir a su compañero con la mirada. Sin embargo, la experiencia del dragón en lugares áridos ha hecho que las membranas que cubre sus ojos le proteja de los granos y pueda volar en medio de la tormenta sin ningún miedo. No podía distinguir los colores por lo que necesitaba los mandatos de su entrenador para identificar lo que le rodeaba. Realizaba con sus alas un sonido semejante a la de un ave cuando surca los cielos aunque mas suave y prolongado;  era la señal perfecta para ubicar lo mejor posible la situación del Pokémon sin levantar sospecha al rival mientras que continuaba danzando en círculos tranquilamente en la cortina de arena eterna.

- Mantén la posición - dijo el moreno con el antebrazo cubriendo una parte del rostro. Gengar había realizado una habilidad nunca antes vista por el chico que de alguna manera, logró disipar el Tormenta Arena ese turno. Había expulsado una gran cantidad de aire de sus pulmones y lo había soltado de un tirón. De inmediato, reveló la presencia de Flygon que se acercaba a toda velocidad por su franco derecho. Tenía una mirada penetrante, con el entrecejo fruncido y apenas agitando sus alas. Estaba completamente seguro de que el siguiente ataque, lo realizaría aportando ni la mas mínima delicadeza. Kalm chasqueó la lengua molesto por el trabajo bien realizado de Magnus - ¡Lanzallamas! - justo en el último momento, realizó una finta que cuando los separaba centímetros de distancia con el espectro, el dragón salió disparado hacia arriba y desde las alturas optó por hacer una demostración de sus antepasados descritos en los libros de caballería. Una ráfaga de fuego abrazador salió por su boca en línea recta hacia su adversario. Si por una casualidad le provocara quemadura, el encuentro estaba mas o menos servido pero los Pokémon de tipo fantasma no era su punto fuerte. El chico desconocía muchas cosas de ellos así que cualquier fenómeno podía pasar y darle la vuelta a la tortilla.

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'Batalla' :

Ok eso fue un poco inesperado!!! Comento el chico quizás un poco extrañado al ver como su ataque parecía haber fallido sin duda aquel pokemon era un show, caminado en una esquina un poco deprimido por aquel último movimiento sin duda aquel pokemon era un poco raro siendo golpeado por aquel lanzallamas haciendo que el rubio le expresara. –vamos resiste un poco mas, y usemos  bola sombras nuevamente… comento el rubio mientras su pokemon parecía animarse un poco más, creando con su mano una enorme bola sombra el cual arrojo hacia el pokemon rival sin duda alguna aquel pokemon era un poco extraño pero curiosamente era divertido. El chico suspiro levemente mientras observaba como su pokemon parecía arrojar su movimiento buscando lastimar al pokemon enemigo el cual parecía usar sus enormes alas y permanecer el  aire.


-vamos, no podemos fallar esta vez!! Comento el chico mientras su pokemon parecía comenzar a arrjoar aquellos movimiento como si fuera una simple pelota buscando darle a el pokemon enemigo el cual le habia causado mucho daño con su último movimiento de lanzallamas sin duda alguna gengar estaba un poco molesto deseando poder tener buena apunteria para poder golpear aquel pokemon  dragon/tierra. a pesar de que aquella tormenta de arena  parecia dificultad aquel tiro sin duda alguna confiaba en la extraña habilidad de su pokemon. 

El miembro 'Magnus Heel' ha efectuado la acción siguiente: Dados

'Batalla' :

Después de que consiguiera dar en el blanco, el dragón se mantuvo elevado en el aire con sus prodigiosas altas mientras observaba como las llamas se desvanecían por sí solas con el transcurso del tiempo tras acabar el Lanzallamas. Ahora Kalm debería pensar seriamente su siguiente movimiento. No le convenía bajar la guardia aun sabiendo que actualmente en los cielos y con el Tormenta Arena soplando a su favor, Flygon era un rival difícil de tratar. Perfectamente podía ocultar su presencia camuflando su llamativo verde entre los granos de arena circulantes desplazándose en círculos sin darle oportunidad al enemigo de averiguar su posición. Aun así, fue testigo de la velocidad y los reflejos de Gengar o al menos con el que interactuó en la sala anterior. Si por casualidades de la vida se trataba del mismo, de seguro que estará esperando la ocasión ideal para debilitar al titan cuando menos se lo espere haciendo alguna de sus alocadas jugarretas.

En el instante que Magnus le dio la orden a su Pokémon, no lo dudó ni un segundo. Totalmente a ciegas lanzó un Bola Sombra a través de la cortina de tierra cristalizada ¿De verdad pensaba que iba a golpearlo? Pues bueno, que casualidad ¿O tal vez lo sabía? La esfera de energía oscura fue a parar al ala izquierda de su enemigo que liberó un fortísimo gruñido - ¡Flyyyyyy! - la mítica criatura fue descendiendo hasta llegar un punto de alcanzó el  suelo con el cuello curvado hacia abajo. La extremidad estaba bien dañada incapacitada para realizar cualquier esfuerzo innecesario. Aquel ataque de gran precisión le costaría su capacidad de volar libremente por el escenario pero ¿Qué podía hacer mas que suspirar aliviado como el lagarto se reincorporaba con un ojo cerrado? - ¡Madre mía! ¡Ha sido alucinante! - exclamó enérgico el moreno con la adrenalina circulándole por la sangre - No hagas locuras. Intenta mantener las distancias con un Lanzallamas tras otro - lo que buscaba con aquel cambio de planes era que su compañero recuperase todas la energía que pudiese. Le había herido en su talón de Aquiles y le sería costoso recuperar el ritmo que llevaba el combate. Así pues, liberaría una ráfaga tras otra en dirección a su agresor.
 

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'Batalla' :

Bien de una forma poco explicable aquel pokemon de magnus parecía sobrevivir a las voluminosas llamas del pokemon tierra dragon sin duda alguna alguno parecía ser una buena resistencia la de aquel pokemon fantasma el chico suspiro levemente colocándose de pie y comenzando a levitar en espera de una siguiente ronda, aquel pokemon se veía divertido sin duda aquellos pokemones fantasmas siempre se habían caracterizado por ser criaturas de una extraña  naturaleza, en la cual le permitía a su pokemon levantarse nuevamente haciendo que el chico sonriera un poco expresándole a su pokemon. despues de todos eran espiritud libres en todo los sentidos de la palabra.

-Bien intentemos un ataque de sombra vil!!! Comento aquel rubio mientras la batalla parecía comenzar a llevar a un extraño momento su pokemon parecía centrarse en su movimiento observando como su sombra poco a poco comenzaba a cambiar de forma esperando como aquella comenzaba a alargarse de forma serpiginosa en busca de la sombra de aquel pokemon volador, aquel extraño ataque parecía pasar por un lado de aquellas llamas buscando tal como una serpiente peligrosa aquella sombra del enemigo el cual parecía permanecer en el aire.

-vamos céntrate en tu ataque… pidió aquel muchacho mientras podía sentir la adrenalina del combate sin duda amaba mucho los combate de gym ya que después de todo cada pokemon y entrenador parecía ser una historia una cada vez más interesante que la otra . así que eso le motivaba a seguir luchando y entrenando fuertemente de manera diaria para ver  y luchar en todo los combates contras sus retadores.  Observando como va el trascurso de la batalla sin duda sabia que si aquel ataque llegaría a el pokemon enemigo este quizás le podría generar un gran daño lastimándole un poco mas.

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'Batalla' :

El aire se respiraba tenso. Aunque las acciones no paraban de ejecutarse una detrás de otra, para los ojos del menor era como si estuviera presenciando una película a cámara lenta. Enfocando la mirada a cada una de las gesticulaciones del Pokémon fantasma, era divertido observar cómo la sonrisa no se le iba de la cara al espectro incluso recibiendo tanto daño consecutivo en tan poco tiempo. Se levantaba como si nada y curvaba la boca con malicia sin perder ese toque humorístico suyo. Un auténtico espectáculo y ante todo, un reto. Nunca había tenido la oportunidad de combatir contra un Gengar y ya deseaba tener uno en su propio equipo algún día.

Sin comerlo ni beberlo, el susodicho juntó las manos y se agachó a posarlas en el suelo. Kalm no comprendía lo que trataba de hacer hasta que al final lo vio ya tarde. Ignorando las llamas, la sombra del espantajo zigzageaba a gran velocidad por el suelo similar al desplazamiento de una serpiente ante la persecución de una comadreja. Flygon cortó el ataque a observar sorprendido la mancha oscura mientras derramaba instintivamente gotas de sudor frío. Fue a retroceder un par de pasos a emprender el vuelo para lograr evadirlo pero imposible. El daño perduraba en su ala y un pequeño pinchazo lo atormentaba. Apretó los dientes y cerró los ojos dolorido con la extremidad herida apuntando hacia abajo. Nada pudo hacer menos recibir el Sombra vil como si alguien lo estuviera apedreando sin piedad alguna. Claramente se observó los restos marcados en su cuerpo con magulladuras ensangrentadas - Tsk - chasqueó la lengua molesto mientras que el dragón luchaba por alzar su desplomado cuerpo. El cansancio le hizo flaquear las rodillas y con sus delgados brazos, volvió a reincorporarse - Ya queda menos. Tienes que resistir - seguidamente señaló desafiante al contrincante con el dedo - ¡Tierra viva una vez mas! - sacando fuerzas de donde no tenía, el reptil esbozó una media sonrisa y golpeó con fuerza el asfalto con sus enormes pies. El epicentro se originó debajo suyo y el seísmo se extendió por todo el campo haciendo que su entrenador inclusive le costara mantener el equilibrio. Unas grietas se formaron y de éstas salió una fuerza explosiva disparada hacia arriba que erupcionó como un volcán activo.

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'Batalla' :

-buen trabajo allan te has divertido bastante… comento al ver como su pokemon parecía ya estar completamente derrotado sin duda alguna aquel pokemon parecía disfruatr mucho este tipo de combate a pesar de perderlos, -bien, continuemos con la segunda ronda!!! Comento el chico  un poco mas emocionado despues de todo a él le tocaría escoger el siguiente stage de pokemon para la batalla sacando una nueva pokebola lanzándola al aire expresando.

-vamos Yukko yo te elijo!!! Expreso aquel pelirrubio mientras parecía acomodarse sus lentes de sol preparándose para un siguiente combate, el chico saco una pokebola de su bolsillo liberando aquel pokemon el cual será su representante en esta nueva ronda, en el cual lucharían pokemones de una segunda evolución. 

La pokebola del chico salio volando para luego se mostrara en el escenario a un gran Gourgeist un pokemon hielo fantasma que habia capturado hace meses atrás, aquel pokemon parecía ser muy grande incluso un poco más de lo normal mirando fijamente a el retador rival para iniciar aquella segunda etapa de la batalla de gym sin duda, si aquel chico lograba ganar aquella ronda entonces ganaría a toda regla su primera medalla de gym para clasificar en la liga pokemon. El mayor suspiro levemente mientras parecía observar a su opoenente expresándole de manera un poco calmada.

-Humph, ¿estas listos? Le comento al chico mientras parecía sonrerile de forma seria y quizas un poco divertida expresándole a su pokemon. –Bien, comencemos con un ataque de ventisca!!! Expreso aquel chico mientras su pokemon parecía comenzar a brillar generando hojas de diversos colores el cual aprecian quedarse suspendida en el aire como si de milies se tratara para luego aventarse contra el pokemon enemigo deseosas de producir un gran daño a el pokemon enemigo sin duda alguna aquella segunda ronda estaba a punto de comenzar!!  -vamos busquemos dar en el blanco   pidió el chico mientras su pokemon parecía asentir comenzando en concentrarse en su ataque después de todo sería su primera batalla en el gym asi que debía dar sus mejores esfuerzo. 

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'Batalla' :

¡Perfecto! Se marcó un punto a favor la esquina del castaño cuando Flygon pudo finalmente asestarle el último ataque a su rival. Los temblores se hicieron cada vez mas violentos hasta que llegó un momento que el espectro no pudo soportarlo mas y manteniendo ante todo su macarra sonrisa burlesca, cayó al suelo completamente debilitado con espirales en lugar de ojos. Una enorme felicidad pasó a curvar los labios del muchacho con una grata sonrisa. Estaba la mar de ilusionado haciendo una pequeña pausa a acercarse a su Pokémon y abrazarlo - ¡Si! ¡Lo conseguimos! ¡Lo conseguimos! Derrotaste al primero - dijo con una energía inigualable mientras el animal no hacía otra cosa que corresponder el gesto.

Aún no había acabado y lo sabía. Cuando Magnus comenzó a hablar, rápidamente se apartó y regresó a retomar su puesto anterior lejos de lo que sería el centro del campo de batalla. Notando como si una espina se le clavara en la mente, lo que vio a continuación le obligó a que chasqueara la lengua molesto. Un Froslass. Tenía una clara desventaja. Los Pokémon de tipo hielo eran fuertes contra los de tipo dragón y mas siendo un Flygon que en parte también era tierra. De todos modos, como si pudiera hacer algo. Antes de que le diera tiempo a ordenar algo, el fantasma se precipitó de pronto agitando sus brazos con elegancia. De la nada, invocó una nube de hojas cristalizadas que arremetieron sin compasión contra el reptil. Se trataba de un Ventisca. Doliéndole el alma, lo regresó a su Pokéball - Fantástico, descansa. Otro se ocupará del resto - lo apuntó con al esfera una vez que Flygon cayó al suelo exhausto con las mismas condiciones pasadas que Gengar.

Inmediatamente, tomó otra Pokéball y la arrojó indiferente - Tu turno Dewott - el mamífero con los ojos cerrados, los abrió y fue a parar a observar de pura casualidad a su nuevo contrincante. Se llegaba a apreciar cierta chispa de rivalidad en sus orbes - Vamos allá ¡Concha Filo! - éste no dijo nada. Simplemente se hizo a mano de su preciadas conchas situadas a ambos costados de sus piernas y las hizo iluminar de azul. Adquirieron unas hojas similar a la de una espada y se dispuso a realizar un par de tajos a Froslass. Para ello, saltó y giró su cuerpo para asestar los golpes el tiempo que estuviera suspendido en el aire.